06:00 hrs. Diciembre 19 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-1021

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

DISEÑAN UN  DEPÓSITO HERMÉTICO DE GRANOS Y SEMILLAS

 

·        En México, pérdidas del 10% de la producción de granos y semillas en la poscosecha

·        Ernesto Moreno, de la FES Cuautitlán, trabaja en el perfeccionamiento de un silo hermético y más económico

 

Se calcula que cada año en nuestro país se pierde alrededor del 10% de la producción de granos y semillas en la etapa de poscosecha, lo que provoca miles de millones de pesos en pérdidas para el sector agrícola, aseguró Ernesto Moreno Martínez, responsable de la Unidad de Investigación en Granos y Semillas (Unigras) de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán.

 

En ese sentido, el académico e investigador universitario trabaja en el diseño y perfeccionamiento de un silo –construcción para guardar granos- de almacenamiento hermético, método que disminuiría las pérdidas poscosecha y mejoraría la calidad de los granos almacenados.

 

Informó que según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cada año se pierde alrededor del 5% de la cosecha mundial de granos. No obstante, en regiones desprotegidas de Africa y América Latina, que no tienen el mejor clima para sembrar, son subdesarrolladas, les falta investigación, tecnología y dinero, esas pérdidas pueden ascender al 30%.

 

Explicó que el almacenamiento hermético es diferente al tradicional, como el de las bodegas y trojes, ya que mientras en éstas existe una atmósfera similar a la que respiramos, el almacenamiento hermético propicia un  ambiente que se irá modificando, porque el recipiente en donde se guardan los granos es cerrado y con la respiración de los organismos que están adentro irán cambiando las condiciones locales, como los contenidos de gases en el aire, en particular del oxígeno y del bióxido de carbono (CO2).

 

En la Unigras se comenzó a trabajar en este tipo de almacenamiento, milenario y prehistórico, ya que seguramente inició a la par de la agricultura, cuando los cultivadores empezaron a producir cantidades pequeñas de grano y a buscar alternativas para conservarlo. Lo que hicieron fue guardarlo en ollas de barro bien selladas, de tal manera que al acabarse el oxígeno los insectos se morían.

 

Hemos demostrado que cuando la atmósfera del contenedor en el almacenamiento hermético llega a niveles de 3% de oxígeno, los insectos se mueren, explicó.

 

Moreno Martínez comentó que hasta ahora se ha determinado que los hongos en granos y semillas son más fuertes, y que para inhibir su ciclo vital –porque no mueren- la concentración de oxígeno debe ser del 1%.

 

Por ello, para que este tipo de almacenamiento funcione de manera rápida se deben mantener los silos herméticos -a prueba de entrada o salida de gases-, introducir en ellos CO2 puro y extraer el aire del interior, con el fin de eliminar el oxígeno. Se pretende evitar el uso de gases comprados o de insecticidas.

 

Se ha encontrado que si se almacena maíz con 14% de humedad, tanto en un sistema normal como en uno hermético, al término de un año no hay diferencia porque la humedad es muy baja y no se aceleran los procesos de respiración.

 

Esta información, explicó, permitirá generar una tecnología aplicable a las zonas rurales, que además de barata sea limpia. Ahora se envasa frijol en polietileno, prácticamente después de que la leguminosa es recolectada, limpiada y abrillantada.

 

El responsable de la Unigras apuntó entre las ventajas del almacenamiento hermético que no requiere plaguicidas, por lo que se elimina un gasto importante, y no contamina. Además, en el caso del maíz permite producir una tortilla de calidad similar a la de los granos guardados en espacios abiertos.

 

Sin embargo, reconoció como desventajas que el agricultor mantenga el contenedor abierto, por falta de información, y al oxigenar la atmósfera haya un crecimiento explosivo de hongos; otro inconveniente, es el costo del silo, de ahí que se busca disminuirlo para hacerlo accesible a los agricultores.

 

Explicó que las investigaciones que realizan en la Unigras se orientan a solucionar problemas. “Uno tiene que hacerlas de tal forma que al desarrollar un producto o método se conozcan sus resultados”.

 

Comentó que para los campesinos es importante conservar en buen estado sus granos porque son su alimento diario, y a la fecha el excedente lo venden a bajo precio porque no lo pueden almacenar.

 

Advirtió, asimismo, que es importante mejorar el sistema de poscosecha, porque es en esa etapa donde se manifiesta la calidad del grano y si éste se degrada de manera rápida ya no se recupera ni con un buen almacenamiento.

 

Recordó que, en años anteriores, existió en México un sistema nacional de poscosecha en lugares como Almacenes Nacionales de Depósitos y Bodegas Rurales Conasupo, hoy desaparecidos; los privados que siguen siendo por los intermediarios y las empresas productoras de alimentos a base de granos y semillas, y el llamado social, característico de los campesinos que guardan sus semillas en trojes o en los huertos de sus casas.

 

Sin embargo, todos estos sistemas de almacenaje carecen de infraestructura, de personal capacitado, así como de investigación en las áreas necesarias. En México, por ejemplo, “no hemos desarrollado nada en ingeniería de poscosecha, como una secadora”.

 

Ernesto Moreno calificó como absurda la creencia de que en México, con sólo hacer ciencia pura, se podría estar a la par de los países desarrollados, porque tenemos un enorme rezago. Lo que se requiere es aprovechar el talento de muchos investigadores para resolver problemas de este tipo.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Ernesto Moreno Martínez, de la FES Cuautitlán, informó que -de acuerdo con la FAO- cada año se pierde el 5% de la cosecha mundial de granos, aunque en regiones como África y América Latina tales pérdidas pueden ascender al 30%.

 

Foto 2

 

El responsable de la Unigras de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Ernesto Moreno, comentó que el almacenamiento hermético mata a los insectos e inhibe la reproducción de hongos.