13:30 hrs. Septiembre 27 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0829

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

INSUFICIENTES LOS RECURSOS ECONÓMICOS  PARA  LAS BIBLIOTECAS MEXICANAS

 

·        Aseguró Enrique del Val Blanco, secretario general de la Universidad Nacional

·        Inauguró la “Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias. La Cooperación en el Futuro Digital”

·        Las nuevas tecnologías y crear consorcios, una opción en el mundo, coinciden expertos

 

La escasez de recursos económicos destinados a las bibliotecas de nuestro país es uno de los desafíos que enfrenta también la Universidad Nacional en el esfuerzo para cumplir con su compromiso social y académico, afirmó Enrique del Val Blanco, secretario general de esta casa de estudios.

 

El financiamiento insuficiente, comentó, “nos plantea la necesidad, cada vez mayor, de compartir recursos apoyados en las nuevas tecnologías, y de estrechar los lazos de colaboración con otras bibliotecas y centros de documentación e información nacionales e internacionales”.

 

En un ambiente de aprendizaje, de producción y reproducción del conocimiento, como el que se vive en la UNAM, dijo, la función y la responsabilidad de las bibliotecas representa un respaldo sine qua non para el avance de la actividad académica, la eficacia de la docencia, así como el desarrollo de la investigación y la difusión de la cultura, metas sustantivas de la Máxima Casa de Estudios.

 

No puede evitarse que la información y la tecnología constituyan  dos columnas vertebrales indispensables para la consecución de la finalidad de toda biblioteca o centro de información, donde quiera que éste se encuentre, que es la de satisfacer las necesidades y los requerimientos de sus usuarios, puntualizó durante la inauguración de la “Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias. La Cooperación en el Futuro Digital”, organizada por la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM.

 

Por su parte, Silvia González Marín, directora general de Bibliotecas de la UNAM, destacó que esta reunión gira en torno a dos ejes fundamentales. El primero, la presencia cada vez mayor de recursos y fuentes de información electrónicos y digitales.

 

El segundo, la necesaria y conveniente cooperación –materializada en los consorcios– que debe existir entre los oferentes de esos servicios, con el fin de lograr mejores condiciones de negociación con los proveedores de información y ofrecer a nuestros usuarios el acceso a la mejor información científica y humanística.

 

Por ello, los temas de la conferencia abordan el desarrollo vertiginoso de los medios electrónicos y los formatos digitales, como una verdadera revolución en el campo de la información; situación que ha obligado a las casas editoriales más prestigiadas a poner en práctica modernas técnicas para el manejo práctico y ágil de la información, pero a un elevado costo y limitada accesibilidad.

 

Señaló que las bibliotecas y centros de información se enfrentan a limitaciones y restricciones impuestas por los montos y ejercicios presupuestales; aunado esto, hay condiciones de dependencia informativa y tecnológica que la industria de la información impone, que frente a la creciente y cada vez más rigurosa demanda de los usuarios, nos obliga a replantear nuevas estrategias de cooperación, aprovechando precisamente la disponibilidad de las nuevas tecnologías.

 

En este contexto, resaltó la funcionaria, las estrategias de cooperación ayudan a las bibliotecas a evitar situaciones de incertidumbre acerca de las posibilidades de conservación y pertenencia del recurso, así como asegurar las mejores condiciones para su reproducción y utilización por medio de licencias, en las que, como sabemos, existen implicaciones de ética profesional y legalidad.

Importancia de los consorcios

 

Al dictar la conferencia “Consorcios en el ámbito bibliotecario internacional”, Assunta Pisani, subdirectora de Colecciones y Servicios del Sistema Bibliotecario de la Universidad de Stanford, sostuvo que el futuro de las bibliotecas es la cooperación continua, y los encargados de las mismas “no deben evadir esta tarea”.

 

Estos recintos juegan un papel central respecto a la forma en que se constituya la nueva comunicación académica, por lo que se debe tener cuidado acerca de los términos en que se establezcan los consorcios, porque sus decisiones tendrán una gran influencia posteriormente.

 

En el Teatro del Museo de las Ciencias Universum, agregó que también los bibliotecarios tiene que planear qué contenidos impresos digitalizar y cuáles deben conservar en papel para las futuras generaciones de alumnos y académicos. Necesitamos, dijo, analizar las opciones en cuento a la transición al mundo digital para tomar decisiones informadas.

 

Recordó, además, que la voluntad de cooperar en la creación y administración de catálogos y prestación de ese tipo de servicios, ha determinado el curso de la historia de las bibliotecas de Estados Unidos desde el principio; los primeros esfuerzos regionales para establecer catálogos datan de 1850, precisó.

 

Los consorcios encaran tres retos fundamentales: moverse de las decisiones autónomas y locales para llegar a un proceso de consenso; pasar de ser nacionales a internacionales, y reconocer que su trabajo es un proceso sin fin, concluyó.

 

 

 

-oOo-

 

 

 

 

 

 

 

PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

La biblioteca respalda la eficacia de la docencia, el desarrollo de la investigación y la difusión de la cultura, aseguró Enrique del Val Blanco, secretario general de la UNAM, durante su participación en la Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias. Lo acompaña Jay Jordan.

 

 

 

Foto 2

 

En el Museo de las Ciencias Universum, Assunta Pisani, de la Universidad de Stanford, refirió que el futuro de las bibliotecas es la cooperación continua.

 

 

 

Foto 3

 

Silvia González Marín, directora general de Bibliotecas de la UNAM, resaltó que las estrategias de cooperación ayudan a estos acervos a evitar incertidumbres sobre sus posibilidades de conservación.