06:00 hrs. Agosto 21 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0750

Ciudad Universitaria

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EN BREVE PODRÍAN PROBARSE EN HUMANOS CON CÁNCER FÁRMACOS DESARROLLADOS EN LA UNAM

 

·        Se trata de compuestos anticancerígenos de base metálica, creados por un equipo multidisciplinario encabezado por Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química

·        Pacientes con leucemia y cáncer cérvico-uterino, de colon o mama, del Instituto Nacional de Cancerología, serán los primeros a quienes se aplicarían

·        Es de ocho a diez veces más barato que otros de su tipo, como el cisplatino y mucho menos tóxicos

 

En breve se realizarán las primeras pruebas en humanos de dos fármacos anticancerígenos desarrollados en la Universidad Nacional Autónoma de México, informó Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química (FQ).

 

La familia de casiopeínas es el primer grupo de fármacos desarrollados totalmente en México. Dos compuestos de esta serie  de base metálica serán llevados pronto a la Fase Clínica 1 en el Instituto Nacional de Cancerología (INC).

 

Enfermos terminales con distintos tipos de cáncer como cérvico-uterino, de mama, de colon, leucemia u otros tumores como sarcomas, serán los primeros en recibir los medicamentos, luego de que las pruebas realizadas hasta ahora, in vitro e in vivo, han dado muy buenos resultados.

 

Lena Ruiz, quien encabeza el equipo multidisciplinario de investigación que desarrolló dicha familia de fármacos, luego de más de 25 años de trabajo, aseguró que se espera que el borrador del protocolo de investigación clínica para la Fase 1 sea presentado al INC en septiembre para su aprobación por las instancias y comités correspondientes, de modo que sean suministrados a los pacientes lo antes posible.

 

Los compuestos y su obtención

 

Lena Ruiz explicó que su trabajo comenzó en 1976 con la idea de que los metales en compuestos en coordinación con moléculas orgánicas pueden llegar a interaccionar con el ADN de las células cancerosas, interrumpiendo así su reproducción incontrolada dentro de la fase de tratamiento.

 

Ese año surgió el cisplatino, compuesto anticancerígeno metálico que revolucionó la quimioterapia por su capacidad para atacar cánceres que eran resistentes a otro tipo de compuestos, pero por su alta toxicidad provoca la caída del cabello, vómitos y secuelas secundarias graves, como daños en los riñones.

 

Ante tal circunstancia, Ruiz Azuara trabajó con elementos metálicos esenciales, presentes en los humanos, por ser fundamentales para alguna función biológica. Si por alguna causa ajena al organismo se adquieren excesos de ese tipo de metales, se activan procesos para eliminarlos.

 

La hipótesis del proyecto, recordó la investigadora universitaria, fue diseñar moléculas con metales esenciales, cuyas características químicas y estructurales les permitieran atravesar membranas y ser solubles en agua para difundirse en el organismo.

 

De los compuestos metálicos se comenzaron a probar los de cobre porque formaban estructuras planas (sus átomos principales están en un mismo plano), parecidas a las del cisplatino. Otra de sus ventajas, precisó, es su abundancia relativa en la naturaleza y de allí su menor costo comparado con el platino.


Debido a que el cáncer no es uno solo, sino que produce diversos tipos de tumores, con causas diferentes, se creó una matriz de compuestos ternarios (de tres unidades) de cobre, donde se modifican los sustituyentes, de tal manera que la estructura básica de los compuestos es la misma.

 

La obtención de la familia de fármacos en su totalidad implicó mucho trabajo: el diseño del compuesto, su síntesis, optimización y caracterización, además de la determinación de las propiedades físico-químicas, como estabilidad ante disolventes y constantes de formación, estabilidad al pH, propiedades magnéticas, etc.

 

También fue necesario montar las pruebas de cernimiento y actividad biológica in vitro e in vivo, donde se determinó que los compuestos tenían actividades citotóxicas, genotóxicas y antineoplásicas, tarea lograda por Isabel Gracia, también de la FQ.

