19:00 hrs. Septiembre 20 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0812

Bogotá, Colombia

 

 

 

RECIBE EL RECTOR DE LA FUENTE DOCTORADO HONORIS CAUSA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

 

 

·        La política debe centrar su mirada en la educación para encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan, dijo el rector de la UNAM

·        Así, agregó, la enseñanza superior no tendrá que correr el grave riesgo de convertirse en una empresa más y continuará siendo fundamento de la nación

·        Concluyó su visita de trabajo por Colombia

 

 

Al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Colombia (UNC), el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, aseguró que hoy, más que nunca, la política debe centrar su mirada en la educación para encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan. Si esto ocurre, advirtió, la enseñanza superior no tendrá que correr el grave riesgo de convertirse en una empresa más y continuará siendo el crisol donde se forjan la identidad, la ética y los principios que dan fundamento a una nación.

 

Sin embargo, puntualizó, la aportación de recursos a las áreas científicas y tecnológicas no puede hacerse como una fría transferencia de capitales, como si se tratara de un negocio cualquiera.

 

Para ello, consideró fundamental evaluar, con objetividad y rigor intelectual, cuáles son hasta ahora los efectos de la globalización, las oportunidades que representa, las formas de obtener de ella los mayores beneficios para el desarrollo de nuestras sociedades y los resultados indeseables, “los que debilitan al Estado social y ahondan las desigualdades entre los pueblos”.

 

Durante el segundo y último día de su visita de trabajo por este país, De la Fuente recibió de manos del rector de la UNC, Víctor Manuel Moncayo, la importante distinción en un acto solemne realizado al cierre del coloquio que esa institución dedicó a la UNAM.

 

En el Auditorio “León de Greiff”, donde se reunieron rectores de diversas universidades de Colombia y Latinoamérica, el embajador de México en esa nación, Luis Ortiz Monasterio, y la comunidad interna, se leyó la resolución 084 de 2002 del Consejo Superior Universitario de la UNC, tomada en julio de este año, y que confiere el Doctorado Honoris Causa a Juan Ramón de la Fuente.

 

El Consejo consideró la candidatura del destacado ciudadano mexicano, por su labor como médico psiquiatra, docente, investigador y dirigente de los sectores salud y educación.

 

La resolución resalta que se otorgó tal distinción a De la Fuente por ser “altamente reconocido a nivel internacional en el área de la salud, de manera particular en el ámbito de la psiquiatría”, así como por haber destacado “en la gestión universitaria, en forma sobresaliente en la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México”.

 

Y precisó que la UNAM “es reconocida como entidad rectora a nivel de la educación universitaria latinoamericana y ha sido claustro de formación de destacados colombianos, varios de ellos vinculados a nuestra universidad”, la UNC.

 

Al hacer uso de la palabra, Juan Ramón de la Fuente especificó que economías que hace unas cuantas décadas eran modestas, crecieron en forma sustancial gracias a la inversión en las áreas de la educación superior, la investigación y el desarrollo tecnológico.

 

Desde esa perspectiva, recalcó, se puede afirmar que la globalización es, ante todo, producto del avance sostenido, sistemático y ordenado en investigación tecnológica y científica que se hace en las universidades.

 

Ejemplificó con cifras recientes del Banco Mundial: los países ricos tienen hoy un ingreso 42 veces mayor que el de las naciones pobres, pero su gasto en ciencia y tecnología es 218 veces superior.

 

Sin duda, definió De la Fuente, la “nueva economía” en que vivimos, la de la globalización de los mercados, es un mecanismo complejo que presenta distintas facetas y expectativas, algunas de las cuales pueden ser favorables para el desarrollo de las sociedades y de los individuos.

 

Como se conoce en la actualidad, abundó, la revolución tecnológica de la información que acompaña a esta tendencia mundial, nos acerca en el tiempo y en el espacio, posibilita y democratiza el intercambio de información, multiplica los canales de comunicación entre sociedades e individuos. Pero, con frecuencia, también la anima la norma de mayor lucro, capaz de destruir principios fundamentales y desvirtuar el sentido social de muchas instituciones.

 

En el acto, el rector de la máxima casa de estudios de nuestro país mencionó los hechos históricos de México y Colombia que asemejan a las dos universidades. Dijo que la UNC y la UNAM han sabido sobreponerse a las vicisitudes y construir modelos propios, además de haber afrontado con éxito los retos que los acontecimientos les impusieron dentro de las naciones a las que sirven y de tener una visión de futuro común.

 

Las dos instituciones de educación superior, agregó, lucharon cada una en su ámbito por la construcción de mejores espacios, de auténticas ciudades universitarias donde las diversas escuelas y facultades se conjuntaron. Con el tiempo, multiplicaron sus sedes e instalaciones con lo que extendieron sus beneficios e influencia en zonas cada vez más amplias de sus territorios nacionales.

 

Las comunidades universitarias de ambas almas máter, señaló, han participado de manera crítica, activa y valerosa en los grandes momentos de la historia, tanto en Colombia como en México. Sin embargo, dijo, con los años y la formación de nuevas generaciones, el plano académico es el que se ha fortalecido más.

 

Con base en esa calidad, informó De la Fuente, la UNAM puede estrechar lazos de trabajo con Colombia y su Universidad Nacional. Prueba de ello, es el hecho de que a lo largo de su historia egresaron de sus aulas más de tres mil alumnos de ese país.

 

Para las dos universidades, planteó, educar es mucho más que proporcionar información y transmitir contenidos epistemológicos. Significa formar personalidades, constituir a los sujetos éticos, científicos y políticos que habrán de asimilar y diferir todo un orden cultural y moral.

 

Educar, reflexionó, es forjar seres humanos libres, sensibles, autónomos, críticos y creativos, comprometidos con la comunidad a la que pertenecen, aptos para el ejercicio consciente de la democracia, así como para enriquecer y darle continuidad a la tradición cultural en la que están inmersos.

 

Afirmó que “en manos de universidades como las nuestras, está –ni más ni menos– la grave responsabilidad de impedir que esta era del conocimiento se revierta a una nueva edad oscura, caracterizada por las falsas creencias, las idolatrías absurdas, los fundamentalismos sociales, las nuevas desigualdades, la destrucción del ambiente y todo aquello que proviene del rezago educativo”.

 

Por la mañana, Juan Ramón de la Fuente tuvo diversas actividades: sostuvo encuentros con los rectores de las universidades de Nariño, la Cuenca, La Magdalena y de Boyacá, así como con representantes de los medios de comunicación mexicanos radicados en Colombia.

 

Luego, se reunió con egresados de la UNAM de este país con quienes compartió experiencias y participó en la creación del Capítulo Colombiano de la Asociación de Egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

 

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