06:00 hrs. Diciembre 07 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0996

Ciudad Universitaria

 

 Pies de fotos al final del boletín

 

NECESARIO, UN AJUSTE A LA POLÍTICA EXTERIOR MEXICANA: PÉREZ CORREA

 

·        El acuerdo migratorio está detenido, no muerto: Eduardo Roldán

·        México ha abandonado el multilateralismo en beneficio de EU, refirió la senadora Dulce María Sauri 

·        En lo que va de la administración, ha existido claridad en los objetivos y estrategias en la materia, afirmó Roberto Peña

·        Se inauguró el X Foro Nacional de Política Exterior de México “El debate actual”

 

Ante los procesos de transición y alternancia en México, es necesario ajustar y volver a conformar una política exterior mexicana orientada  por el concepto del interés nacional, aseguró el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Fernando Pérez Correa.

 

Al inaugurar el X Foro Nacional de Política Exterior de México “El debate actual”, en el Auditorio “Ricardo Flores Magón” de la propia Facultad, Pérez Correa apuntó que el país ha vivido en las décadas más recientes un intenso proceso de transición, la alternancia del partido en el Poder Ejecutivo en el año 2000, así como experiencias inéditas en el ámbito legislativo.

 

Frente a ello, dijo, las relaciones internacionales de México han cobrado una de las significaciones más destacadas en las realidades de nuestra vida política. Son el instrumento del gobierno mexicano para la promoción de los intereses nacionales en el extranjero, y hoy también representan una definición clave de la vida interna de México.

 

Estás, abundó, deben ser conducidas por el Ejecutivo Federal teniendo presentes los grandes principios que nuestra Constitución consagra.

 

Estos legados son: la solución pacífica de las controversias; la búsqueda del esquema cooperativo para regir las relaciones internacionales; los principios de no intervención en los asuntos de los otros Estados; la afirmación de la soberanía nacional, y la paz.

 

En contraste con estos principios, dijo, el mundo contemporáneo ha presenciado un doble movimiento de crisis del concepto de soberanía: uno interno, hacia la afirmación de las autonomías territoriales y políticas de muchas fuerzas, así como la expresión de la interdependencia entre las naciones, y –por otro lado- el desarrollo de un orden internacional que va más allá de la voluntad interna de los Estados a la luz de ciertos principios generales, como la Carta de la ONU sobre los derechos del hombre.

 

Por ello, para hacer compatible en el diseño de una política exterior esta dualidad de principios de orientación, un elemento clave es no concebir las relaciones internacionales como una esfera aislada de los asuntos internos, sino como  una expresión de éstos, opinó.

 

La FCPyS, señaló Pérez Correa, está llamada a jugar un papel en el examen y dilucidación del debate sobre el interés nacional: “Desde luego afirmamos -y ésta es una tradición de nuestra casa- que cualesquiera que sean las evoluciones, las transiciones que nos ofrezca la escena internacional, en el ámbito de los derechos fundamentales de los pueblos tenemos una herencia que preservar y transmitir al mundo, recibida de los fundadores de la política exterior”.

 

Dicha herencia está regida, apuntó, por una orientación clave e irrenunciable: las relaciones entre las naciones deben estar gobernadas por el Derecho, independientemente de las consideraciones de fuerza y de hegemonía.

 

Concluyó que son las propias agencias internacionales -que hace apenas dos décadas defendían el modelo de desarrollo neoliberal-, quienes han  puesto la señal de alerta sobre las limitaciones internas de éste: la agudización de la desigualdad, así como la profundización de la pobreza y de la inequidad, no sólo en el ambiente interno de los países, sino en el de la esfera internacional.

 

La senadora Dulce María Sauri se refirió al abandono de nuestro país al multilateralismo y la renuncia a una serie de foros e instancias internacionales para privilegiar sus vínculos con Estados Unidos y en general con Norteamérica sobre cualquier otra cuestión.