 

Lena Ruiz señaló que los compuestos con mayor actividad pasaron a los estudios de farmacología y toxicología, donde se desecharon los más tóxicos y los menos activos. Los seleccionados fueron analizados determinándose su farmacocinética y farmacodinámica (modo y tiempo de absorción, distribución y eliminación del organismo) en varias especies animales y sangre humana.

 

Las casiopeínas: familia de anticancerígenos

 

La UNAM ha patentado unos 100 compuestos de la familia de las casiopeínas, todos con cobre. De ellos se han seleccionado los más activos y menos tóxicos para realizar pruebas preclínicas en animales, como gatos con leucemia viral felina y en ratones "desnudos" o sin respuesta inmune a los cuales se les introdujo un tumor humano. Los resultados han sido exitosos.

 

De los 100 compuestos se eligieron 24, de los cuales se seleccionaron cinco y, finalmente, dos, los más prometedores por su solubilidad y selectivos para leucemia y carcinomas.

 

Esas dos moléculas llevan el nombre de casiopeínas II y III, de las cuales hasta el momento se tienen nueve subfamilias, unas más activas que otras in vitro o in vivo. "Su nombre proviene de la constelación Casiopea, formada por seis estrellas, ordenadas con el mismo arreglo central de estos compuestos".


Las casiopeínas inducen muerte celular programada y se asocian con algunas proteínas que ayudan a transportar el fármaco a puntos determinados del organismo. Asimismo, se está determinando si se generan radicales libres.

 

En el caso del cisplatino -que salió a la venta en 1976- se comprobó in vitro, hasta 1997, cómo interactúa con el ADN, por lo tanto “nosotros aún tenemos tiempo, y ya trabajamos en esta mira".

 

Ruiz Azuara refirió que el proyecto es muy prometedor, aunque ha avanzado muy lento. "En Estados Unidos el desarrollo de un fármaco requiere en promedio quince años y se invierten alrededor de 150 millones de dólares, recursos que nosotros no tenemos".

 

La casiopeína II será probada en carcinomas; la III, en cáncer de colon y leucemia, y ambas en cáncer cérvico-uterino y de mama, aunque eso será decisión del INC, donde ya se tiene definido el número de pacientes que participarán en las diferentes fases de las pruebas clínicas.

 

Además, los costos se reducen, pues las dosis de casiopeínas requeridas en comparación con las de cisplatino son mucho menores.

 

La investigadora universitaria señaló que, por su toxicidad, los productos anticancerígenos metálicos se manejan en cantidades muy pequeñas. Por ello, la producción a "gran escala" para la comercialización de las casiopeínas no resultaría un problema.

 

En el laboratorio de Ruiz Azuara, en la FQ, se producen casiopeínas por lotes de cinco gramos, "para tenerlas listas en cuanto las requiera el INC".

 

Manifestó que además de la importancia de llevar el primer fármaco mexicano a la Fase Clínica 1, "en el camino hemos tenido muchos logros, como establecer protocolos de investigación que no existían y formar muchos estudiantes".

 

En este equipo multidisciplinario participan integrantes del Instituto de Investigaciones Biomédicas y de las facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia y de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, así como de la Universidad Autónoma Metropolitana (plantel Iztapalapa), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del IPN y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ).

 

Además, como resultado de la presentación de este trabajo en congresos internacionales, se unieron al proyecto científicos de Italia, Inglaterra, Alemania y Uruguay.

 

Lena Ruiz explicó que hasta ahora en México sólo se habían llevado fármacos conocidos a la Fase Clínica 3, o se habían modificado otros. "Aquí tuvimos la audacia de montar los modelos de investigación e iniciar pruebas anticancerígenas y para ello recurrimos a especialistas de otras disciplinas". Ahora, gracias a la investigación de los universitarios, el futuro para los enfermos de cáncer es más prometedor, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

Las casiopeínas son los primeros fármacos desarrollados totalmente en México. Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química, informó que serán probados en humanos en el Instituto Nacional de Cancerología (INC).

 

 

Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química, señaló que enfermos terminales de distintos tipos de cáncer como cérvico-uterino, de mama, de colon y leucemia, serán los primeros en recibir las casiopeínas, primer fármaco desarrollado totalmente en México.