Boletín UNAM-DGCS-1028
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
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De ese porcentaje, menos de la mitad son
malignos, aseguró Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y
Neurocirugía
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Lo más preocupante de estas patologías, en
contraste con otras, es que son cada vez cada más frecuentes
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También es profesor y coordinador del
Programa de Maestría y Doctorados de la Sede CU de la Facultad de Medicina
Alrededor del 20% de los
tumores que padece el ser humano son cerebrales, y de éstos un poco menos de la
mitad son malignos, señaló Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de
Neurología y Neurocirugía (INN).
Lo más preocupante del asunto
es que esta patología, en contraste con otras que van en receso, es cada vez más frecuente, indicó el
profesor y coordinador del Programa de Maestría y Doctorados de la Sede Ciudad
Universitaria de la Facultad de Medicina (FM).
Sobre los tumores cerebrales
–de los cuales hay más de 40 clases, pues casi cada tipo de célula en el
cerebro puede formar uno– explicó que han habido grandes avances en el
diagnóstico, gracias fundamentalmente al desarrollo tecnológico de la
tomografía computarizada y la resonancia magnética, pero en terapéutica todavía
estamos muy atrasados.
Los tumores cancerosos, dijo, siguen
siendo prácticamente un factor de mortalidad a corto plazo. “Son una de las
causas más importantes de fallecimiento en todo el mundo, sobre todo el
desarrollado”, aseveró el investigador con licencia del Instituto de
Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Así, las llamadas neoplasias, cuya
manifestación más grave es el cáncer, en términos generales, están en aumento
porque la expectativa de vida del humano también ha crecido gracias,
particularmente, a los avances médicos. De ahí que el estudio de los tumores
cerebrales sean de los temas más importantes de la medicina moderna.
“Su trascendencia radica,
primero, en que el cerebro es el único órgano que se encuentra contenido dentro
de una cavidad rígida, el cráneo”; de tal manera que no hay espacio para ningún
crecimiento. Cuando se presentan se manifiesta una serie de trastornos “muy
expresivos”, por llamarlos de alguna manera;
En segundo lugar, “el cerebro es el
distintivo básico de la humanidad y de nuestras funciones vitales superiores”.
Por lo tanto, cualquier proceso que destruya este tejido afecta lo más valioso
que tenemos: nuestra mente”.
Sin embargo, actualmente
existen nuevos desarrollos que brindan expectativas muy interesantes. De hecho, el pasado noviembre
se inauguró en el INNN la Unidad de Radioneurocirugía más moderna del mundo. En
ella “es posible hacer tratamientos sin cirugía, operar sin abrir el cráneo;
permite llegar a cualquier sitio del cerebro y operarlo a través de un haz de
fotones.”.
Su costo fue cercano a los 10 millones de
dólares. Conjunta dos equipos: el Resonancia Magnética Funcional de 3 Teslas,
único en Latinoamérica, y el Equipo de Radioneurocirugía. Ambos son lo más
evolucionado para diagnóstico y tratamiento de este tipo, respectivamente. Y la
conjunción de ambos, por el momento, es única en el mundo, además de que es uno
de los pocos lugares de medicina social que tendrá este tipo de tecnología, los
demás se encuentran en consorcios privados.
México, de esta forma, se puso en un
lugar muy distinguido dentro de la comunidad médica internacional, afirmó. Con ello se inicia una época de mejoría en
nuestros resultados terapéuticos de cáncer, malformaciones y alteraciones
funcionales, como la epilepsia y el mal de Parkinson.
Agregó que la presencia de ciertos tipos
de tumores cerebrales depende, frecuentemente, de la edad y el sexo de los
enfermos. En los niños el maligno más frecuente es el meduloblastoma; en la
edad adulta son el glioblastoma multiforme y las metástasis, es decir, aquellas
neoplasias que llegan al cerebro provenientes de un tumor que está en otra
parte del cuerpo: mama, pulmón o próstata, por ejemplo.
Entre los tumores benignos hay dos
tumores que son más frecuentes en mujeres que en hombres: adenomas de la
hipófisis (glándula que está metida en el cerebro) y los meningiomas (cubiertas
del cerebro). En el varón es más frecuente el gliobastoma multiforme.
Comentó, además, que hay
algunos congénitos, pero en general las neoplasias cerebrales aparecen en algún
momento de la vida. En el caso de los malignos del cerebro, aclaró, se
desarrollan a partir de las células que sostienen a las neuronas, denominadas
gliales.
Julio Sotelo destacó que
vivimos una época donde muy pronto sabremos sobre los factores de riesgo de los
tumores cerebrales. No hay uno específico, pero ahora que se está conociendo el
genoma humano sabremos qué persona tiene más posibilidad de desarrollar un
tumor cerebral. En este momento, la mayoría de sus causas son desconocidas, por
eso no los podemos prevenir.
La sobrevida con tumores
malignos, añadió, es de entre seis meses y un año, promedio. Por eso, dijo, el
panorama es muy desalentador, porque no es como en otras áreas donde la
terapéutica ha avanzado y la cirugía ha obtenido grandes logros, y se ha
aumentado la sobrevida de los pacientes. Los métodos quirúrgicos que se
utilizan hasta la fecha no pueden ser radicales, sino paliativos. Tenemos que
ser muy cuidadosos en la neurocirugía porque cada lugar en el cerebro tiene una
función diferente y específica.
Por otro lado, el cerebro es un órgano
que tiene mucha vascularidad, es decir, mucha circulación, y puede ser invadido en forma muy rápida por
las células tumorales.
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PIES DE FOTO
Julio Sotelo,
director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y profesor de la
Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que aproximadamente el 20% de los
tumores que padece el ser humano son cerebrales, y de éstos un poco menos de la
mitad son malignos
Los tumores
cerebrales cada vez son más frecuentes en nuestro país, aseveró Julio Sotelo,
director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y profesor de la
Facultad de Medicina de la UNAM