Boletín UNAM-DGCS-0935
Pies
de fotos al final del boletín
COLOCAN EN LA UNAM PRÓTESIS EN CABEZA Y CUELLO A PACIENTES CON DEFECTOS CONGÉNITOS Y ADQUIRIDOS
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Son personas de bajos recursos con daños
desde el nacimiento o que han sufrido cirugías oncológicas o traumatológicas
·
René Jiménez Castillo, de la FO, dijo que
existen programas de “cirugía extramuros” para corregir labio y paladar
hendidos, destrucción del apéndice nasal, pérdida de globos oculares, defectos
congénitos de oreja, etcétera
Para dar mejor
calidad de vida y rehabilitar a pacientes de escasos recursos y que sufren
deformaciones congénitas, así como otras ocasionadas por cirugías oncológicas o
traumatológicas, principalmente en cabeza y cuello, universitarios de la
División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología
(FO) les colocan prótesis.
René Jiménez
Castillo, coordinador de la Especialidad en Prótesis Maxilofacial que se
imparte en esa División, explicó que a los beneficiados se les colocan prótesis que les dan una
mejor apariencia y les permiten desarrollarse a plenitud socialmente.
Cada año, dijo, los universitarios
colocan aproximadamente de 450 a 500 prótesis: oculares, nasales, intraorales,
faciales y auriculares.
Señaló que en ese
espacio y fuera de las instalaciones universitarias, mediante programas de
“cirugía extramuros”, personas con labio y paladar hendidos, maxilectomías,
rinectomía o destrucción del apéndice nasal, microftalmos –con pérdida de
globos oculares- o microtias (defectos congénitos de oreja), encuentran una
oportunidad de rehabilitación basada en prótesis intraorales o extraorales.
Pero no sólo se atiende a pacientes
con mutilaciones de cabeza y cuello, además se fabrican prótesis de mama y
expansores vaginales (para casos de cáncer mamario y cervicouterino), así como
de dedo, mano o pie (somatoprótesis).
La FO es la única en el mundo que imparte
en posgrado la Especialidad en Prótesis Maxilofacial, afirmó el científico. Se
fundó hace tres décadas ante la necesidad de formar profesionales que atiendan
este tipo de problemas.
A pesar de la demanda, sólo hay alrededor
de 30 o 40 especialistas que trabajan en instituciones de salud pública, como
el Instituto Nacional de Cancerología (INC), los hospitales General Dr. Manuel
Gea González, General de México, Juárez, Militar, oftalmológicos y con
servicios oncológicos, IMSS e ISSSTE, además de esta casa de estudios.
Los alumnos de la especialidad reciben
preparación no sólo en el ámbito odontológico (odontopediatría, periodoncia,
cirugía maxilofacial, etcétera), sino hospitalario, en estrecha colaboración
con el INC.
En el Posgrado de la FO se reciben
pacientes provenientes de todo el país, de entidades como Tamaulipas, Sinaloa,
Durango, Guerrero, Veracruz, etcétera, todos ellos de escasos recursos, quienes
son canalizados por diversas instituciones a la UNAM.
En los programas de cirugía extramuros en
la zona maya se atiende a habitantes de Campeche, Quintana Roo y de otros
sitios “donde nos es posible llegar; sin embargo, no alcanza la capacidad ni el
tiempo para atender a tanta gente que requiere el servicio”.
Entre los casos más comunes de atención
se encuentran niños con retinoblastoma (cáncer en los ojos), quienes requieren
una prótesis ocular no sólo por una cuestión de estética, sino por razones
ortopédicas, mientras terminan su crecimiento y desarrollo craneofacial. De
otro modo, cuando cumplen 10 o 12 años, “la cara se les hunde y se deforman”.
Ellos deben ser evaluados cada seis meses hasta los 18 o 20 años de edad.
Otro gran porcentaje de los pacientes lo
conforman quienes han sido sometidos a una cirugía oncológica, por ejemplo,
maxilectomías unilateral o bilateral, por tumores, o bien, por males como la
mucormicosis rinocerebral (hongo que se aloja en pacientes diabéticos y que
puede llevar a la muerte en cuestión de horas o días).
Una prótesis ocular tiene un costo de
entre cinco mil y 20 mil pesos en un hospital privado; en este caso, si el
paciente puede pagar se le pide una cuota de recuperación de mil 500 pesos; de
no ser así, la Universidad absorbe el gasto, subrayó.
René Jiménez explicó que los materiales
usados en el proceso de fabricación de prótesis fijas, removibles y de
prostodoncia son esencialmente los utilizados en odontología: yesos, alginatos,
hules de polisulfuro, acrílicos de termocurado e implantes.
También se recurre a un silicón -que
puede estar en contacto con la piel- para pacientes que requieren una prótesis
facial o auricular y que son susceptibles de presentar reincidencia de cáncer.
Es un material flexible al cual se le da coloración por medio de fibras para
que adquiera una apariencia semejante a la epidermis del paciente.
Los costos de las piezas y del
tratamiento, precisó el especialista, varían en cada paciente según sea el
caso. Algunos, tratados con protocolos de quimio y radioterapia, requieren de
un manejo mucho más cauteloso.
La formación de especialistas
El doctor Jiménez Castillo mencionó que
sólo dos instituciones públicas se dedican a colocar prótesis
maxilofaciales: la División de Estudios
de Posgrado de la FO y el Hospital General de México.
El equipo de trabajo de la Facultad lo
integran, además, Alejandro Benavides Ríos y Vicente González Cardín,
profesores adscritos al departamento de Prótesis Maxilofacial.
Ahí, los alumnos se forman durante dos
años. “Tratamos que en su preparación y en la actualización de los profesores
imperen las técnicas más avanzadas”. De ese modo se realizan diferentes
actividades, como el VI Encuentro Internacional de la Sociedad Latinoamericana
de Rehabilitación de la Cara y Prótesis Bucodentomaxilofacial, efectuado en
esta ciudad del 24 al 26 de octubre pasado.
Asimismo, con la ayuda de la FO y de su
director, José Antonio Vela, se creó en 1998 la especialidad (alterna) en la
Universidad Autónoma de Campeche (UAC), ante la necesidad de atender a la
población de aquella región, “porque no es posible que todo se tenga que
canalizar al Distrito Federal”.
Se abrió por una generación, de dos años
de estudios, pero tuvo tanto éxito que el gobierno del estado solicitó su
continuación para beneficio de personas de escasos recursos, que en muchas
ocasiones ni siquiera hablan español. Hoy, la UNAM y la UAC colaboran en los
programas de cirugía extramuros.
Empero, el número de especialistas es aún
reducido, pocos se dedican a este trabajo, a pesar de que tan sólo en los
hospitales oncológicos hay infinidad de personas “que piden ayuda; nosotros
podemos dárselas. Ese es el propósito de la Facultad: servir a la sociedad, con
calidad y con menor costo”.
Es necesario que la sociedad sepa que
nuestra labor existe y está disponible para enfermos de todo el país, y que los
alumnos se interesen y decidan apoyar a la población, sobre todo de escasos
recursos, finalizó Jiménez Castillo.
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Foto 1
A pesar de la
demanda de especialistas en prótesis maxilofacial, sólo existen alrededor de 40
profesionistas en el área que laboran en instituciones de salud pública del
país, lamentó René Jiménez Castillo, de la Facultad de Odontología de la UNAM.
Foto 2
Entre los casos
más comunes de personas que requieren una prótesis, no sólo por cuestión de
estética sino por razones ortopédicas, se encuentran los niños, mismos que
también son atendidos en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de
la Facultad de Odontología.