Boletín UNAM-DGCS-0918
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4 MILLONES DE
PERSONAS MUEREN ANUALMENTE EN EL MUNDO POR TABAQUISMO; EN MÉXICO, 53 MIL
·
13 millones de individuos, entre los 12 y 65
años, son adictos al tabaco, según la Encuesta Nacional de Adicciones, señaló
Rafael Camacho
·
Su edad promedio de inicio en este vicio es
de 16 años, indicó el integrante del Programa contra el Tabaquismo del Consejo
Nacional contra las Adicciones, en la Facultad de Medicina de la UNAM
Anualmente fallecen cuatro millones de
personas en el mundo por enfermedades atribuidas al consumo de tabaco; pero si
siguen las tendencias actuales, especialmente entre los jóvenes, para el año
2030 ocurrirá un fallecimiento cada tres segundos y la cifra llegará a 10
millones de muertos al año. Ahora, en México hay alrededor de 53 mil muertes
anuales por esa causa, es decir, 45 cada día, seis cada hora, una cada 10
minutos.
Lo anterior fue señalado por Rafael
Camacho, del Programa contra el Tabaquismo del Consejo Nacional contra las Adicciones,
durante la conferencia “El papel del médico y del personal de salud en la
prevención, el tratamiento y el control del tabaquismo”, que se llevó a cabo en
la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
En Estados Unidos, indicó, mueren al año
cuatro veces más personas por enfermedades asociadas al tabaquismo -un total de
400 mil- que por accidentes de tráfico, homicidios, suicidios, abuso de drogas
ilegales y SIDA, juntos.
Recalcó también que en México la más
reciente Encuesta Nacional de Adicciones, la de 1998, en la cual se tomó en
cuenta a gente de 12 a 65 años, arrojó que 13 millones de personas en ese rango
de edad es adicta al tabaco. Al comparar estos datos con los de 1988 se observa
un aumento, pues el número de fumadores ese año era de 9 millones.
La edad de inicio, de acuerdo con la
encuesta de 1988, era mayor en la población entre los 18 y los 25 años; en 1998
cambió a la de personas entre los 15 y los 17 años, lo cual es muy grave,
“porque mientras más jóvenes empiecen a fumar es más probable que se hagan
adictos y que desarrollen enfermedades asociadas”. Asimismo, en 1988 había
cuatro hombres que fumaban por cada mujer; 10 años después, ya son 2.6 las
fumadoras.
En el mundo, puntualizó, hay mil cien
millones de personas que fuman, los cuales representan a uno de cada tres
adultos del planeta y cada día cien mil menores de edad empiezan a fumar; la
mitad de ellos morirá a causa del consumo de tabaco.
En el humo del tabaco, agregó,
se han identificado cuatro mil 722 sustancias, 45 de ellas cancerígenas, 62
tóxicas, y se sabe que uno de los problemas más severos es que una de ellas, la
nicotina, tiene muy alta capacidad de crear adicción.
Otro problema es que muchas
otras personas se ven obligadas involuntariamente a inhalar el humo de tabaco
del ambiente: el 48% de la población está expuesta a él (35% en el hogar, 17%
en el trabajo y 11% en la escuela, entre otros sitios).
Entre quienes fuman y no fuman, aclaró,
“el riesgo de padecer cáncer es 11 veces mayor; el de padecer enfisema nueve
veces superior, y dos veces el de tener una enfermedad vascular o un infarto al
miocardio” Uno de cada tres cánceres está asociado al tabaquismo (boca, vejiga,
laringe, por mencionar algunos); esta adicción se relaciona incluso con el
cáncer cérvicouterino.
El tabaquismo también es causa de menor
fertilidad y mayor número de abortos; los bebés de madres fumadores nacen con
menor peso, inclusive cuando nada más son pasivas. La muerte súbita del
lactante ocurre con mayor frecuencia en hogares donde los padres fuman -40% de los casos-.
