Boletín UNAM-DGCS-0745
Pies de fotos al final del boletín
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El mal subsiste a pesar de una amplia oferta de fármacos y el mejor
nivel de vida de la sociedad, señaló Luisa Martínez, de la FES Cuautitlán
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Uno de los principales factores de riesgo es la obesidad, y se calcula
que el 50% de la población en el país tiene ese problema
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En esa facultad se valora el desarrollo de nuevos compuestos con acción
cardiovascular como antihipertensivos y antiarrítmicos
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En la actualidad, mujeres y hombres tienen la misma probabilidad de
sufrir un infarto, advirtió
El número de mexicanos que padece hipertensión
va en constante crecimiento y ahora el 60% de la población la sufre, a pesar de
la mejora de la calidad de vida y de los diversos fármacos que la controlan,
aseguró Luisa Martínez Aguilar, investigadora de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Cuautitlán.
Ello se debe, sobre todo, a la incidencia de
factores de riesgo, como la obesidad que afecta al 50% de la población mexicana
y continúa también en incremento, advirtió.
Los estudios al respecto indican que el
riesgo de padecer hipertensión
ocasionada por la obesidad es propiciado por la gran cantidad de grasas
-lipoproteínas de alta y baja densidad y el colesterol- que se depositan en las
arterias.
Debido a eso, explicó, los vasos
sanguíneos se van cerrando, lo cual trae como consecuencia otros factores
liberadores, como la acumulación de plaqueta y adición de calcio que forman una
placa dura como piedra. Debido a ello,
se cierra el diámetro de las arterias y provoca un infarto.
Martínez Aguilar comentó que otros factores de
riesgo para la hipertensión son el estrés, la ingesta de sal, el sedentarismo y
el tabaquismo. Aún no se sabe el mecanismo por el cual influyen, pero estudios
han determinado que los fumadores tienden a sufrir un infarto.
El principal peligro de la hipertensión es que
puede provocar un infarto por sobrecarga de presión o el rompimiento de los
vasos sanguíneos cerebrales.
Un infarto ocurre cuando mueren células del
corazón y el tejido no es viable. Se sobrecarga el corazón y poco tiempo
después se genera insuficiencia cardiaca. En nuestro país, puntualizó, la
incidencia tanto de infarto como de hipertensión es muy alta, al igual que la
mortalidad por ambas causas.
La investigadora y catedrática de la FES
Cuautitlán añadió que el infarto es provocado por la disminución de riego
coronario o sanguíneo al corazón, y sin ésta no hay oxígeno y muere el tejido.
Entonces sucede el infarto ocurre por el desequilibrio entre aporte y demanda
de oxígeno, se presentan arritmias y puede darse una muerte súbita.
Sufrir crisis económicas de manera recurrente,
por ejemplo, genera estrés abrupto y una liberación de sustancias que estimulan
el sistema nervioso simpático: dopamina y adrenalina (catecolaminas), lo que
promueve un mayor ritmo de trabajo del corazón y, como consecuencia, un
infarto. "Pero también aunque no seamos hipertensos podemos sufrir un
infarto", aclaró.
En ese sentido, en la cátedra
“Farmacología en el Infarto al Miocardio”, a cargo de la propia académica de la
FES Cuautitlán, se realizan investigaciones acerca de la valoración biológica
de compuestos sobre la hipertensión arterial, el infarto miocárdico e
insuficiencia cardiaca, además de investigar cómo se desarrollan estos efectos
benéficos y los mecanismos de acción de
dichos compuestos.
Para contribuir en la solución a esta
problemática, la cátedra tiene dos líneas de investigación: una relativa a la
valoración biológica del desarrollo de nuevos compuestos de acción
cardiovascular: antihipertensivos, antiarrítmicos e inotrópicos positivos, y
otra sobre la determinación de los mecanismos moleculares y celulares de los
fármacos de acción cardiovascular.
De acuerdo con las estadísticas, hasta hace una
década los hombres sufrían mayor número de infartos que las mujeres; no
obstante, la incidencia en ambos se ha igualado. Además, hoy día hay gente que
desde los 30 años tiene este tipo de problemas. Mientras que la hipertensión
puede darse desde los 18 años, sobre todo cuando es heredada.
Luisa Martínez comentó que muchas veces no nos
damos cuenta que somos hipertensos. Por ello, es importante monitorear nuestra
presión arterial cada mes, porque este mal es conocido como el asesino
silencioso, ya que es difícil saber si se padece o no, es asintomática.
Si una persona tiene zumbido de oídos, dolor de
cabeza, mareos o desequilibrio, debe tomarse la presión. Aunque en ocasiones
ello se deba al estrés y uno no se dé cuenta de lo que siente, puede
presentarse la hipertensión y no sentirla.
Puede haber muerte súbita por hipertensión
cuando ocurre un rompimiento en el ámbito cerebral, es decir, una embolia
cerebral.
Destacó que algunas medidas preventivas contra
la hipertensión son: hacer ejercicio, evitar las grasas, los azúcares y bajar
el consumo de sal a dos gramos, bajar el estrés, ya que las sustancias
endógenas liberadas por nuestro organismo debido al estrés son las que
promueven que el corazón trabaje en exceso.
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A pesar del mejor
nivel de vida de la población, se calcula que 60% de los mexicanos sufre
hipertensión, aseguró Luisa Martínez Aguilar, investigadora de la FES
Cuautitlán.
La académica
universitaria Luisa Martínez Aguilar informó que el estrés, la ingesta de sal,
el sedentarismo y el tabaquismo son factores de riesgo para la hipertensión.