Boletín UNAM-DGCS-0829
Pies
de fotos al final del boletín
·
Aseguró Enrique del Val Blanco, secretario
general de la Universidad Nacional
·
Inauguró la “Conferencia Internacional sobre
Bibliotecas Universitarias. La Cooperación en el Futuro Digital”
·
Las nuevas tecnologías y crear consorcios,
una opción en el mundo, coinciden expertos
La escasez de recursos
económicos destinados a las bibliotecas de nuestro país es uno de los desafíos
que enfrenta también la Universidad Nacional en el esfuerzo para cumplir con su
compromiso social y académico, afirmó Enrique del Val Blanco, secretario
general de esta casa de estudios.
El financiamiento
insuficiente, comentó, “nos plantea la necesidad, cada vez mayor, de compartir
recursos apoyados en las nuevas tecnologías, y de estrechar los lazos de
colaboración con otras bibliotecas y centros de documentación e información
nacionales e internacionales”.
En un ambiente de aprendizaje,
de producción y reproducción del conocimiento, como el que se vive en la UNAM,
dijo, la función y la responsabilidad de las bibliotecas representa un respaldo
sine qua non para el avance de la actividad académica, la eficacia de la
docencia, así como el desarrollo de la investigación y la difusión de la
cultura, metas sustantivas de la Máxima Casa de Estudios.
No puede evitarse que la información y la
tecnología constituyan dos columnas
vertebrales indispensables para la consecución de la finalidad de toda
biblioteca o centro de información, donde quiera que éste se encuentre, que es
la de satisfacer las necesidades y los requerimientos de sus usuarios,
puntualizó durante la inauguración de la “Conferencia Internacional sobre
Bibliotecas Universitarias. La Cooperación en el Futuro Digital”, organizada
por la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM.
Por su parte, Silvia González
Marín, directora general de Bibliotecas de la UNAM, destacó que esta reunión
gira en torno a dos ejes fundamentales. El primero, la presencia cada vez mayor
de recursos y fuentes de información electrónicos y digitales.
El segundo, la necesaria y
conveniente cooperación –materializada en los consorcios– que debe existir
entre los oferentes de esos servicios, con el fin de lograr mejores condiciones
de negociación con los proveedores de información y ofrecer a nuestros usuarios
el acceso a la mejor información científica y humanística.
Por ello, los temas de la
conferencia abordan el desarrollo vertiginoso de los medios electrónicos y los
formatos digitales, como una verdadera revolución en el campo de la
información; situación que ha obligado a las casas editoriales más prestigiadas
a poner en práctica modernas técnicas para el manejo práctico y ágil de la
información, pero a un elevado costo y limitada accesibilidad.
Señaló que las bibliotecas y
centros de información se enfrentan a limitaciones y restricciones impuestas
por los montos y ejercicios presupuestales; aunado esto, hay condiciones de
dependencia informativa y tecnológica que la industria de la información
impone, que frente a la creciente y cada vez más rigurosa demanda de los
usuarios, nos obliga a replantear nuevas estrategias de cooperación,
aprovechando precisamente la disponibilidad de las nuevas tecnologías.
En este contexto, resaltó la
funcionaria, las estrategias de cooperación ayudan a las bibliotecas a evitar
situaciones de incertidumbre acerca de las posibilidades de conservación y
pertenencia del recurso, así como asegurar las mejores condiciones para su
reproducción y utilización por medio de licencias, en las que, como sabemos,
existen implicaciones de ética profesional y legalidad.
Importancia de los consorcios
Al dictar la conferencia “Consorcios en
el ámbito bibliotecario internacional”, Assunta Pisani, subdirectora de
Colecciones y Servicios del Sistema Bibliotecario de la Universidad de
Stanford, sostuvo que el futuro de las bibliotecas es la cooperación continua,
y los encargados de las mismas “no deben evadir esta tarea”.
Estos recintos juegan un papel central respecto
a la forma en que se constituya la nueva comunicación académica, por lo que se
debe tener cuidado acerca de los términos en que se establezcan los consorcios,
porque sus decisiones tendrán una gran influencia posteriormente.
En el Teatro del Museo de las
Ciencias Universum, agregó que también los bibliotecarios tiene que planear qué
contenidos impresos digitalizar y cuáles deben conservar en papel para las
futuras generaciones de alumnos y académicos. Necesitamos, dijo, analizar las
opciones en cuento a la transición al mundo digital para tomar decisiones
informadas.
Recordó, además, que la
voluntad de cooperar en la creación y administración de catálogos y prestación
de ese tipo de servicios, ha determinado el curso de la historia de las
bibliotecas de Estados Unidos desde el principio; los primeros esfuerzos
regionales para establecer catálogos datan de 1850, precisó.
Los consorcios encaran tres
retos fundamentales: moverse de las decisiones autónomas y locales para llegar
a un proceso de consenso; pasar de ser nacionales a internacionales, y
reconocer que su trabajo es un proceso sin fin, concluyó.
-oOo-
PIES DE FOTO
Foto 1
La biblioteca respalda la eficacia
de la docencia, el desarrollo de la investigación y la difusión de la cultura,
aseguró Enrique del Val Blanco, secretario general de la UNAM, durante su
participación en la Conferencia Internacional sobre Bibliotecas Universitarias.
Lo acompaña Jay Jordan.
Foto 2
En el Museo de
las Ciencias Universum, Assunta Pisani, de la Universidad de Stanford, refirió
que el futuro de las bibliotecas es la cooperación continua.
Foto 3
Silvia González Marín, directora general de Bibliotecas de la UNAM, resaltó que las estrategias de cooperación ayudan a estos acervos a evitar incertidumbres sobre sus posibilidades de conservación.