Además, los hijos padecen más seguido
trastornos por déficit de atención, y es de seis a 12 veces más probable que
consuman alcohol, así como otras drogas ilegales, los adolescentes que fuman
que los que no lo hacen.
El tabaco, asimismo, es uno de los
principales factores de disfunción eréctil e impotencia sexual; para las
mujeres es causa de anticipación de la menopausia y de envejecimiento temprano,
así como de invalidez y muerte prematura.
Otro tipo de problemas que
causa el cigarro es que mancha los dientes, retrae las encías, irrita los ojos
y la garganta, provoca arrugas en la cara, es causa de mal aliento, así como de
olor desagradable en el cuerpo, la ropa,
vehículos y habitaciones. Provoca incendios, quemadura de muebles y de
las vestiduras de los autos.
Hay que tomar en cuenta, por otra parte,
su costo. Una cajetilla de la marca más vendida vale 15 pesos, lo cual equivale
aproximadamente a la tercera parte del salario mínimo. Una persona que fuma una
cajetilla todos los días se gasta al año cinco mil 475 pesos, y una que fuma
durante 30 años –lo cual no es lejano de lo que ocurre cotidianamente– se gasta
164 mil 250 pesos; esto sin contar el incremento de los mismos, los cerillos,
encendedores y ceniceros.
Quien fuma se enferma más; por tanto, tiene más gastos por
atención médica, estudios de laboratorio y compra de medicamentos. Hay, además,
disminución del ingreso por incapacidades y se puede llegar a la invalidez o
hasta la muerte.
En México, indicó, se estima
en 29 mil millones el costo de la atención médica de las enfermedades asociadas
al consumo del tabaco. Esto representa entre el 6 y 12% de todo del presupuesto
que se destina a salud en el país, o el 0.5% del Producto Interno Bruto. Mientras
tanto, por ejemplo, la empresa cigarrera Phillip Morris obtuvo en 1994 ingresos
anuales por 65 billones de dólares, lo que equivale al Producto Nacional Bruto
de Portugal o Israel.
De acuerdo con diversas
encuestas, en México poco más del 20% del personal que se dedica a la salud
fuma, siendo que el tabaquismo es la primera causa previsible de muerte,
reiteró Camacho.
Lo anterior es contradictorio
si tomamos en cuenta el tipo de educación profesional que recibieron esas
personas. Significa que no son congruentes con lo que han aprendido, es decir,
ellos mismos no son capaces de cuidar su salud.
Un sondeo realizado en el año
2000 entre personas de ese sector que trabajaban en las jurisdicciones sanitarias
del Distrito Federal, de las cuales 41% eran médicos, 8% odontólogos y 9%
enfermeras, entre otros, arrojó que el 24% fumaba. La edad promedio fue de 42
años; del total, 71% eran mujeres, y el 64% de los encuestados fumaba de forma
leve. La edad de inicio en el tabaquismo para estas personas fue de 17 años y
cuando se convirtieron en fumadores cotidianos tenían 22.
El Grupo Catalizador de Adicciones contra
el Tabaquismo realizó otro sondeo en 1998, el cual se aplicó a alrededor de 12
mil aprendices de galeno, quienes presentaron en ese entonces examen para hacer
residencias médicas. Fumaban dos de cada cinco residentes, el 40%. El 72% eran
fumadores moderados y 42% eran mujeres; la edad promedio de inicio del vicio
era de 16 años, haciéndose fumadores consuetudinarios a los 21 años, edad en la
que están realizando sus estudios superiores, indicó Camacho.
Concluyó que se ha detectado también que
de los médicos que fuman, el 62% no siempre pregunta a sus pacientes si ellos
lo hacen. De los que los cuestionan, el 66% no siempre les aconseja dejar de fumar.
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En el mundo hay
mil cien millones de personas que fuman, los cuales representan a uno de cada
tres adultos, informó Rafael Camacho, del Programa contra el Tabaquismo del
Consejo Nacional contra las Adicciones.