Boletín UNAM-DGCS-0974
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
SIGUE LA POLÉMICA ACERCA DEL USO DE PRODUCTOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE
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Limitar el uso y el desarrollo de las
técnicas de la biotecnología moderna representa arriesgar la soberanía de la
nación: Bolívar Zapata, del Instituto de Biotecnología de la UNAM
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El desarrollo de este tipo de conocimientos
debe ser prioritario y buscar siempre que respondan a los intereses del país,
dijo Carlos Camacho Gaos, presidente ejecutivo de AgroBIO México
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No es necesario ponernos en ese riesgo,
afirmó Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión,
Tecnología y Concentración
El uso de los productos
modificados genéticamente es sumamente polémico, como se puso nuevamente de
manifiesto en la primera sesión de las Jornadas Alimentos transgénicos. Un
problema y una solución desde la interdisciplina, que tiene lugar en la UNAM.
Para Francisco Bolívar Zapata,
investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, suspender o incluso
limitar el desarrollo de las técnicas de la biotecnología moderna, y en
particular las que permiten la construcción de organismos genéticamente
modificados, significa “cancelar nuestra capacidad para contender con muchos
problemas y por ello, arriesgar la soberanía de la nación”.
Carlos Camacho Gaos,
presidente ejecutivo de AgroBIO México, al hablar de su propuesta de Política y
regulación de la biotecnología indicó que el desarrollo de las investigaciones
sobre este tipo de conocimientos debe tener un lugar prioritario y buscar
siempre que responda a los intereses del país.
Silvia Ribeiro, investigadora
del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración, se refirió al Contexto
empresarial y nuevas tendencias en alimentos transgénicos, sobre los cuales
subrayó que si hay una mínima duda, aunque sea del 0.5%, acerca de las secuelas
por el consumo de estos productos, es preferible que “no salgan”. No es
necesario ponernos en ese riesgo, puntualizó.
En el Auditorio “Alfonso Caso” de Ciudad
Universitaria, el especialista Bolívar Zapata destacó que después de 25 años de
que se han diseñado, construido y utilizado una gran cantidad de organismos
transgénicos, nadie puede asegurar que esto haya tenido consecuencias
alarmantes, aunque la posibilidad existe.
Insistió, los nuevos
organismos “han permitido resolver un buen número de problemas y han abierto
también avenidas novedosas y extraordinarias para satisfacer las necesidades de
la sociedad humana y del planeta”.
El también miembro de El
Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de Ciencias, agregó al referirse al
tema de Biotecnología y bioseguridad, que indudablemente, si algo delicado
sucediera por el uso de los transgénicos, habría que reevaluar la situación,
tanto en lo general como en lo particular.
En estas jornadas, organizadas
por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades,
y las cuales inauguró Rosaura Ruiz, directora general de Estudios de Posgrado
de la UNAM, Bolívar Zapata resaltó la importancia de señalar también que hay ejemplos
muy claros –“en los cuales todos coincidimos desde un inicio”–, en que estas
técnicas no deberían utilizarse, por ejemplo, en la construcción de armas
biológicas.
Hasta ahora, abundó, el
principio que ha guiado y ha prevalecido es el de analizar el uso de
transgénicos caso por caso.
Consideró también que sería
improcedente e inadecuado desarrollar un marco jurídico restrictivo que
implicara no utilizar o limitar de manera importante el empleo de organismos
transgénicos en México; nuestro país sería rebasado rápidamente, alertó, porque este tipo de productos ya está en
México (el maíz Bt es un ejemplo) y se siguen produciendo en el mundo en
cantidades gigantescas para ser utilizados como alimentos, por lo cual es
prácticamente imposible pensar en que se pudiera impedir su entrada al país.
Camacho Gaos aseguró que por seguridad
debe crearse un ambiente propicio basándose en diez puntos: que haya
financiamiento gubernamental a la investigación y el desarrollo de este campo
del conocimiento, estímulos a la inversión, regulaciones efectivas, capital de
riesgo, protección de la propiedad intelectual, fomento a flujos de tecnología,
fortalecimiento de servicios de apoyo, políticas específicas, recursos humanos
especializados en esta área, y la creación de una conciencia pública sobre el
tema.
Sobre los tres puntos finales
destacó que en México deberíamos, antes que nada, preguntarnos si queremos o no
establecer un programa de biotecnología apoyado por una política de Estado.
En segundo lugar, destacó, que
no se puede progresar sin la formación básica, pues para su desarrollo se
requieren científicos en áreas como
ingenieros, agrónomos, veterinarios, médicos, abogados, gerentes de proyectos y
de tecnología, entre otros.
Finalmente, sostuvo que deben
evitarse temores infundados, lo cual se puede lograr informando sobre los
beneficios, riesgos y cómo son éstos manejados.
Silvia Ribeiro indicó que en
Estados Unidos se acaban de descubrir 300 sitios legales, pero secretos, donde
se hace modificación transgénica en plantas, las cuales se han desarrollado no
con la idea de que sean más nutritivas o resistentes a la sequía, sino para
elaborar adhesivos, plásticos, un abortivo y espermicida, entre otros. Esto,
informó, sucedió la semana pasada en Nebraska y se supo también que ya había
ocurrido en Iowa.
Lo anterior, recalcó,
significa que “la contaminación que ahora encontramos en México con maíz Bt,
mañana puede ser con maíz que se utilizará para producir plásticos”. Esta
amenaza, concluyó, no sólo no está controlada, ni regulada en nuestro vecino
del norte en forma específica, por lo cual puede llegar a los niños de nuestro
país, sin enterarnos siquiera. Por eso, debe regularse este tipo de
investigación en México pero teniendo en cuenta qué, cómo y por qué se
desarrollan dichos organismos.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Limitar el uso y
desarrollo de las técnicas de la biotecnología moderna significa arriesgar la
soberanía nacional, afirmó Francisco Bolívar, investigador del Instituto de
Biotecnología de la UNAM, al participar en las Jornadas Alimentos transgénicos.
Un problema y una solución desde la interdisciplina.
Foto 2
En México debemos
preguntarnos si queremos o no establecer un programa de biotecnología que parta
de una política de Estado, indicó Carlos Camacho Gaos, presidente ejecutivo de
AgroBIO México, durante su participación en las Jornadas Alimentos
transgénicos. Un problema y una solución desde la interdisciplina
Foto 3
Si hay una duda, aunque sea del 0.5%, acerca de los alimentos transgénicos, que no salgan, no es necesario ponernos en riesgo, señaló Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración