Boletín UNAM-DGCS-0913
HEPATITIS B, CIEN VECES MÁS PELIGROSA QUE EL SIDA: CIPRIANO BORGES
CORDERO
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Puede producir
cirrosis y cáncer hepático, señaló el especialista de la Dirección de Servicios
Médicos de la UNAM
· Es necesario aplicar vacunas para prevenir la afección
El virus que produce la Hepatitis B es
altamente infectante y peligroso, porque ataca al hígado y es capaz de producir
cirrosis y cáncer hepático en etapas tempranas de la vida, señaló Cipriano
Borges Cordero, subjefe de Programas Específicos en Planteles Metropolitanos de
la Dirección General de Servicios Médicos (DGSM) de la UNAM.
La infección, abundó el
especialista, tiene una epidemiología similar al virus de la Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), aunque es 100 veces más peligroso. “Se contagia
preferentemente a través de la sangre, del contacto sexual y de ciertos fluidos
corporales como: semen, secreciones vaginales y saliva”.
En México, expresó Borges
Cordero, a pesar de que no existen estadísticas confiables, se estima que la
prevalencia varía entre 0.5 y 7.0 por ciento, según encuestas serológicas,
dependiendo del mosaico socio-económico y cultural de nuestro país; sin
embargo, la Secretaría de Salud reporta que afecta al 0.6 por ciento de la
población general del país.
“En el 80% de los casos, la enfermedad cursa de manera silenciosa o asintomática durante meses o años; aproximadamente uno de cada diez infectados se convierten en portadores del virus y son los contactos más peligrosos que contagian a los demás, a pesar de que no presenten signos de enfermedad alguna, lo cual permite que el padecimiento se multiplique con relativa facilidad; esto hace que la Hepatitis B sea un problema de salud pública mundial”, destacó Borges Cordero.
“La Organización Mundial de la
Salud ha informado que después del tabaco, el virus de la Hepatitis B es el
agente biológico que más frecuentemente produce cáncer en el ser humano; en
Estados Unidos se calcula que un millón 250 mil personas son portadoras
crónicas de la infección y de éstas, el 25% fallecen prematuramente de cirrosis
o cáncer de hígado”.
Este padecimiento, expuso el
investigador, se puede prevenir por medio de una vacuna que protege entre un 90
y un 95% a las personas sanas. Se aplica en tres dosis en el antebrazo: la
primera, la segunda de uno a tres meses posteriores a la primera y la última al
año siguiente; sin embargo, las primeras dos logran un alto porcentaje de
inmunidad.
Por eso recomendó vacunar lo
antes posible a los recién nacidos; heterosexuales que tengan más de dos
parejas o sean promiscuos; homosexuales y bisexuales activos; sexo servidoras;
ante la sospecha de haber tenido sexo con una persona desconocida y/o portadora
del virus de la hepatitis B, así como a los trabajadores de la salud.
Cipriano Borges reiteró que
los factores de riesgo entre quienes practican sexo sin protección, utilizan
drogas por inyección, durante el parto, o tienen contacto con sangre o heridas
abiertas de una persona infectada, o por recibir mordida de humanos.
Asimismo, que tienen contacto
con personas por compartir la misma vivienda o artículos de uso personal, como navaja de rasurar o cepillo de dientes;
usar agujas no esterilizadas para perforar orejas, nariz, lengua, ombligo,
pezones, cejas, etcétera; emplear agujas no desechables para hacerse tatuajes o
en la acupuntura, o usar la misma en más de una persona para inyectarse o
vacunarse, finalizó.
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