06:00 hrs. Octubre 16 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0874

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

PELIGROSO REVOLVER EL TEMA DE SEGURIDAD CON LOS DE MIGRACIÓN Y AGUA EN LA RELACIÓN CON EU: BENÍTEZ

 

·        El investigador del CISAN aseguró que la migración y el agua son tópicos que por naturaleza causan conflicto

·        La tendencia es hacia la cooperación biinstitucional, más que a lograr un acuerdo macro de seguridad, agregó

·        Especialistas participaron en la mesa “La relación bilateral México-Estados Unidos”, en la UNAM

 

En la relación México-Estados Unidos es peligroso englobar como parte de la seguridad otros temas como la migración o el agua, ya que puede “contaminarse” la relación de largo plazo entre los dos países e, incluso, la buena vinculación de cooperación con Canadá, aseguró Raúl Benítez.  

 

El integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM dijo que se está “fronterizando” el debate de la seguridad entre nuestro país y su vecino del norte, es decir, se circunscriben a ese tópico temas de frontera que por naturaleza son de conflicto entre naciones limítrofes.

 

Al participar en el “Encuentro Chicano-México 2002. Los latinos en Estados Unidos: puentes de ida y vuelta”, organizado por el CISAN y el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE), el  universitario señaló que muchos roces se circunscriben al debate sobre la pena de muerte que afecta a mexicanos en estados fronterizos; la violación de derechos humanos o el agua, todos ellos asuntos importantes, pero que interfieren la relación de seguridad que debe ser cooperativa y positiva.

 

Refirió que en Estados Unidos se acusa a la élite política mexicana de tener sectores nacionalistas que impiden acercamientos más allá de lo económico, como en los ámbitos político y de seguridad. Sin embargo, esta afirmación es unilateral porque en aquel país los nacionalistas en el Congreso son también reticentes.

 

Benítez mencionó que un gran éxito del gobierno mexicano en los últimos dos años es la “desnarcotización” de la relación bilateral en el nivel macro; empero ese tema fue sustituido por el migratorio, donde tratar de buscar un acuerdo con Estados Unidos escapa de la voluntad y capacidad de nuestras autoridades.

 

Por otra parte, reconoció que hace falta informatizar el sistema de seguridad en México, lo cual implica invertir mucho dinero en sistemas de computadoras que eviten el atraso y la corrupción.

 

Las “fronteras inteligentes”, indicó, es un asunto complicado para la parte mexicana, ya que sus estructuras difícilmente se acoplan a los requerimientos informáticos de la nueva seguridad internacional. Aunque también EU tiene deficiencias en sus sistemas de seguridad fronterizos, como lo muestra la gran cantidad de ilegales que ingresan a ese país.

 

Explicó que a pesar de la voluntad de los poderes ejecutivos de México y EU, un acuerdo macro de seguridad es lejano debido a la oposición de los legisladores. En tanto, la tendencia es hacia la cooperación biinstitucional: entre el Departamento de Justicia de EU y la Procuraduría General de la República; la Secretaría de la Defensa Nacional y el Departamento de la Defensa; el gobierno de Nuevo León y el de Texas; el de Baja California y California, etcétera.

 

Jorge Chabat, del Centro de Investigaciones sobre Desarrollo Económico, aseguró que en el corto plazo los extranjeros serán víctimas de mayores presiones dentro de EU: los documentados, indocumentados y aquel que “no tenga cara de sajón”.

 

Asimismo, es probable que se apliquen medidas como tarjetas de identidad, lo cual plantea un dilema: qué hacer con los indocumentados, si se les da o no, si se les manda a su país de origen y, en ese caso, pensar quién hará sus trabajos. Esta historia, abundó, no se ha acabado de escribir aunque en el corto plazo no hay mucho margen de maniobra.

 

Los chicanos, opinó, son una comunidad con intereses propios que a veces coinciden con los de México y a veces no, eso es legítimo; pero de la definición de qué queremos como país dependerá el trato y la relación que establezcamos con ellos.

 

Por su parte, Víctor Miramontes, presidente del American City Vista, con sede en San Antonio, Texas, aseguró que el poder de las comunidades latinas en Estados Unidos ha crecido rápidamente, sobre todo en estados como California, Texas, Illinois, Nueva York y Florida. Además, de la migración legal en EU el 18% proviene de México, así que en el futuro el término chicano podría cambiar al de “mexicano-americano”.

 

La latina, indicó, es una población muy joven -la mayoría está en la primaria- y será la consumidora del futuro y la electora en los estados más importantes de la Unión Americana.

 

Ricardo Guerra, de la Dirección Adjunta del Programa de las Comunidades Mexicanas en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores, mencionó que la comunidad mexicana en EU conserva su cultura, pero al mismo tiempo toma lo mejor de la estadounidense.

 

Es importante que el mexicano conserve su identidad y llegue a tener una fuerte influencia en el Congreso, no sólo para atender los asuntos de los connacionales en territorio americano, como la defensa de los derechos en materia de educación y salud, sino para que influyan en las decisiones que ese cuerpo legislativo tome a favor de nuestro país, finalizó.

 

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Foto 1

 

Raúl Benítez (a la derecha), del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, dijo que el debate sobre la seguridad entre nuestro país y Estados Unidos se está “fronterizando”. Lo acompaña Ricardo Guerra.

 

 

Foto 2

 

El integrante del Centro de Investigaciones sobre Desarrollo Económico, Jorge Chabat, consideró que en el corto plazo los extranjeros serán víctimas de mayores presiones dentro de Estados Unidos.

 

 

Foto 3

 

Víctor Miramontes, presidente del Américan City Vista, reconoció que el poder de las comunidades latinas en Estados Unidos ha crecido rápidamente, mientras que otros sectores de la población no aumentan.