06:00 hrs. Noviembre 4 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0918

Ciudad Universitaria

 

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4 MILLONES DE PERSONAS MUEREN ANUALMENTE EN EL MUNDO POR TABAQUISMO; EN MÉXICO, 53 MIL

 

·        13 millones de individuos, entre los 12 y 65 años, son adictos al tabaco, según la Encuesta Nacional de Adicciones, señaló Rafael Camacho

·        Su edad promedio de inicio en este vicio es de 16 años, indicó el integrante del Programa contra el Tabaquismo del Consejo Nacional contra las Adicciones, en la Facultad de Medicina de la UNAM

 

Anualmente fallecen cuatro millones de personas en el mundo por enfermedades atribuidas al consumo de tabaco; pero si siguen las tendencias actuales, especialmente entre los jóvenes, para el año 2030 ocurrirá un fallecimiento cada tres segundos y la cifra llegará a 10 millones de muertos al año. Ahora, en México hay alrededor de 53 mil muertes anuales por esa causa, es decir, 45 cada día, seis cada hora, una cada 10 minutos.

 

Lo anterior fue señalado por Rafael Camacho, del Programa contra el Tabaquismo del Consejo Nacional contra las Adicciones, durante la conferencia “El papel del médico y del personal de salud en la prevención, el tratamiento y el control del tabaquismo”, que se llevó a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

 

En Estados Unidos, indicó, mueren al año cuatro veces más personas por enfermedades asociadas al tabaquismo -un total de 400 mil- que por accidentes de tráfico, homicidios, suicidios, abuso de drogas ilegales y SIDA, juntos.

 

Recalcó también que en México la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones, la de 1998, en la cual se tomó en cuenta a gente de 12 a 65 años, arrojó que 13 millones de personas en ese rango de edad es adicta al tabaco. Al comparar estos datos con los de 1988 se observa un aumento, pues el número de fumadores ese año era de 9 millones.

 

La edad de inicio, de acuerdo con la encuesta de 1988, era mayor en la población entre los 18 y los 25 años; en 1998 cambió a la de personas entre los 15 y los 17 años, lo cual es muy grave, “porque mientras más jóvenes empiecen a fumar es más probable que se hagan adictos y que desarrollen enfermedades asociadas”. Asimismo, en 1988 había cuatro hombres que fumaban por cada mujer; 10 años después, ya son 2.6 las fumadoras.

 

En el mundo, puntualizó, hay mil cien millones de personas que fuman, los cuales representan a uno de cada tres adultos del planeta y cada día cien mil menores de edad empiezan a fumar; la mitad de ellos morirá a causa del consumo de tabaco.

 

En el humo del tabaco, agregó, se han identificado cuatro mil 722 sustancias, 45 de ellas cancerígenas, 62 tóxicas, y se sabe que uno de los problemas más severos es que una de ellas, la nicotina, tiene muy alta capacidad de crear adicción.

 

Otro problema es que muchas otras personas se ven obligadas involuntariamente a inhalar el humo de tabaco del ambiente: el 48% de la población está expuesta a él (35% en el hogar, 17% en el trabajo y 11% en la escuela, entre otros sitios).

 

Entre quienes fuman y no fuman, aclaró, “el riesgo de padecer cáncer es 11 veces mayor; el de padecer enfisema nueve veces superior, y dos veces el de tener una enfermedad vascular o un infarto al miocardio” Uno de cada tres cánceres está asociado al tabaquismo (boca, vejiga, laringe, por mencionar algunos); esta adicción se relaciona incluso con el cáncer cérvicouterino.

 

El tabaquismo también es causa de menor fertilidad y mayor número de abortos; los bebés de madres fumadores nacen con menor peso, inclusive cuando nada más son pasivas. La muerte súbita del lactante ocurre con mayor frecuencia en hogares donde los padres fuman         -40% de los casos-.

