06:00 hrs. Septiembre 20 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0811

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

DIFÍCIL EL MOMENTO PARA LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN: VÁZQUEZ VERA

 

·        En los últimos 20 años, esta actividad generó el 11% del empleo nacional, y su impacto repercute en 42 ramas de la industria y de los servicios, agregó

·        Américo Saldívar Valdés, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, destacó que los avances tecnológicos provocan mayor desigualdad

·        Participaron en el Primer Seminario "La importancia de la investigación y del desarrollo tecnológico en el desarrollo del país: distintos enfoques", realizado en el Instituto de Ingeniería

 

La industria de la construcción en nuestro país se encuentra en una situación difícil y podría continuar así en los próximos años, lo que resulta peligroso porque es uno de los sectores más importantes de la economía, que en los últimos 20 años generó el 11% del empleo nacional; impacta a 42 ramas de la industria y de los servicios, y es motor del desarrollo, afirmó Alejandro Vázquez Vera, miembro del Colegio de Ingenieros Civiles de México.

 

Al participar en el Primer Seminario "La importancia de la investigación y del desarrollo tecnológico en el desarrollo del país: distintos enfoques", organizado por la Academia de Ingeniería en el auditorio de la Torre del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Vázquez Vera dijo que el grado de desarrollo de una nación está directamente relacionado con la infraestructura de que dispone, ya que no es posible concebir un país con avances sin que tenga todos los servicios para dar satisfactores a su población y lo necesario para que su industria se fortalezca.

 

Sin embargo, advirtió, dicha industria decreció durante el 2001 el 4.5%, por la descapitalización y competitividad registrada en todo el sistema nacional.

 

Si la situación continúa así, indicó, en el corto plazo podrían haber cambios drásticos, y quienes no entren en este proceso corren el peligro de desaparecer.

 

Por ello, propuso, es necesario invertir en investigación y desarrollo y buscar nuevos esquemas que permitan la cabal participación de todos los interesados.

 

Pos su parte, Américo Saldívar Valdés, investigador de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, advirtió que las tecnologías no siempre contribuyen al desarrollo y al crecimiento económico, ya que en ocasiones aumentan la inequidad y la mala distribución de la riqueza, pues sólo entre el 20 y el 25% de la población disfruta de ella.

 

Sólo, agregó, se envían “los agravios” a los sectores más desprotegidos y, en el caso de las naciones, a las emergentes. Subrayó que los pobres tienen menor capacidad y posibilidades para enfrentar estos efectos "perversos".

 

Además, los costos ambientales por el crecimiento y progreso –insustentables- de los países del norte, resaltó, los pagan las naciones del sur con una afectación y deterioro que ningún acuerdo internacional logra erradicar.

 

Al dictar la conferencia "Modernización, tecnología y antidesarrollo", recalcó que en las naciones emergentes mientras mayor es el crecimiento, menor es la calidad ambiental. Señaló que en las últimas décadas, la vulnerabilidad humana y de los ecosistemas ha aumentado en forma dramática.

 

“El mayor deterioro ecológico no necesariamente ocurre en las áreas más pobres y con alto crecimiento demográfico, sino las que presentan los niveles productivos y tecnológicos más altos”, resaltó.

 

Por ello, finalizó, se requiere crear una tecnoestructura adecuada para transformar los recursos naturales con el óptimo de eficiencia, que permita maximizar la productividad primaria de los ecosistemas.

 

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Pies de foto

 

Foto 1

 

Alejandro Vázquez Vera, miembro del Colegio de Ingenieros de México, manifestó que la industria de la construcción se encuentra en situación difícil

 

 

Foto 2

 

A pesar de que las tecnologías son motor del crecimiento  económico, no siempre contribuyen al desarrollo sino, por el contrario, aumentan la inequidad y la mala distribución de la riqueza, advirtió el economista de la UNAM, Américo Saldívar.