06:00 hrs. Agosto 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0754

Ciudad Universitaria

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EN MEXICO, RIESGO DE EXTINCIÓN DE 12 MIL ESPECIES ANIMALES Y VEGETALES

 

·        La extinción global de especies y poblaciones es más grave de lo previsto: Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología

·        De no revertir tal situación, se perderán para siempre en un lapso no mayor a 30 años

·        Con Paul R. Ehrlich, de la Universidad de Stanford, realizó un estudio que establece la pérdida de entre 50 y 100% de las poblaciones de mamíferos

 

Están en riesgo de extinción entre el 25 al 30% de plantas y animales vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces de agua dulce) en nuestro país, es decir, alrededor de 12 mil especies (muchas de ellas exclusivas del territorio nacional), sostuvo Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

El empobrecimiento biológico en los países y regiones tendrá impactos sociales, económicos y políticos, como pobreza, falta de agua y alimentos e inundaciones, puntualizó.

 

México, señaló, es uno de los países más ricos en biodiversidad, el cuarto a escala mundial, pero también se encuentra entre los diez con mayor deterioro ambiental, tanto que dicho porcentaje de especies en peligro podría ser mayor.

 

De no revertir tal situación, desaparecerá dicho porcentaje de especies en las próximas tres décadas, además de que, evidentemente, continuará creciendo el número de plantas y animales que correrán el mismo peligro, anotó el investigador.

La flora y la fauna, precisó, tienen la tarea fundamental de mantener las condiciones que permiten la vida en la Tierra. Ellas proporcionan a los humanos los denominados "servicios ambientales": agua y aire limpios, fertilidad en los suelos, polinización. Si se extinguen, también se pierden los beneficios que otorgan al ambiente y se producen sequías, deslaves e inundaciones, entre otras catástrofes.

 

Ceballos y Paul R. Ehrlich, de la Universidad de Stanford, realizaron un estudio de trascendencia mundial, publicado el 3 de mayo pasado en la prestigiada revista Science, donde analizan las poblaciones de 173 especies de mamíferos, la mayoría de los cuales han perdido más del 50% de las áreas que habitaban históricamente y, en algunos casos, hasta el 100%, lo que revela una pérdida severa de sus poblaciones.

 

El estudio es el primero a escala mundial que estima la pérdida de poblaciones en un grupo de plantas o animales, de ahí su relevancia, dijo su coautor.

 

La extinción global de especies, añadió, es mucho más severa de lo que se creía, si además de considerar la desaparición de plantas y animales se toma en cuenta la reducción de la distribución de sus poblaciones.

 

Este problema debe llevarnos a entender que la calidad de vida y la probabilidad de mantenernos vivos como seres humanos están en riesgo, afirmó el ecólogo universitario.  Explicó que los motivos para salvar a las especies no son sólo éticos, filosóficos, religiosos y ecológicos, sino de "egoísmo", de no protegerse "estará en peligro el bienestar de la población humana".

 

En la investigación referida se comparó la distribución de mamíferos como los lobos, osos grises, gacelas, rinocerontes, elefantes, tapires, jaguares, etcétera, existentes en el siglo XIX y en la actualidad. Se eligió a este grupo animal porque puede "servir como un indicador de lo que ocurre con el resto de la biota de la Tierra".

 

El artículo señala que la reducción de las poblaciones animales se concentra en áreas con una gran densidad humana o donde los impactos de sus actividades, como la agricultura y la cacería, han sido severos.

 

Muestra del riesgo que se corre es lo ocurrido en el sureste de Asia     -con una densidad de población humana extremadamente alta-, donde se registra uno de los mayores daños a las especies: 57% de esa región ha perdido entre 75 y 100 por ciento de sus mamíferos.

 

En Norteamérica, el porcentaje más alto de pérdida se presenta en el este de Estados Unidos. En Sudamérica, en la región de las Pampas, en Argentina; la mata atlántica de Brasil y las costas de Ecuador y Perú, áreas devastadas por el pastoreo y la agricultura no sustentable, son de las más degradadas del continente.

 

África tiene las áreas con los más altos niveles de disminución de mamíferos porque en la región del Sahara, las gacelas y otros grandes herbívoros han sido cazados hasta la extinción, a lo cual se suma la desertificación y la competencia por el agua y el alimento con animales domésticos.

 

En Australia ocurre algo similar con los mamíferos, además de que presenta severas reducciones de poblaciones animales, como resultado de las actividades agrícolas, prácticas forestales y la introducción de predadores y competidores.

 

La región europea perdió la mayoría de las especies amenazadas por la actividad humana desde hace mucho tiempo; por ejemplo, el lobo, el oso marrón y el castor fueron exterminados en Gran Bretaña en 1700.

 

La extinción de especies, opinó Ceballos, ha sido minimizada a pesar de sus efectos. "Es como si la epidemia del Sida se estimara sólo con los enfermos que llegan a los hospitales; el problema es mucho más grave".

 

"Si seguimos perdiendo poblaciones de especies -advirtió- estaremos en graves problemas, porque un país que no tiene la capacidad, la visión ni la voluntad de salvar sus ecosistemas, no tiene futuro".

 

Por ello se continúa con la investigación científica básica y aplicada para solucionar estos problemas e incluir el eje ambiental en el desarrollo nacional. En la agenda gubernamental, de la iniciativa privada y de la sociedad civil debe quedar claro que los recursos naturales son limitados, por lo que "no pueden seguir agotándose como si no tuvieran fin".

 

Superar la crisis ambiental y el problema de la extinción de especies parece complicado pero, por otro lado, "no hay opción". Se requerirá del apoyo y voluntad política del gobierno federal y de la concientización en todos los niveles de la sociedad. “Puede que todavía haya tiempo", recalcó.

 

El doctor Ceballos colabora actualmente con universidades extranjeras en la creación de una base de datos de todos los mamíferos del mundo (alrededor de 4 mil 600) para continuar el análisis de la reducción de poblaciones, la cual estará terminada en agosto.

 

Será la primera vez que se cuente con una base de datos con la distribución de un grupo animal a escala planetaria. Ello permitirá, entre otros aspectos, determinar las áreas mínimas para mantener las poblaciones de mamíferos. "Eso es algo único".

 

El universitario destacó que en su laboratorio del Instituto de Ecología se logró hacer una investigación dimensional real de un problema global, que afecta a todos los continentes. Generar ciencia con fuertes repercusiones mundiales es muy relevante, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

La mayoría de los mamíferos del mundo han perdido más del 50% de las áreas que habitaban históricamente y, en algunos casos, hasta el 100%, lo cual indica una pérdida severa de sus poblaciones, aseguró Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

 

Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, aseguró que un país que no tiene la capacidad, la visión ni la voluntad de salvar sus ecosistemas, no tiene futuro.