Además, los hijos padecen más seguido trastornos por déficit de atención, y es de seis a 12 veces más probable que consuman alcohol, así como otras drogas ilegales, los adolescentes que fuman que los que no lo hacen.

 

El tabaco, asimismo, es uno de los principales factores de disfunción eréctil e impotencia sexual; para las mujeres es causa de anticipación de la menopausia y de envejecimiento temprano, así como de invalidez y muerte prematura.

 

Otro tipo de problemas que causa el cigarro es que mancha los dientes, retrae las encías, irrita los ojos y la garganta, provoca arrugas en la cara, es causa de mal aliento, así como de olor desagradable en el cuerpo, la ropa,  vehículos y habitaciones. Provoca incendios, quemadura de muebles y de las vestiduras de los autos.

 

Hay que tomar en cuenta, por otra parte, su costo. Una cajetilla de la marca más vendida vale 15 pesos, lo cual equivale aproximadamente a la tercera parte del salario mínimo. Una persona que fuma una cajetilla todos los días se gasta al año cinco mil 475 pesos, y una que fuma durante 30 años –lo cual no es lejano de lo que ocurre cotidianamente– se gasta 164 mil 250 pesos; esto sin contar el incremento de los mismos, los cerillos, encendedores y ceniceros.

 

Quien fuma se enferma  más; por tanto, tiene más gastos por atención médica, estudios de laboratorio y compra de medicamentos. Hay, además, disminución del ingreso por incapacidades y se puede llegar a la invalidez o hasta la muerte.

 

En México, indicó, se estima en 29 mil millones el costo de la atención médica de las enfermedades asociadas al consumo del tabaco. Esto representa entre el 6 y 12% de todo del presupuesto que se destina a salud en el país, o el 0.5% del Producto Interno Bruto. Mientras tanto, por ejemplo, la empresa cigarrera Phillip Morris obtuvo en 1994 ingresos anuales por 65 billones de dólares, lo que equivale al Producto Nacional Bruto de Portugal o Israel.

 

Poco más del 20% del personal que se dedica a la salud fuma

 

De acuerdo con diversas encuestas, en México poco más del 20% del personal que se dedica a la salud fuma, siendo que el tabaquismo es la primera causa previsible de muerte, reiteró Camacho.

Lo anterior es contradictorio si tomamos en cuenta el tipo de educación profesional que recibieron esas personas. Significa que no son congruentes con lo que han aprendido, es decir, ellos mismos no son capaces de cuidar su salud.

 

Un sondeo realizado en el año 2000 entre personas de ese sector que trabajaban en las jurisdicciones sanitarias del Distrito Federal, de las cuales 41% eran médicos, 8% odontólogos y 9% enfermeras, entre otros, arrojó que el 24% fumaba. La edad promedio fue de 42 años; del total, 71% eran mujeres, y el 64% de los encuestados fumaba de forma leve. La edad de inicio en el tabaquismo para estas personas fue de 17 años y cuando se convirtieron en fumadores cotidianos tenían 22.

 

El Grupo Catalizador de Adicciones contra el Tabaquismo realizó otro sondeo en 1998, el cual se aplicó a alrededor de 12 mil aprendices de galeno, quienes presentaron en ese entonces examen para hacer residencias médicas. Fumaban dos de cada cinco residentes, el 40%. El 72% eran fumadores moderados y 42% eran mujeres; la edad promedio de inicio del vicio era de 16 años, haciéndose fumadores consuetudinarios a los 21 años, edad en la que están realizando sus estudios superiores, indicó Camacho.

 

Concluyó que se ha detectado también que de los médicos que fuman, el 62% no siempre pregunta a sus pacientes si ellos lo hacen. De los que los cuestionan, el 66% no siempre les aconseja  dejar de fumar.

 

 

 

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En el mundo hay mil cien millones de personas que fuman, los cuales representan a uno de cada tres adultos, informó Rafael Camacho, del Programa contra el Tabaquismo del Consejo Nacional contra las Adicciones.