06:00 hrs. Diciembre 08 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0997

Ciudad Universitaria

 

 Pies de fotos al final del boletín

 

LA ABSTINENCIA SEXUAL NO ES UNA FORMA AUTÉNTICA DE PROTECCIÓN  CONTRA EL SIDA: ÓSCAR CHÁVEZ

 

·        El coordinador de los Talleres de Sexualidad en el Museo del Chopo, dijo que el ser humano es el de mayor actividad sexual sin intenciones reproductivas

·        En el mundo hay alrededor de 40 millones de personas que son VIH positivas y cada día se infectan alrededor de 18 mil más: Rubén Martínez, de la Facultad de Medicina

·        En la Facultad de Ciencias se realizó la mesa “Sexualidad y Sida. Investigación, Salud y Educación”

 

Es una “caricatura” considerar la abstinencia sexual como una forma auténtica de protección contra el Sida, porque ésta tendría que ser total, lo cual es imposible en una especie como la nuestra, cuya actividad sexual no reproductiva es mayor que en cualquier otra especie en el planeta, aseguró Oscar Chávez Lanz.

 

El coordinador de los Talleres de Sexualidad en el Museo del Chopo, Sex chop, dijo que según datos de la Iglesia Católica, el 86% de las mujeres se casan habiendo tenido relaciones sexuales y de éstas, un tercio llega al matrimonio embarazada. Por ello, "no funciona invitar a la gente a la abstinencia, pero sí contribuye al estigma, porque 'si te contagiaste es porque hiciste algo incorrecto’ y no mereces la atención de tu familia, de los servicios médicos e, incluso, ni tú te sientes con derecho a exigir”.

 

En la mesa “Sexualidad y Sida. Investigación, Salud y Educación”, organizada por la Facultad de Ciencias, el biólogo y sexólogo señaló que las personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) están sanas y no es sino hasta que el sistema inmunológico se deteriora cuando enferman, por lo que calificarlos de igual manera que a quienes padecen Sida es parte de la estigmatización que margina a las personas infectadas.

 

Mencionó, por ejemplo, que el precio de los tratamientos para los enfermos de Sida es de unos 10 mil pesos mensuales. A ese monto se suman los costos de "la renta, la colegiatura, el teléfono, la gasolina o lo que sea".

 

Pero, ¿por qué cuestan tanto los medicamentos? Esa cantidad no tiene que ver con lo que se invierte en investigación, sino con los intereses de las empresas que los fabrican. Se relaciona con el sistema económico que padecemos: "los laboratorios condenan a muerte al 90% de los enfermos, para venderle sólo al 10% al precio más caro posible", opinó.

 

Por su parte, Rubén Martínez, profesor de inmunología de la Facultad de Medicina, indicó que en el mundo hay alrededor de 40 millones de personas con VIH o positivas, y cada día se infectan alrededor de 18 mil sujetos. En México existen entre 40 mil y 50 mil pacientes, pero considerando a quienes no recurren a los servicios del sector salud, podrían ser 150 mil.

 

Desde 1980, cuando se comenzaron a encontrar los primeros casos de Sida, se han estudiado las características del virus al nivel de su biología molecular, comportamiento, respuesta inmune,  etcétera. Hoy se sabe, por ejemplo, que el VIH utiliza a las moléculas que por lo general participan en la respuesta inmunitaria, para infectar a las células del ser humano. Las más frecuentemente afectadas son los linfocitos T CD4, los monocitos, la retina mucosa del colon y las endoteliales del cerebro.

 

Cuando una persona se infecta, se altera su inmunidad celular. Esto provoca la inmunosuficiencia primaria, de ahí que se presentan las infecciones oportunistas (que pueden ser por salmonella, micobacterias, etcétera), las cuales provocan una alta mortalidad.

 

Debido a las constantes mutaciones en la estructura del virus, tienen lugar cientos de miles de variantes conocidas como "cuasiespecies", con lo cual el virus evade a la respuesta inmune del cuerpo. De ese modo, un enfermo produce cien mil millones de virus por día ("carga viral"); esa capacidad de mutación ha impedido hasta ahora obtener una vacuna contra este padecimiento.

