06:00 hrs. Diciembre 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-1028

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

EL 20% DE LOS TUMORES PADECIDOS POR HUMANOS SON CEREBRALES

 

 

·        De ese porcentaje, menos de la mitad son malignos, aseguró Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía

·        Lo más preocupante de estas patologías, en contraste con otras, es que son cada vez cada más frecuentes

·        También es profesor y coordinador del Programa de Maestría y Doctorados de la Sede CU de la Facultad de Medicina

 

 

Alrededor del 20% de los tumores que padece el ser humano son cerebrales, y de éstos un poco menos de la mitad son malignos, señaló Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INN).

 

Lo más preocupante del asunto es que esta patología, en contraste con otras que van en receso,  es cada vez más frecuente, indicó el profesor y coordinador del Programa de Maestría y Doctorados de la Sede Ciudad Universitaria de la Facultad de Medicina (FM).

 

Sobre los tumores cerebrales –de los cuales hay más de 40 clases, pues casi cada tipo de célula en el cerebro puede formar uno– explicó que han habido grandes avances en el diagnóstico, gracias fundamentalmente al desarrollo tecnológico de la tomografía computarizada y la resonancia magnética, pero en terapéutica todavía estamos muy atrasados.

 

Los tumores cancerosos, dijo, siguen siendo prácticamente un factor de mortalidad a corto plazo. “Son una de las causas más importantes de fallecimiento en todo el mundo, sobre todo el desarrollado”, aseveró el investigador con licencia del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

 

Así, las llamadas neoplasias, cuya manifestación más grave es el cáncer, en términos generales, están en aumento porque la expectativa de vida del humano también ha crecido gracias, particularmente, a los avances médicos. De ahí que el estudio de los tumores cerebrales sean de los temas más importantes de la medicina moderna.

 

“Su trascendencia radica, primero, en que el cerebro es el único órgano que se encuentra contenido dentro de una cavidad rígida, el cráneo”; de tal manera que no hay espacio para ningún crecimiento. Cuando se presentan se manifiesta una serie de trastornos “muy expresivos”, por llamarlos de alguna manera;

 

En segundo lugar, “el cerebro es el distintivo básico de la humanidad y de nuestras funciones vitales superiores”. Por lo tanto, cualquier proceso que destruya este tejido afecta lo más valioso que tenemos: nuestra mente”.

 

Sin embargo, actualmente existen nuevos desarrollos que brindan expectativas muy  interesantes. De hecho, el pasado noviembre se inauguró en el INNN la Unidad de Radioneurocirugía más moderna del mundo. En ella “es posible hacer tratamientos sin cirugía, operar sin abrir el cráneo; permite llegar a cualquier sitio del cerebro y operarlo a través de un haz de fotones.”.

 

Su costo fue cercano a los 10 millones de dólares. Conjunta dos equipos: el Resonancia Magnética Funcional de 3 Teslas, único en Latinoamérica, y el Equipo de Radioneurocirugía. Ambos son lo más evolucionado para diagnóstico y tratamiento de este tipo, respectivamente. Y la conjunción de ambos, por el momento, es única en el mundo, además de que es uno de los pocos lugares de medicina social que tendrá este tipo de tecnología, los demás se encuentran en consorcios privados.

 

México, de esta forma, se puso en un lugar muy distinguido dentro de la comunidad médica internacional, afirmó.  Con ello se inicia una época de mejoría en nuestros resultados terapéuticos de cáncer, malformaciones y alteraciones funcionales, como la epilepsia y el mal de Parkinson.

 

Agregó que la presencia de ciertos tipos de tumores cerebrales depende, frecuentemente, de la edad y el sexo de los enfermos. En los niños el maligno más frecuente es el meduloblastoma; en la edad adulta son el glioblastoma multiforme y las metástasis, es decir, aquellas neoplasias que llegan al cerebro provenientes de un tumor que está en otra parte del cuerpo: mama, pulmón o próstata, por ejemplo.

 

Entre los tumores benignos hay dos tumores que son más frecuentes en mujeres que en hombres: adenomas de la hipófisis (glándula que está metida en el cerebro) y los meningiomas (cubiertas del cerebro). En el varón es más frecuente el gliobastoma multiforme.

 

Comentó, además, que hay algunos congénitos, pero en general las neoplasias cerebrales aparecen en algún momento de la vida. En el caso de los malignos del cerebro, aclaró, se desarrollan a partir de las células que sostienen a las neuronas, denominadas gliales.

 

Julio Sotelo destacó que vivimos una época donde muy pronto sabremos sobre los factores de riesgo de los tumores cerebrales. No hay uno específico, pero ahora que se está conociendo el genoma humano sabremos qué persona tiene más posibilidad de desarrollar un tumor cerebral. En este momento, la mayoría de sus causas son desconocidas, por eso no los podemos prevenir.

 

La sobrevida con tumores malignos, añadió, es de entre seis meses y un año, promedio. Por eso, dijo, el panorama es muy desalentador, porque no es como en otras áreas donde la terapéutica ha avanzado y la cirugía ha obtenido grandes logros, y se ha aumentado la sobrevida de los pacientes. Los métodos quirúrgicos que se utilizan hasta la fecha no pueden ser radicales, sino paliativos. Tenemos que ser muy cuidadosos en la neurocirugía porque cada lugar en el cerebro tiene una función diferente y específica.

 

Por otro lado, el cerebro es un órgano que tiene mucha vascularidad, es decir, mucha circulación, y  puede ser invadido en forma muy rápida por las células tumorales.

 

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PIES DE FOTO

 

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Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que aproximadamente el 20% de los tumores que padece el ser humano son cerebrales, y de éstos un poco menos de la mitad son malignos

 

FOTO 2

 

Los tumores cerebrales cada vez son más frecuentes en nuestro país, aseveró Julio Sotelo, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM