Boletín UNAM-DGCS-0898
SÍNDROME DE LAS COMPUTADORAS AFECTA A LOS OJOS Y A LA VISTA
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La Sociedad Americana de Oftalmología ha
clasificado esas manifestaciones como Computer Vision Syndrome
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En México, cuatro de cada 10 jóvenes entre 17
y 25 años requieren anteojos para ver adecuadamente
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Se estima que frente a la pantalla se
ejecutan, a diario, entre 12 mil y 33 mil movimientos de cabeza y ojos
El
75% de las personas que trabajan con computadora padecen molestias oculares y trastornos visuales,
indicó Mary Carmen Bates Souza, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala.
La
Sociedad Americana de Oftalmología ha clasificado este abanico de
manifestaciones bajo el nombre de Computer Vision Syndrome (CVS) e identifica
14 síntomas característicos de éste, como: el cansancio y esfuerzo exagerado de
los ojos, visión lejana y cercana ocasionalmente borrosa, dolor de cabeza y
alteración de la percepción cromática, entre otros.
Dicha
institución considera que el CVS no reviste gravedad y asegura que se trata de
anomalías oculares derivadas de trabajar con el ordenador, pero no motivadas
directamente por éste. En ese sentido, la aparición de estos efectos puede
explicarse por la naturaleza propia del sentido de la vista, indicó la
especialista.
Además, resaltó, en el país cuatro de cada 10 jóvenes entre 17 y 25
años requieren anteojos para ver adecuadamente. Asimismo, comentó que defectos
visuales como astigmatismo, miopía, hipermetropía y presbicia provocan que el
60% de los mexicanos necesiten anteojos para lograr la máxima agudeza visual.
Se
estima que frente a la pantalla de la computadora se ejecutan a diario entre 12
mil y 33 mil movimientos de cabeza y ojos, de cuatro mil a 17 mil reacciones de
las pupilas y 30 mil pulsaciones del teclado aproximadamente. De tal manera que
no resulta extraño la aparición de diversas manifestaciones clínicas.
El trabajo diario frente a la computadora, agregó, es un esfuerzo
corporal aunque no lo parezca. Los especialistas en ergonomía, ciencia que
estudia la acomodación del ordenador a las capacidades y condiciones de quienes
los usan, constatan que los ojos sufren más que cualquier otra parte del
organismo en esas condiciones, debido a los mecanismos de acción que tienen
éstos.
El sistema visual, dijo, actúa de dos formas de acuerdo con lo que se
quiera observar: cuando queremos ver objetos colocados a menos de seis metros,
el cristalino se contrae y cuando los observamos a una distancia lejana, éste
se relaja, explicó Bates Souza, integrante del Colegio Nacional de
Optometristas.
El cristalino es un lente transparente del ojo que permite la entrada
de la luz para que se pueda formar una imagen en la retina, tiene una
estructura de gran elasticidad, lo que le permite cambiar de curvatura según se
tenga que ver un objeto cercano o situado a una gran distancia, capacidad que
se conoce como “acomodación”.
Mientras más cercano se encuentra el objeto que se desea enfocar,
mayor es el esfuerzo que realiza el cristalino, de tal forma que si permanece
por mucho tiempo observando una imagen a corta distancia se cansa, provocando
un espasmo de acomodación, es decir, algunos síntomas como: dolor de cabeza,
sueño, lagrimeo, ojos rojos, comezón, inflamación y otras características.
Para
disminuir las alteraciones el CVS se recomienda que la iluminación esté
distribuida uniformemente y abarque todo el entorno: monitor, teclado, ratón,
CPU, mesa de trabajo y zonas periféricas, evitando luces directas sobre la
pantalla o contrastes excesivos detrás de la misma. Además, se sugiere que por
cada 40 minutos de trabajo se descansen de cinco a 10, lo cual se logra mirando
objetos que estén situados a más de seis metros y cerrando los ojos
esporádicamente.
El
monitor debe ser de buena calidad y situarse a 50 centímetros de la vista. La
colocación de filtros también resulta importante, pues las radiaciones que
emite la pantallla, aunque son mínimas, pueden dañar la vista, y sobre el uso
de gafas protectoras habrá que consultarse con el optómetra.
Finalmente,
recomendó acudir con el especialista por lo menos una vez al año para hacerse
una revisión oftalmológica, se tengan o no molestias, y si éstas se presentan
la visita es impostergable.
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