Boletín UNAM-DGCS-0753
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EN MÉXICO, CASI
EL 90% DE LA GENTE DE LA TERCERA EDAD VIVE CON ALGÚN FAMILIAR
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Cerca de la mitad de ellos
no tiene el apoyo necesario, agregó Verónica Montes de Oca, investigadora del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
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Hay siete millones de
ancianos en el país
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La tasa de crecimiento de la
población adulta mayor es del 3.5% anual, cifra histórica
Alrededor del 90% de las personas de la tercera
edad en México vive con algún familiar; sin embargo, cerca de la mitad de éstos
no tiene las condiciones socioeconómicas para apoyarlos en todo lo necesario,
destacó Verónica Montes de Oca, investigadora del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS) de la UNAM.
Añadió que en el país, poco
más del 30% de la población mayor recibe apoyo de otras personas que no viven
con ellos (familiares y no familiares), y que el 10 por ciento del total de la
población con 60 años y más no reporta ninguna forma de apoyo institucional, de
familiares o conocidos.
Asimismo, informó que alrededor del siete por
ciento de la población total tiene 60 años y más, es decir, alrededor de siete
millones de personas. En términos relativos, la mayoría de los adultos mayores
se concentran en el Distrito Federal y el Estado de México. La Zona
Metropolitana de la Ciudad de México concentra al 20% de la totalidad del país,
es decir, alrededor de un millón 400 y 700 mil específicamente en la ciudad de
México.
Debe tomarse en cuenta que actualmente, la tasa
de crecimiento de la población mayor en nuestro país es del 3.5 por ciento
anual, cifra histórica. Ante esta situación, uno esperaría previsión para atender
a este sector de la población, pero no es así.
México, dijo, se encuentra en “un riesgo
permanente” por el deterioro económico, lo cual tiene efectos diferenciales en
las generaciones que componen la población. La jornada de trabajo de los
miembros del hogar se ha extendido; la pérdida del poder adquisitivo se ha
incrementado; las prestaciones, como la seguridad social, son menores o
inexistentes; los hogares sufren cierta fragilidad y son incapaces de atender
al adulto mayor, quien requiere de apoyo afectivo, económico, cuidado directo y
ayuda informacional.
“Evidentemente –aseveró la también
profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales– para un sector de la población que
comienza a presentar un desgaste corporal, enfermedades mentales y crónico
degenerativas de diversa índole, esas condiciones tienen un efecto directo”.
La situación de los ancianos es de vulnerabilidad.
Sus bienes o vivienda se deterioran por la falta de mantenimiento. Hay casos de
violencia, despojo y maltrato, agregó Verónica Montes de Oca.
Una parte muy significativa de adultos mayores,
indicó, participa todavía en el mercado de trabajo, aún enfermos y sobre todo
en las zonas rurales. Adicionalmente, sólo una quinta parte de la población
adulta mayor que ha trabajado alguna vez en su vida tiene una pequeña pensión,
la mayoría de las veces.
Además, en México continúa el descenso de la
fecundidad, lo cual reducirá el tamaño de las familias. “Si las generaciones de
ancianos que estamos analizando ahora tuvieron hasta siete hijos o más, y no
reciben un apoyo directo de ellos, entonces, los que tuvieron menos de dos
sufrirán la reducción de sus redes de apoyo familiares. Esta realidad obliga a
fortalecer los núcleos familiares”, indicó.
Es necesario, por tanto, aplicar estrategias
integrales para el cuidado del adulto mayor, lo cual implicaría un ahorro
inmenso a las instituciones.
Pero el mayor reto, ya que tendemos
culturalmente al individualismo, es sensibilizarnos acerca de nuestros hábitos
de consumo. “En México, quienes tienen mejor nivel económico (clase media y
alta) son poco conscientes de que un gasto que hacen en algo superfluo podría significar
un gran apoyo económico a los adultos mayores de su propia familia (abuelos,
tíos, padres, entre otros)”.
Destacó por último que se sabe que las mujeres
son quienes principalmente atienden a los adultos mayores; que en la ciudad de
México se ha observado la tendencia a que esta población viva sola, sobre todo
las mujeres, y que poco más de la mitad de quienes viven en asilos no reciben
visitas de sus familiares.
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Si bien es cierto que la mayor
responsabilidad de los adultos mayores recae en la familia, la realidad indica
que no existe una relación directa entre la residencia con sus parientes y
obtener apoyo por parte de ellos, dijo Verónica Montes de Oca, de la UNAM.
El 10% del total de los mexicanos con 60 años no reporta ninguna forma de apoyo institucional, del interior del hogar o fuera de éste, comentó Verónica Montes de Oca, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales y profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.