06:00 hrs. Octubre 22 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0887

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS, BASTIONES DE LA RACIONALIDAD CIENTÍFICA Y EL HUMANISMO CRÍTICO: SERRA PUCHE

 

·        Ello, a pesar de los cambios en la región, aseguró la directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM

·        Gloria Ortiz Mercader, del INAH, dijo que en AL son necesarios el intercambio científico y el fortalecimiento de los vínculos académicos

·        Inició el VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica

 

A pesar de los cambios en los regímenes sociales de América Latina, las universidades e instituciones de enseñanza superior han sabido mantenerse como bastiones indispensables de la racionalidad científica y el humanismo crítico, siempre de cara a la realidad de nuestros pueblos, aseguró Mari Carmen Serra Puche, directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.

 

Al inaugurar el “VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica” (ALAB), organizado por ésta, el IIA y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó que la Universidad Nacional, al igual que otras instituciones de educación superior del mundo, está en un proceso de reformulación de sus tareas sustantivas, en particular frente a la  responsabilidad social que le significa llevar a cabo la investigación científica de más alta calidad en México.

 

Hoy día, la Universidad enfrenta el reto impostergable de fortalecer su presencia institucional en la vida pública de nuestro país a través de sus funciones centrales de investigación, formación de nuevos científicos y humanistas, así como mediante la proyección de sus conocimientos a través de la extensión académica.

Ello es esencial, agregó, para que las comunidades universitarias asuman un nuevo compromiso y se involucren, de forma activa y propositiva, en la solución de las necesidades de las sociedades que nos sostienen y nos reclaman un profundo compromiso.

 

En la Antigua Escuela de Medicina, Serra Puche dijo que en el campo de la antropología biológica latinoamericana siguen vigentes los problemas básicos de la antropología física, como los de crecimiento y desarrollo, ontogenia –formación y desarrollo del individuo considerado con independencia  de la especie- y diversidad biológica.

 

Al mismo tiempo, recalcó, se desarrollan y especializan otras áreas como genética molecular y de poblaciones, demografía, antropología forense, bioética y bioecología, que si bien responden a las preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la especie humana, reflejan en su propia variedad de intereses la vigencia y pertinencia de nuestras disciplinas.

 

Aún estamos lejos de encontrar soluciones definitivas a la gran diversidad de interrogantes que de manera cotidiana orientan la actividad académica y que se han convertido en nuestros modos de vida.

 

No obstante, ante la acelerada transformación de la sociedad, la gobalización, la reformulación de identidades y nacionalismos, los desarrollos de la biotecnología y las desigualdades sociales y económicas de Latinoamérica, es cada vez más urgente, puntualizó, encontrar los caminos para que la discusión se extienda más allá del ámbito académico y pueda insertarse de forma efectiva y eficaz en el establecimiento de acciones de trascendencia social.

 

Explicó que la antropología física puede solucionar muchos aspectos sociales como los relacionados con el crecimiento y la desnutrición, entre otros. Debido a que en Latinoamérica se comparten los mismos problemas, agregó, se trabaja en coordinación con universidades de la región.

 

Por su parte, Gloria Ortiz Mercader, coordinadora nacional de Antropología del INAH, destacó la labor de la ALAB al fomentar el intercambio científico entre países de América Latina y el fortalecimiento de los vínculos académicos entre especialistas en el área y de disciplinas afines.

 

Comentó que durante las primeras décadas del siglo XX la antropología física en México mostró algunas líneas de investigación que la definen: el estudio de restos óseos, de poblaciones antiguas, osteología –estudio de los huesos- de las variaciones en poblaciones indígenas; además, se caracteriza por buscar solución a problemas sociales.

 

Hoy, hablar de antropología física en México implica un “hacer transdisciplinario”, dados los renovados vínculos que ésta tiene con especialidades como arqueología, etnología, antropología social, lingüística y etnohistoria, así como otras de las áreas biomédicas.

 

En ese sentido, la antropología física es un ángulo de aproximación al estudio de un fenómeno plural y complejo: el humano, que para ser aprendido, comprendido y explicado, debe ser abordado en sus dinámicas evolutiva, sociohistóricas y ontogénicas y en su movilidad en el tiempo y el espacio.

 

Por ello, la funcionaria del INAH sostuvo que el trabajo antropofísico se ha vuelto imprescindible para la definición, rescate, consolidación, conservación y comprensión de la variabilidad y diversidad de las poblaciones vivas y desaparecidas.

 

Este trabajo se realiza a través del estudio directo de la población actual y de materiales óseos y momificados, en su mayoría provenientes de excavaciones arqueológicas.

 

Por último, la presidenta de la ALAB, Mónica Sanz, destacó la enorme tradición y el cúmulo de estudios que a lo largo de la historia se han llevado a cabo en nuestro país en materia de antropología física.

 

 

 

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FOTO 1      

Las instituciones de educación superior son bastiones necesarios de la racionalidad científica y el humanismo crítico, dijo Mari Carmen Serra Puche, directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, al inaugurar el VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica.

 

FOTO 2

Mónica Sanz, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica, participó en el primer día de trabajos del VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología Biológica, que se celebra en la Antigua Escuela de Medicina de la UNAM.