13:00 hrs. Diciembre 02 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0986

Ciudad Universitaria

 

 

 

COMO UN PRODUCTO HUMANO, LA CIENCIA EN EL MUNDO ESTÁ PLAGADA DE TRASPIÉS: DE LA PEÑA

 

·        Las ideas erróneas resultan ser las más populares, lo cual es peligroso, sostuvo el director del Instituto de Matemáticas

·        La comunidad científica deberá enfrentar la apropiación privada de los conocimientos: Ana María Cetto, investigadora del Instituto de Física

·        El científico evidentemente no tiene ningún control sobre el destino de la información que produce una vez que la da a conocer: Soledad Loaeza, investigadora del Colmex

 

Nos hemos cansado de escuchar elogios sobre las maravillas de la ciencia en el mundo; de creer que automáticamente ésta significa progreso, pues “al evolucionar, hace evolucionar a la sociedad”, y alrededor de ella se ha tejido todo un mito acerca de su infalibilidad. Pero como un producto humano que es, está plagada de traspiés y regresiones, indicó José Antonio de la Peña.

 

El director del Instituto de Matemáticas de la UNAM señaló que es más rápida la apropiación por parte de la sociedad de ciertas ideas erróneas que, por alguna causa, resultan ser populares y son las que pegan, lo cual es peligroso.

 

Durante la mesa redonda La apropiación del conocimiento, durante el Seminario Ciencia y tecnología ¿para qué?, organizado por la Dirección General de Estudios de Posgrado, agregó que muchos conocimientos válidos llevan a equivocaciones.

 

El también presidente de la Academia Mexicana de Ciencias sostuvo que si bien la ciencia está ligada estrechamente a la noción de progreso, también es cierto que éste no es lineal ni sencillo. Al revisar la historia de los grandes descubrimientos o los grandes hombres dedicados a esta actividad, “encontramos que no ha avanzado tan fácilmente”.

 

La ciencia, indicó, está expuesta a grandes problemas de diversos tipos. Uno de ellos es que gente de buena fe, basada en conocimientos obtenidos honestamente y siguiendo una metodología, puede llegar a conclusiones totalmente equivocadas. Otro inconveniente es que esta actividad, “depende de la política local, de la situación ideológica de los países, así como de los gobiernos”.

 

Por su parte Ana María Cetto, investigadora del Instituto de Física de la UNAM, señaló que la tendencia reciente en una buena parte de los científicos es una transición de la propiedad intelectual colectiva a la privada. Incluso, hay casos en los cuales se han patentado genes o información.

 

“Buena parte de la ciencia hoy en día se lleva a cabo con recursos y fines privados. Se va más allá y conocimientos científicos que han sido creados o adquiridos de manera pública, también pueden ser privatizados”.

 

Esta propensión, recalcó, se presenta incluso con la sabiduría de las comunidades -en particular las indígenas- como los conocimientos sobre las plantas. “Están siendo redescubiertos por empresas que buscan sacar provecho particular de ellos”, aseveró.

 

Dada esta situación, Ana María Cetto insistió en que la comunidad científica deberá trabajar más sobre este tema y enfrentar claramente la apropiación privada del conocimiento. “Aquí las organizaciones científicas pueden jugar un papel importante”.

 

Otras formas de apropiación de la ciencia, resaltó, son las publicaciones científicas y la asignación de los nombres de los descubridores a los nuevos conocimientos, por ejemplo, las Leyes de Newton.

 

En su intervención, Soledad Loaeza, profesora e investigadora de El Colegio de México, indicó que “la apropiación del conocimiento es el destino natural de éste”; es decir, que otras personas distintas de quienes lo han producido lo adquieran para sí y lo integren a su mundo individual, su repertorio de instrumentos de comprensión de la realidad”.

 

Abundó: “los investigadores normalmente no desarrollamos nuevos conceptos para consumo personal, mantenemos la esperanza de que otros también se beneficien de ellos”; sin embargo, “nos apropiamos del conocimiento de otros”.

 

El científico evidentemente no tiene ningún control sobre el destino de la información que produce una vez que la da a conocer, ni sobre cómo llega al destinatario, la forma que tomó en la mente del lector y la manera como éste la trasmite. Por tanto, podemos decir que “el proceso de apropiación del conocimiento es muy complejo; sólo podemos tener de éste una imagen fragmentaria y parcial”.

 

Diferenció también entre los conceptos adquirir y apropiarse del conocimiento. El primero se refiere a una acción voluntaria y explícita, cuyo propósito es obtener y ejercer un derecho de propiedad que en este caso particular es sobre las ideas. El segundo es una actividad ilegítima e incluye “malas mañas”. Quizá en ambas situaciones los medios son los mismos, lo que difiere son los fines: para qué se desea este conocimiento.

 

 

 

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