 

Para enfrentar el mal han aparecido una serie de tratamientos; empero, el Sida no se cura. Por lo demás, de los 40 millones de infectados en el mundo, sólo cuatro millones reciben control médico, abundó Martínez.

 

La infección es muy agresiva y puede afectar a cualquiera. Hasta ahora, la única forma de controlarla es la prevención, finalizó el especialista.

 

En su oportunidad, Arturo Romero Anaya, jefe del Departamento de Sexualidad del Instituto Mexicano de la Juventud, dijo que, de los infectados con el virus del Sida, la mitad son mujeres.

 

A pesar de la gravedad del asunto, hasta en nuestros días se intenta “esconder” la sexualidad. Pero ¿qué es ésta? "Es una construcción mental: ideas, actitudes, deseos, sentimientos. Lo que se hace y se deja de hacer en torno al sexo". También se relaciona con ser hombre o mujer, con el enamoramiento, con sentir placer y deseo; con lo erótico, lo afectivo y con la reproducción.

 

Respecto a las personas que viven con VIH, mencionó que no se respetan sus derechos. "Hay que intentar meterse en los zapatos de una mujer infectada por su marido, de un homosexual, de un enfermo terminal de Sida, y preguntarse qué siente, quiere, desea, necesita y exige. La respuesta será invariablemente respeto que, sin embargo, es lo que menos damos y propiciamos como sociedad".

 

Se deben cambiar las actitudes frente a las personas que viven con VIH y respetar sus derechos, si queremos que el problema disminuya. El mejor aliado para el autocuidado y el de la pareja es el condón, pero hay que informarse para saberlo utilizar.

 

Carlos Villarreal, investigador del Instituto de Física y  profesor de la Facultad de Ciencias, explicó que cuando una persona se infecta, el número de virus en el plasma sanguíneo aumenta de manera considerable, llega a una máximo y después de algunas semanas, debido a la respuesta inmunológica del cuerpo, baja; pero no desaparece.

 

Entonces se mantiene en un nivel bajo, pero finito, por lo que el organismo puede permanecer 10 años -en promedio- en una etapa latente de la infección; después empiezan a presentarse los síntomas, como las enfermedades oportunistas y la demencia. En esta etapa, el virus aumenta de nueva cuenta sus niveles en el plasma sanguíneo.

 

En la sangre de una persona sana –sostuvo- hay alrededor de mil células por milímetro cúbico; cuando se infecta por VIH dichos niveles bajan y, aunque luego se recuperan, no vuelven a alcanzar los parámetros originales. "Se ve un decaimiento paulatino de los linfocitos T CD4 en la sangre y al final de la enfermedad alcanza niveles de cero".

 

Pero, ¿cómo es que cuando esto sucede, es decir, sin células para reproducirse, el virus tenga niveles tan altos? La respuesta vino luego de años de investigación. La mayor parte de los virus del VIH no están en la sangre, sino en los ganglios linfáticos. Ahí es en donde se alojan hasta cien mil millones de éstos. Así, una vez que pasa una década, sobrevienen las enfermedades y la muerte, concluyó.

 

 

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Foto1

 

Oscar Chávez Lanz, coordinador de los Talleres de Sexualidad en el Museo del Chopo Sex chop, afirmó que es una “caricatura” considerar a la abstinencia sexual como un auténtico método de protección contra el Sida

 

 

Foto 2

 

Rubén Martínez, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que en México existen entre 40 y 50 mil pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana, causante del Sida, pero si se toma en cuenta a quienes no recurren a los servicios de salud, podrían ser hasta 150 mil

 

 

Foto 3

 

En la mesa redonda Sexualidad y Sida. Investigación, salud y educación, organizada por la Facultad de Ciencias de la UNAM, Arturo Romero Anaya, jefe del Departamento de Sexualidad del Instituto Mexicano de la Juventud, indicó que no se respetan los derechos de quienes viven con el virus de inmunodeficiencia humana, causante de la enfermedad

 

 

Foto 4

 

Carlos Villarreal, investigador del Instituto de Física de la UNAM, dijo que se ha descubierto que la mayor parte de los virus del VIH no se encuentran en la sangre, sino en los ganglios linfáticos; ahí pueden alojarse hasta cien mil millones de ellos