 

Ha habido, puntualizó, omisiones serias en los lazos con Europa y en especial con la región Asia-Pacífico. “Ni siquiera la reciente reunión de líderes del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC) permite hacer a un lado el hecho de que México no ha tenido una política consistente hacia esa zona”, indicó.

 

Luego de la inauguración del Foro, en la mesa “Prioridades de la Política Exterior”, el presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, Eduardo Roldán, afirmó que el acuerdo migratorio con Estados Unidos está “detenido, no está muerto”.

 

Dio a conocer cifras que revelan “el tamaño del pastel”: el crecimiento de la población hispana en ese país ha propiciado un mercado de 450 mil millones de dólares anuales. Poseen entre 1.5 millones y dos millones de negocios, de los cuales cerca del 50% son de mexicanos. En total, tienen ventas anuales por 184 mil millones de dólares.

 

La Oficina del Censo de Estados Unidos informó en enero de 2001 que 28.4 millones de los residentes en Estados Unidos -aproximadamente un 10% de los 281 millones 421 mil 906 habitantes-nacieron en otros países, y de éstos, una tercera parte procede de México o de Centroamérica.

 

Las proyecciones para el 2010, señaló Roldán, son 53 millones de hispanos viviendo en el país vecino, de los cuales 36 millones serían de origen mexicano, con un poder de consumo de 965 mil millones de dólares anuales.

 

Indicó que los diez mercados con mayor población de mexicanos son: Los Angeles, San Francisco, Chicago, Houston, Dallas, San Antonio, Phoenix, Fresno, Sacramento y Tucson.

 

Roldán concluyó que el acuerdo migratorio se detuvo después de los atentados del 11 de septiembre del año 2001, pero insistió en que no está muerto.

 

Por su parte, el  coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS, Roberto Peña, señaló que -transcurrido el primer tercio del actual gobierno- se puede afirmar que ha existido claridad en los objetivos y estrategias de nuestra política exterior, lo que no significa que éstos sean compartidos por el grueso de la población.

 

Por el contrario, consideró,  tal parece que en los últimos dos años (al margen de los aciertos y errores) el rumbo de la política exterior se ha venido cuestionando de manera sistemática por diversos sectores de la sociedad mexicana, lo cual ha propiciado un debate de alcances insospechados.

 

Al revisar los rumbos de la política exterior, en esencia se cuestiona el proyecto de Nación que ha prevalecido no sólo en los dos años más recientes, sino en los últimos 20 años, aseguró.

 

En su oportunidad, el profesor e investigador de la FCPyS de la UNAM, Alejandro Chanona, expuso que si se asume que el modelo actual  de Política Exterior ya no responde a las nuevas necesidades por satisfacer, es necesario entonces establecer las bases de ajuste y modificación de la misma, incluido el debate de sus fundamentos constitucionales.

 

De lo contrario, advirtió Chanona, el tema continuará siendo un motivo de fricción constante entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, y la única perdedora será la Nación en su conjunto.

 

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Foto 2

 

Silvia Cabrera Nieto, Fernando Pérez Correa y Roberto Peña Guerrero, durante la inauguración del X Foro Nacional de Política Exterior de México. El debate actual

 

Foto 3

 

El acuerdo migratorio con Estados Unidos está detenido, no muerto, aseveró Eduardo Roldán, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, durante su participación en la mesa “Prioridades de la política exterior” realizada en el marco del X Foro Nacional de Política Exterior de México. El debate actual

 

Foto 4

 

Si se asume que el modelo actual de política exterior ya no responde a las nuevas necesidades, es necesario establecer las bases de ajuste y modificación del mismo, consideró Alejandro Chanona, de la FCPyS, al participar en el X Foro Nacional de Política Exterior de México. El debate actual

 

Foto 5

 

La senadora Dulce María Sauri afirmó que México ha descuidado el multilateralismo en beneficio de Estados Unidos