06:00 hrs. Agosto 20 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0746

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

 

MAYOR EQUILIBRIO ENTRE LOS TRES  PRINCIPALES PARTIDOS EN MÉXICO

 

·        El PRI no perdió por el voto de castigo, sino porque lo abandonaron grupos importantes

·        El PAN pactó con organizaciones­­­­ como Coparmex y Concamin desde  hace muchos años, revela un estudio de la FCPyS

·        México se perfila a un “sistema de dos partidos y medio”, coinciden ocho investigadores de la UNAM

 

México vive una redistribución o estabilización del voto que permite mayor equilibrio entre los partidos y que éstos tengan mayores opciones y posibilidades en las elecciones federales, estatales y municipales, con lo cual se estabiliza también la democracia, según se establece en un estudio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

A partir de esta nueva distribución electoral, es probable que veamos  ganar o perder a un partido por un número muy bajo de votos. “Hemos calculado que la diferencia puede ser entre el 6 y el 8 por ciento, y que gane el PAN, el PRI u, ocasionalmente, el PRD, sin que estos triunfos signifiquen que el voto vuelva a irse masivamente de un partido a otro”, aseguró Carlos Sirvent, coordinador del Centro de Estudios Políticos de la FCPyS.

 

La pérdida de votos sufrida por el Revolucionario Institucional en las elecciones presidencial y locales pasadas no se debe al voto de castigo de los ciudadanos, sino a que intereses privados y sociales decidieron abandonarlo mucho antes de los comicios, revela el estudio “Realineamiento Electoral en México”.

En él se indica que en 14 entidades donde ha ganado un partido distinto al PRI, las organizaciones patronales, ciudadanas y campesinas ya se habían adherido a otros partidos, previo a las votaciones

 

En el análisis, realizado por ocho investigadores de la FCPyS, se prevé que el  voto masivo que perdió el PRI no regresará al instituto político. Lo que no significa que haya perdido sus posibilidades de obtener triunfos, incluso en la elección presidencial.

 

Sirvent señaló que el modelo que se conformó en el país es similar al de Chihuahua, donde ganó el PAN y luego recuperó el PRI, con un porcentaje muy bajo.

 

A nivel  presidencial, explicó, se dio un movimiento masivo del voto de alrededor del 20 por ciento a favor del actual mandatario. El sufragio  que en el futuro va a definir los triunfos entre el PRI y el PAN es de alrededor del 6 u 8 por ciento, es decir, un voto flotante, abundó.

 

El voto depende de las preferencias de líderes de grupos y fuerzas políticas, quienes convencerán a sus simpatizantes, es decir, estas fuerzas son las que realmente están detrás del voto en cada país, indicó.

 

“La hipótesis que estamos sosteniendo es que ese voto se movió masivamente del PRI a otros partidos, no tanto por cuestiones de campaña electoral o de candidatos, sino porque se realinearon al mismo tiempo las fuerzas y los intereses políticos”, agregó.

 

Expuso que Acción Nacional desde hace varios años ha pactado con importantes organizaciones, como son Coparmex y Concamin, por lo que muchos grupos empresariales se hicieron proclives al blanquiazul.

 

“El realineamiento electoral quiere decir que hay momentos históricos en los países en que por un reagrupamiento de las fuerzas políticas, de los intereses privados y sociales, los votantes se mueven masivamente a otro partido y los institutos políticos empiezan  a competir en términos de igualdad y a producir alternancia”, externó.

 

Esto  lo estamos  comprobando en 14 entidades del país donde se ha dado la alternancia. Entre ellas están: Baja California Sur y Norte, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Zacatecas, Tlaxcala, Morelos, Distrito Federal, Chiapas, Yucatán,  y Querétaro.

 

Consideró que para que el PRI perdiera en las elecciones presidenciales del año 2000, tuvo  que bajar su votación en alrededor de un 18 por ciento; de no haberse dado un movimiento tan masivo del voto, no hubiera sido derrotado.

 

Para Carlos Sirvent, las causas de la “ruptura” parecen estar asociadas a la crisis de carácter político que vivió después de 1982 y que empezaron a romper los incentivos de las organizaciones para seguir en el  PRI; la crisis del llamado Estado Social.

 

Dicha crisis hizo que el gobierno fuera cada vez menos capaz de establecer negociaciones con todas las agrupaciones. Éstas se hicieron autónomas y se adhirieron  a un partido diferente.

 

A juicio del politólogo universitario, estamos presenciando en México lo que algunos teóricos llaman la existencia de un “sistema de dos partidos y medio” -dos fuertes y otro un poco más chico-, pero que tiene capacidad de alianza e, inclusive, de determinar el resultado de una votación a favor de uno u otro.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto  1

 

Un estudio de la FCPyS de la UNAM  revela que el voto se movió masivamente del PRI hacia otros partidos porque se realinearon las fuerzas y los intereses políticos.

 

 

Foto 2

 

El voto es una variable dependiente de que los grupos y las fuerzas políticas se muevan hacia otros partidos y después convenzan a sus simpatizantes, afirmó el investigador Carlos Sirvent.