06:00 hrs. Noviembre 5 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0920

Ciudad Universitaria

 

 

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SE DEBILITAN Y DESMORONAN LOS CIMIENTOS DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE: MORRIS BERMAN

 

·        El historiador de la Universidad John Kopkins vaticinó que este siglo será el último del dominio del vecino país del norte por su política de guerra en rubros tan importantes como el económico; su lugar lo ocuparía China

·        Dictó la conferencia magistral “La globalización, los sucesos del 11 de septiembre y el nuevo orden mundial”, organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

 

El siglo XXI será el último del imperio estadounidense, cuyos cimientos empezaron a debilitarse y desmoronarse debido a la política de guerra  de George W. Bush sobre rubros de gran importancia, como el económico, aseguró el historiador de la Universidad John Kopkins, Morris Berman.

 

Al dictar la conferencia magistral “La globalización, los sucesos del 11 de septiembre y el nuevo orden mundial”, organizada por el Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales, advirtió que Estados Unidos “no escapará a su destino”, debido a que actúa de acuerdo a su visión del mundo como un enorme mercado al cual quiere controlar.

 

En la videoconferencia que se transmitió en forma simultánea de la sala “Ricardo e Isabel Pozas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) al Antiguo Palacio de Minería, el especialista pronosticó que China podría sustituir a Estados Unidos por ser una nación que mantiene un ritmo de crecimiento constante.

 

Sobre México, puntualizó, el vecino país del norte no tiene “nada personal contra esta nación o Canadá; en lo único que piensa es en Estados Unidos mismo”.

 

La Unión Americana, precisó, es un imperio, pero no como lo fue Gran Bretaña, porque en lugar de administrar colonias domina el mundo económico. Tampoco representa hoy la “tradición iluminadora”, ni la hegemonía militar y política, pues los atentados le dieron un cambio total a la forma de vida que ahí se tenía, puntualizó.

 

Se comprobó que ese país no es invencible, por lo que pueden darse más ataques terroristas; aún así, más de la mitad de la población no está a favor de una guerra, a menos que la Organización de las Naciones Unidos la aprobara.

 

Por falta de memoria histórica y porque considera que “su única misión es la paz”, subrayó el historiador, no admite ser agredido; sin embargo, no recuerda todas sus acciones que han contribuido a guerras o ataques contra otras naciones. A pesar de ello, sus habitantes se preguntan después del 11 de septiembre por qué fueron atacados.

 

Para los Estados Unidos, recalcó, sólo cuenta su dolor, no el de los países emergentes o cualquiera que se convierta en su enemigo, como los iraquíes. Con esta perspectiva, para esa nación “la paz americana” es la única manera razonable de convivir.

 

La actual política estadounidense alienta el terrorismo en lugar de impedirlo; el que no comparte sus teorías es visto como la personificación del mal o como terrorista.

 

En una amplia explicación sobre la forma de actuar de Estados Unidos para justificar sus continuas intromisiones en otras naciones, Morris Berman recordó que desde la Segunda Guerra Mundial esa nación siempre había tenido un enemigo. Empero, con la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, se dio un vacío.

 

Para compensar esta situación, agregó, comenzó la guerra contra las drogas, problema que aumentó en la administración de George Bush padre. Después, fraguó combatir a Irak.

 

En la administración de William Clinton, sus escándalos sexuales llenaron el vacío que dejó la falta de enemigos a quienes atacar. Con los atentados del 11 de septiembre, ya no hubo preocupación por buscar un motivo para iniciar una guerra.

 

La política militar estadounidense, remató el historiador de la Universidad John  Kopkins, ha provocado que el imperio entre en su última fase, pues sus cimientos empezaron a desmoronarse.

 

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El historiador de la Universidad “John Kopkins”, Morris Berman, vaticinó el declive del imperio estadounidense debido a su política de guerra.