Boletín UNAM-DGCS-0875
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EN MÉXICO,
GRANDES CONTRASTES EN LA ALIMENTACIÓN: CALZADA LEMUS
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Francisco Calzada Lemus, de la ENTS, dijo
que mientras la población del norte del país tiene un nivel nutricional
equiparable a los países desarrollados, la del sur se encuentra entre los más
bajos de América Latina
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De acuerdo con la Encuesta Nacional de
Nutrición, en el sur del país el 29% de la población padece desnutrición
crónica, y en el norte el porcentaje es de 7.1%
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Además, el 16% de los niños de entre cinco y
11 años presentan una prevalencia de talla baja
A pesar de los avances en la
lucha contra la desnutrición, persisten los grandes contrastes en la alimentación
de los mexicanos. Así, mientras en el sur el 29% de la población la padece, en
el norte el porcentaje es del 7.1% y en el centro del 13.1%, según la Encuesta
Nacional de Nutrición, elaborada por el Centro de Investigación en Nutrición y
Salud, aseguró Francisco Calzada Lemus, de la Escuela Nacional de Trabajo
Social (ENTS).
Dijo que la geografía de la
desnutrición nacional es muy desproporcionada, y puntualizó que en entidades
del norte, como Sonora, Chihuahua y Nuevo León, la calidad alimenticia de su
población es equiparable a la de países desarrollados, en tanto que localidades
rurales del sur tienen los niveles de desnutrición más elevados de
Latinoamérica.
Estos dos polos, agregó, muestran
cómo la desnutrición se asocia a los niveles de pobreza, por lo que se acentúa
en entidades sureñas como Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Yucatán.
Calzada Lemus mencionó que la
desnutrición crónica (desmedro) es reconocida como un problema de salud en
México, y a pesar de los avances éstos no han sido satisfactorios.
El mayor porcentaje de
desmedro se registra en los niños de 12 a 23 meses, después están los que
tienen entre 24 y 48 meses, con el 21%; y los mayores de 49 meses con el 18%.
En las localidades rurales los porcentajes de desnutrición son mayores que en
las urbanas.
Resaltó que dicha encuesta
indica que aproximadamente dos millones de pequeños -el 16% de los niños de
entre cinco y 11 años- presentan una prevalencia de talla baja.
Los infantes, al no recibir
los nutrimentos que requieren para su desarrollo, presentan problemas
imposibles de reparar en una edad futura: dificultades para el aprovechamiento
escolar y el rendimiento físico, entre otros.
El académico universitario
dijo que otro tipo de desnutrición es la “silenciosa”, que no se manifiesta en
el peso ni en la talla. "Nos referimos a los micronutrimentos, ya que no
se puede determinar la situación del organismo en cuanto a la cantidad de
hierro, zinc, ácido fólico, y otros de igual importancia para el desarrollo del
niño, hasta que se realiza un examen profundo".
En ese sentido, la anemia
también es un problema serio asociado con la alimentación, y el cual se
registra en el 27% de los menores de cinco años en el país, y en este aspecto
no hay grandes diferencias entre regiones, puntualizó.
Respecto a las mujeres en edad
fértil –12 a 49 años-, resaltó que la prevalencia nacional de anemia es del
20%, lo cual significa que en el futuro sus hijos la padecerán en cierto grado.
Francisco Calzada mencionó que
otro riesgo de salud derivado de la mala nutrición es el sobrepeso y la
obesidad, que ahora también se ha detectado en los niños, sobre todo en zonas
urbanas del norte de la República.
Hoy, uno de cada cinco niños
en edad escolar presenta sobrepeso y obesidad. Es decir, "hablamos de un
problema derivado no del acceso a los alimentos, sino de una mala orientación
para seleccionar lo que se consume”.
Las cifras señalan que el
30.6% de las mujeres en edad fértil padece sobrepeso y el 21% obesidad, lo que
les podría provocar hipertensión y diabetes.
Por otro lado, comentó que los
programas compensatorios que aplica el gobierno, como desayunos escolares,
becas alimentarias y despensas, son enviados a entidades como Chiapas, Oaxaca y
Guerrero, pero aún son insuficientes, de ahí que si se quieren tener
generaciones más saludables y productivas, se requiere cuidar este rubro,
concluyó.
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