06:00 hrs. Noviembre 12 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0935

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

COLOCAN EN LA UNAM PRÓTESIS EN CABEZA Y CUELLO A PACIENTES CON DEFECTOS CONGÉNITOS Y ADQUIRIDOS

 

·        Son personas de bajos recursos con daños desde el nacimiento o que han sufrido cirugías oncológicas o traumatológicas

·        René Jiménez Castillo, de la FO, dijo que existen programas de “cirugía extramuros” para corregir labio y paladar hendidos, destrucción del apéndice nasal, pérdida de globos oculares, defectos congénitos de oreja, etcétera

 

Para dar mejor calidad de vida y rehabilitar a pacientes de escasos recursos y que sufren deformaciones congénitas, así como otras ocasionadas por cirugías oncológicas o traumatológicas, principalmente en cabeza y cuello, universitarios de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología (FO) les colocan prótesis.

 

René Jiménez Castillo, coordinador de la Especialidad en Prótesis Maxilofacial que se imparte en esa División, explicó que a los beneficiados  se les colocan prótesis que les dan una mejor apariencia y les permiten desarrollarse a plenitud socialmente.

 

Cada año, dijo, los universitarios colocan aproximadamente de 450 a 500 prótesis: oculares, nasales, intraorales, faciales y auriculares.

 

Señaló que en ese espacio y fuera de las instalaciones universitarias, mediante programas de “cirugía extramuros”, personas con labio y paladar hendidos, maxilectomías, rinectomía o destrucción del apéndice nasal, microftalmos –con pérdida de globos oculares- o microtias (defectos congénitos de oreja), encuentran una oportunidad de rehabilitación basada en prótesis intraorales o extraorales.

Pero no sólo se atiende a pacientes con mutilaciones de cabeza y cuello, además se fabrican prótesis de mama y expansores vaginales (para casos de cáncer mamario y cervicouterino), así como de dedo, mano o pie (somatoprótesis).

 

La FO es la única en el mundo que imparte en posgrado la Especialidad en Prótesis Maxilofacial, afirmó el científico. Se fundó hace tres décadas ante la necesidad de formar profesionales que atiendan este tipo de problemas.

 

A pesar de la demanda, sólo hay alrededor de 30 o 40 especialistas que trabajan en instituciones de salud pública, como el Instituto Nacional de Cancerología (INC), los hospitales General Dr. Manuel Gea González, General de México, Juárez, Militar, oftalmológicos y con servicios oncológicos, IMSS e ISSSTE, además de esta casa de estudios.

 

Los alumnos de la especialidad reciben preparación no sólo en el ámbito odontológico (odontopediatría, periodoncia, cirugía maxilofacial, etcétera), sino hospitalario, en estrecha colaboración con el INC.

 

En el Posgrado de la FO se reciben pacientes provenientes de todo el país, de entidades como Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Guerrero, Veracruz, etcétera, todos ellos de escasos recursos, quienes son canalizados por diversas instituciones a la UNAM.

 

En los programas de cirugía extramuros en la zona maya se atiende a habitantes de Campeche, Quintana Roo y de otros sitios “donde nos es posible llegar; sin embargo, no alcanza la capacidad ni el tiempo para atender a tanta gente que requiere el servicio”.

 

Entre los casos más comunes de atención se encuentran niños con retinoblastoma (cáncer en los ojos), quienes requieren una prótesis ocular no sólo por una cuestión de estética, sino por razones ortopédicas, mientras terminan su crecimiento y desarrollo craneofacial. De otro modo, cuando cumplen 10 o 12 años, “la cara se les hunde y se deforman”. Ellos deben ser evaluados cada seis meses hasta los 18 o 20 años de edad.

 

Otro gran porcentaje de los pacientes lo conforman quienes han sido sometidos a una cirugía oncológica, por ejemplo, maxilectomías unilateral o bilateral, por tumores, o bien, por males como la mucormicosis rinocerebral (hongo que se aloja en pacientes diabéticos y que puede llevar a la muerte en cuestión de horas o días).

 

Una prótesis ocular tiene un costo de entre cinco mil y 20 mil pesos en un hospital privado; en este caso, si el paciente puede pagar se le pide una cuota de recuperación de mil 500 pesos; de no ser así, la Universidad absorbe el gasto, subrayó.

 

René Jiménez explicó que los materiales usados en el proceso de fabricación de prótesis fijas, removibles y de prostodoncia son esencialmente los utilizados en odontología: yesos, alginatos, hules de polisulfuro, acrílicos de termocurado e implantes.

 

También se recurre a un silicón -que puede estar en contacto con la piel- para pacientes que requieren una prótesis facial o auricular y que son susceptibles de presentar reincidencia de cáncer. Es un material flexible al cual se le da coloración por medio de fibras para que adquiera una apariencia semejante a la epidermis del paciente.

 

Los costos de las piezas y del tratamiento, precisó el especialista, varían en cada paciente según sea el caso. Algunos, tratados con protocolos de quimio y radioterapia, requieren de un manejo mucho más cauteloso.

 

La formación de especialistas

 

El doctor Jiménez Castillo mencionó que sólo dos instituciones públicas se dedican a colocar prótesis maxilofaciales:  la División de Estudios de Posgrado de la FO y el Hospital General de México.

 

El equipo de trabajo de la Facultad lo integran, además, Alejandro Benavides Ríos y Vicente González Cardín, profesores adscritos al departamento de Prótesis Maxilofacial.

 

Ahí, los alumnos se forman durante dos años. “Tratamos que en su preparación y en la actualización de los profesores imperen las técnicas más avanzadas”. De ese modo se realizan diferentes actividades, como el VI Encuentro Internacional de la Sociedad Latinoamericana de Rehabilitación de la Cara y Prótesis Bucodentomaxilofacial, efectuado en esta ciudad del 24 al 26 de octubre pasado.

 

Asimismo, con la ayuda de la FO y de su director, José Antonio Vela, se creó en 1998 la especialidad (alterna) en la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), ante la necesidad de atender a la población de aquella región, “porque no es posible que todo se tenga que canalizar al Distrito Federal”.

 

Se abrió por una generación, de dos años de estudios, pero tuvo tanto éxito que el gobierno del estado solicitó su continuación para beneficio de personas de escasos recursos, que en muchas ocasiones ni siquiera hablan español. Hoy, la UNAM y la UAC colaboran en los programas de cirugía extramuros.

 

Empero, el número de especialistas es aún reducido, pocos se dedican a este trabajo, a pesar de que tan sólo en los hospitales oncológicos hay infinidad de personas “que piden ayuda; nosotros podemos dárselas. Ese es el propósito de la Facultad: servir a la sociedad, con calidad y con menor costo”.

 

Es necesario que la sociedad sepa que nuestra labor existe y está disponible para enfermos de todo el país, y que los alumnos se interesen y decidan apoyar a la población, sobre todo de escasos recursos, finalizó Jiménez Castillo.

 

 

 

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Foto 1

A pesar de la demanda de especialistas en prótesis maxilofacial, sólo existen alrededor de 40 profesionistas en el área que laboran en instituciones de salud pública del país, lamentó René Jiménez Castillo, de la Facultad de Odontología de la UNAM.

 

Foto 2

Entre los casos más comunes de personas que requieren una prótesis, no sólo por cuestión de estética sino por razones ortopédicas, se encuentran los niños, mismos que también son atendidos en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología.