06:00 hrs. Noviembre 27 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0974

Ciudad Universitaria

 

 Pies de fotos al final del boletín

 

SIGUE LA POLÉMICA ACERCA DEL USO DE PRODUCTOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE

 

·        Limitar el uso y el desarrollo de las técnicas de la biotecnología moderna representa arriesgar la soberanía de la nación: Bolívar Zapata, del Instituto de Biotecnología de la UNAM

·        El desarrollo de este tipo de conocimientos debe ser prioritario y buscar siempre que respondan a los intereses del país, dijo Carlos Camacho Gaos, presidente ejecutivo de AgroBIO México

·        No es necesario ponernos en ese riesgo, afirmó Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración

 

El uso de los productos modificados genéticamente es sumamente polémico, como se puso nuevamente de manifiesto en la primera sesión de las Jornadas Alimentos transgénicos. Un problema y una solución desde la interdisciplina, que tiene lugar en la UNAM.

 

Para Francisco Bolívar Zapata, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, suspender o incluso limitar el desarrollo de las técnicas de la biotecnología moderna, y en particular las que permiten la construcción de organismos genéticamente modificados, significa “cancelar nuestra capacidad para contender con muchos problemas y por ello, arriesgar la soberanía de la nación”.

 

Carlos Camacho Gaos, presidente ejecutivo de AgroBIO México, al hablar de su propuesta de Política y regulación de la biotecnología indicó que el desarrollo de las investigaciones sobre este tipo de conocimientos debe tener un lugar prioritario y buscar siempre que responda a los intereses del país.

 

Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración, se refirió al Contexto empresarial y nuevas tendencias en alimentos transgénicos, sobre los cuales subrayó que si hay una mínima duda, aunque sea del 0.5%, acerca de las secuelas por el consumo de estos productos, es preferible que “no salgan”. No es necesario ponernos en ese riesgo, puntualizó.

 

En el Auditorio “Alfonso Caso” de Ciudad Universitaria, el especialista Bolívar Zapata destacó que después de 25 años de que se han diseñado, construido y utilizado una gran cantidad de organismos transgénicos, nadie puede asegurar que esto haya tenido consecuencias alarmantes, aunque la posibilidad existe.

 

Insistió, los nuevos organismos “han permitido resolver un buen número de problemas y han abierto también avenidas novedosas y extraordinarias para satisfacer las necesidades de la sociedad humana y del planeta”.

 

El también miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de Ciencias, agregó al referirse al tema de Biotecnología y bioseguridad, que indudablemente, si algo delicado sucediera por el uso de los transgénicos, habría que reevaluar la situación, tanto en lo general como en lo particular.

 

En estas jornadas, organizadas por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, y las cuales inauguró Rosaura Ruiz, directora general de Estudios de Posgrado de la UNAM, Bolívar Zapata resaltó la importancia de señalar también que hay ejemplos muy claros –“en los cuales todos coincidimos desde un inicio”–, en que estas técnicas no deberían utilizarse, por ejemplo, en la construcción de armas biológicas.

 

Hasta ahora, abundó, el principio que ha guiado y ha prevalecido es el de analizar el uso de transgénicos caso por caso.

Consideró también que sería improcedente e inadecuado desarrollar un marco jurídico restrictivo que implicara no utilizar o limitar de manera importante el empleo de organismos transgénicos en México; nuestro país sería rebasado rápidamente, alertó,  porque este tipo de productos ya está en México (el maíz Bt es un ejemplo) y se siguen produciendo en el mundo en cantidades gigantescas para ser utilizados como alimentos, por lo cual es prácticamente imposible pensar en que se pudiera impedir su entrada al país.

 

Camacho Gaos aseguró que por seguridad debe crearse un ambiente propicio basándose en diez puntos: que haya financiamiento gubernamental a la investigación y el desarrollo de este campo del conocimiento, estímulos a la inversión, regulaciones efectivas, capital de riesgo, protección de la propiedad intelectual, fomento a flujos de tecnología, fortalecimiento de servicios de apoyo, políticas específicas, recursos humanos especializados en esta área, y la creación de una conciencia pública sobre el tema.

 

Sobre los tres puntos finales destacó que en México deberíamos, antes que nada, preguntarnos si queremos o no establecer un programa de biotecnología apoyado por una política de Estado.

 

En segundo lugar, destacó, que no se puede progresar sin la formación básica, pues para su desarrollo se requieren científicos en áreas  como ingenieros, agrónomos, veterinarios, médicos, abogados, gerentes de proyectos y de tecnología, entre otros.

 

Finalmente, sostuvo que deben evitarse temores infundados, lo cual se puede lograr informando sobre los beneficios, riesgos y cómo son éstos manejados.

 

Silvia Ribeiro indicó que en Estados Unidos se acaban de descubrir 300 sitios legales, pero secretos, donde se hace modificación transgénica en plantas, las cuales se han desarrollado no con la idea de que sean más nutritivas o resistentes a la sequía, sino para elaborar adhesivos, plásticos, un abortivo y espermicida, entre otros. Esto, informó, sucedió la semana pasada en Nebraska y se supo también que ya había ocurrido en Iowa.

 

Lo anterior, recalcó, significa que “la contaminación que ahora encontramos en México con maíz Bt, mañana puede ser con maíz que se utilizará para producir plásticos”. Esta amenaza, concluyó, no sólo no está controlada, ni regulada en nuestro vecino del norte en forma específica, por lo cual puede llegar a los niños de nuestro país, sin enterarnos siquiera. Por eso, debe regularse este tipo de investigación en México pero teniendo en cuenta qué, cómo y por qué se desarrollan dichos organismos.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

Foto 1

 

Limitar el uso y desarrollo de las técnicas de la biotecnología moderna significa arriesgar la soberanía nacional, afirmó Francisco Bolívar, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, al participar en las Jornadas Alimentos transgénicos. Un problema y una solución desde la interdisciplina.

 

Foto 2

 

En México debemos preguntarnos si queremos o no establecer un programa de biotecnología que parta de una política de Estado, indicó Carlos Camacho Gaos, presidente ejecutivo de AgroBIO México, durante su participación en las Jornadas Alimentos transgénicos. Un problema y una solución desde la interdisciplina

 

Foto 3

 

Si hay una duda, aunque sea del 0.5%, acerca de los alimentos transgénicos, que no salgan, no es necesario ponernos en riesgo, señaló Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración