Boletín UNAM-DGCS-1036
Ciudad Universitaria
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del boletín
DISEÑAN EN LA
UNAM SOFTWARE PARA MEJORAR LA COMPRENSIÓN DE LECTURA
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El programa consiste en dosificar la lectura
de un texto, dividirlo en segmentos pequeños y en cada uno de ellos se enfrenta
al estudiante con una serie de cuestionarios
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Luis Zarzosa, académico de la FES Iztacala,
señaló que la población mexicana tiene poco gusto por la lectura y aseguró que
los estudiantes enfrentan problemas para entender los textos que les asignan
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Hoy los alumnos interpretan los textos de
manera intuitiva, lo que provoca que deformen, descompongan o trivialicen lo
que leen
Ante el poco gusto de los
mexicanos por la lectura, la falta de habilidades para realizarla y los
problemas que enfrentan los estudiantes para entender los textos que se les
asignan, Luis Zarzosa Escobedo, de la Facultad de Estudios Superiores (FES)
Iztacala, diseñó un software para mejorar la comprensión de ésta.
El académico universitario reconoció
que el estudiante mexicano no tiene estrategias de lectura: "hay déficit
en nuestro sistema educativo en general, ya que cuando el alumno enfrenta la
tarea de interpretar un escrito se expone a su propia intuición, porque no hay
enseñanza sistemática para aprender a comprender; más bien, la gente va
entendiendo por ensayo y error".
Por ello, "analizamos el
tipo de textos que enfrentan los jóvenes y determinamos la mejor táctica para
su comprensión: por qué tiene tal estructura y cómo es que sirve para cubrir
determinados requerimientos escolares. De acuerdo con ello, se le enseña al
estudiante la estrategia más adecuada de lectura".
Por lo general, aseguró, los
jóvenes que vienen del nivel medio superior “están acostumbrados a asimilar
fragmentos que les llaman la atención. Por razones extrañas, pareciera que su
propósito como lectores es “pescar” al azar lo que atrae su atención”.
La metodología del programa
consiste en dosificar la lectura de un texto: se le divide en segmentos
pequeños y en cada uno de ellos se enfrenta al estudiante con una serie de
cuestionamientos. Lo primero es que el lector aprenda a sintetizar esa porción
de escrito en sus palabras, o bien, se le dan alternativas de síntesis y elige
la que mejor represente lo leído.
"Es un modo de enseñarlo
a que abstraiga en pocos vocablos lo que es un planteamiento más general y que
vaya reconociendo cuándo hay un buen parafraseo y cuándo no", resaltó.
Para cada uno de los segmentos
hay varias preguntas, dirigidas a que el estudiante realice una articulación
entre esos diferentes elementos. Con frecuencia, se le pregunta si hay algún
contenido nuevo en la parte que lee, en relación del anterior, el cual resulte
significativo; aquí también se proporcionan alternativas de solución.
Otra pregunta que los vincula
con el texto anterior es la relación del segmento leído con el previo, el cual
planteaba otra cosa. Así, se obliga al estudiante a realizar una lectura más
articulada que integre los componentes de un texto. Posteriormente, el programa
ofrece una alternativa de síntesis total para integrar las diferentes síntesis
parciales que realizó.
Cuando el estudiante ha
elegido una respuesta incorrecta, puede escoger de nuevo. Es decir, si
previamente se le pregunta qué relación tiene la parte 3, donde se planteaba
tal situación, con la 4 que acaba de leer, el muchacho puede dar una respuesta
equivocada y la retroalimentación le indica a qué se debió eso, con lo cual
puede rectificar, seleccionar otra alternativa y entender por qué es o no correcta.
Al término de la lección, el
programa genera en una hoja de cálculo los resultados, el desempeño que tuvo el
estudiante, así como una gráfica para que vea sus aciertos y errores.
Zarzosa Escobedo aseguró que
este sistema es sencillo y se aprende a manejar en cinco minutos. Los 70
alumnos de tercer semestre de la carrera de Psicología en quienes ha sido
probado lo han calificado como fácil, amigable y/o entretenido.
Dijo que ya comenzaron a verse
resultados en su estrategia de lectura. Una apreciación inicial revela que
mejora el desempeño de la primera a la segunda sesión. Es decir, si se
programan más lecciones, seguramente tendrá mayor éxito.
Luis Zarzosa explicó que el
software está elaborado para entrenar a los estudiantes para desarrollar una
lectura estratégica que les ayude a mejorar su comprensión, o como una
herramienta útil para diseñar guías, lecciones y evaluaciones en un sistema de
universidad abierta.
Para respaldar lo dicho, el
académico explicó que, al concluir la aplicación, se realizó una encuesta a los
alumnos con el fin de que emitieran su opinión sobre el programa. El 100% le
otorgó calificaciones muy altas (8, 9 o 10) en utilidad; 77% no le cambiaría
nada; 85% estima que puede modificar su estrategia de lectura a partir del uso
del sistema, y 70% lo considera un programa ameno.
Zarzosa resaltó que para
utilizar el software no se requieren conocimientos especiales de cómputo:
cualquier profesor puede diseñar lecciones con mínimos conocimientos de
programas. Funciona en cualquier computadora que tenga windows y una hoja de
cálculo, sólo se necesita saber usar un procesador de textos como el word y
escribir en una herramienta común como el block de notas.
Aclaró que este programa es especialmente
pertinente para disciplinas que trabajan con textos expositivos, de contenido
abstracto, comunes en humanidades y ciencias sociales, en temas como filosofía,
lógica y psicología.
Al difundir este novedoso
sistema de aprendizaje entre los maestros
-enseñándoles a usarlo- se puede tener un impacto positivo en los
estudiantes, con la ventaja adicional de que, por ser un medio computarizado,
es factible aplicarlo de forma masiva.
Informó que otro objetivo del
trabajo es realizar una guía clara y sencilla para profesores sobre la manera
de diseñar lecciones, con el fin de que aprovechen lo ya investigado y estén en
posibilidades de extenderlo a otro tipo de textos.
El software también puede
servir a estudiantes de nivel medio superior para que al ingresar a la
licenciatura lleguen mejor capacitados en habilidades de lectura, y así ahorren
horas de trabajo a los profesores.
Hoy, concluyó, los estudiantes
enfrentan los escritos sin estrategias, de manera intuitiva, lo que provoca que
deformen, descompongan o trivialicen lo que leen. Acaban por adoptar una forma
simple de abordar los problemas, derivada de esa deficiencia para entender
correctamente los planteamientos de los autores.
– o0o –
Luis Zarzosa, de la FEZ Iztacala,
reconoció que en la actualidad el estudiante mexicano no tiene estrategias de
lectura; es decir, hay un déficit en nuestro sistema educativo en general.