Boletín UNAM-DGCS-0965
Ciudad Universitaria
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Las provocadas por sequías, incendios y sismos
no son tan grandes, aseguró el meteorólogo Salvador Pérez Maravilla, consultor
de compañías de seguros
· Yucatán es la entidad más afectada, a diferencia de La Paz y Los Cabos, en Baja California Sur
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Participó en la conferencia “Cálculo de
pérdidas por huracanes e inundaciones”, en el Centro de Ciencias de la
Atmósfera
Las pérdidas de bienes materiales
provocadas por sequías, incendios y sismos no son tan grandes como las causadas
por los huracanes, aseguró Salvador Pérez Maravilla, colaborador del Centro
Meteorológico de la Comisión Federal de Electricidad y consultor de compañías
de seguros.
Además, señaló que según la carta de
distribución de incidencia de ciclones tropicales, de acuerdo a dos bases de datos
(de 1986 a 2002 y otra de 1949 al 2002), se nota la concentración de esos
fenómenos naturales en la península de Yucatán, en lo cual influye la orografía
y la latitud. En cambio, La Paz y los Cabos, Baja California Sur, quedarían en
un rango de afectación menor.
Al dictar la conferencia
“Cálculo de pérdidas por huracanes e inundaciones” en el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, el
meteorólogo explicó que, por ejemplo, hasta ahora las compañías de seguros no
han determinado con precisión las pérdidas ocasionadas por los ciclones
tropicales.
Por eso se inició un proyecto (está en su
primera fase) por medio del cual se intenta obtener el cálculo de la Pérdida
Máxima Probable (PML) por Huracán e Inundación (HURIN), con el propósito de que
sea útil para las compañías de seguros.
Recordó que hasta hace algunos
años, esas compañías cobraban las primas de sitios asegurados (hospitales,
escuelas, consorcios hoteleros, etcétera) con base en zonas de riesgo
consideradas en función de la topografía; por ejemplo, el grado de pérdida
máxima (catastrófico) se determinaba por elevaciones menores a 500 metros sobre
el nivel medio del mar, cercanas a las costas.
Sin embargo, eran dejados de lado
desastres como el huracán Isidore. Ante situaciones de este tipo, “las
compañías de seguros no tienen el soporte económico para hacer frente a un
siniestro, aunque se reaseguren y amorticen sus pérdidas”.
En 2001, después de algunas charlas con
Grupo Nacional Provincial y Comercial América (hoy ING) se hicieron vistas para
valorar físicamente la zona hotelera de Cancún.
Este primer análisis y acercamiento al
problema, precisó Pérez Maravilla, mostró que hay poca información al respecto.
De ahí que el siguiente paso fue tratar de obtener, con la participación de la
Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, el cálculo de PML por huracán
e inundación.
En la primera etapa del proyecto (ahora
en proceso) “queremos recabar la información de todas las bases de datos
meteorológicos, de lluvia y de huracanes de los sitios asegurados, y
determinar, en función del análisis de información, la afectación por
recurrencia de ciclones y lluvia, y por último calcular el PML por huracán e
inundación. Por ello, “se están correlacionando los archivos históricos de
pérdidas de las propias aseguradoras”.
La primera etapa, a efectuarse
en 10 meses, deberá ser concluida en julio próximo. Se espera que en enero termine
el procesamiento de la información climatológica, referente sólo al parámetro y
variable de lluvia máxima en 24 horas. Después se analizarán las variables
estadísticas.
Éstas señalan, por ejemplo, que la
entrada de "Isidore" corresponde a la zona que históricamente ha
tenido mayor afectación por ciclones tropicales en el estado de Yucatán (junto
con la parte oriente). Ahora también es necesario cuantificar el número de
tormentas y huracanes de categorías menores que han sido registradas en cada área.
Además, finalizó, ante la recurrencia de
ciclones tropicales, se vio la necesidad de crear un mapa de zonas de
afectación en cualquier categoría (depresiones tropicales, tormentas tropicales
o huracanes).
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Los huracanes provocan mayores pérdidas de bienes materiales que las sequías, incendios y sismos, indicó en la UNAM Salvador Pérez Maravilla, colaborador del Centro Meteorológico de la Comisión Federal de Electricidad.