06:00 hrs. Agosto 13 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0727

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

PRODUCEN QUÍMICOS DE LA UNAM ISÓTOPO RADIOACTIVO PARA DETECCIÓN Y TRATAMIENTO DEL CÁNCER

 

·        Dicho isótopo radiactivo tiene utilidad en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la glándula tiroides

·        Es la primera vez que se logra en México, por lo cual representa el arranque de una industria nacional

·        Probable que cuando se elabore a gran escala lo exporten

·        El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares ha apoyado económicamente este proyecto

 

Logran universitarios producir yodo 131, con lo que se disminuirían sensiblemente los costos de los estudios de diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades de la glándula tiroides (cáncer, hipotiroidismo e hipertiroidismo) y renales, ya que en la actualidad el isótopo radiactivo es de importación.

 

Sus creadores, el investigador y ex director del Centro de Estudios Nucleares, Juan Manuel Navarrete Tejero y José Alanís Morales, estudiante de doctorado de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, coincidieron en la importancia del mismo, ya que a la fecha se tiene que traer de Canadá.

 

Nuestro procedimiento, explicó Navarrete, se basa en la irradiación de óxido de telurio sintetizado, lo cual significa que dicho material en polvo se lleva a cerca de su temperatura de fusión (más de 700 grados centígrados) durante unos cinco minutos para posteriormente dejarlo enfriar.

 

En la actualidad, agregó, existen dos maneras de obtener yodo 131. La primera es separarlo del combustible quemado de reactores nucleares,  procedimiento complicado y caro; además, como dicho isótopo requiere de una pureza total se necesitan instalaciones modernas.

 

La segunda consiste en irradiar con neutrones al telurio; de esta manera se obtiene el telurio 131, del cual, al disminuir su radiactividad, se produce el yodo 131. Una de sus desventajas es que el rendimiento  no es muy alto, indicó el investigador.

 

La elaboración de éste con la técnica desarrollada en la UNAM, puntualizó, representa el arranque de una industria nacional, pues su demanda es muy alta entre los 33 hospitales que practican medicina nuclear en nuestro país.

 

La producción a gran escala de yodo 131 podría comenzar inmediatamente en México, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), organismo que ha impulsado económicamente este proyecto, y donde trabaja Alanís Morales.

 

De hecho, indicó, ya se cuenta con los procedimientos de operación y de funcionamiento del proceso; sólo falta obtener la licencia de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias para que la planta empiece a funcionar.

 

Navarrete Tejero destacó que, aunque desconoce el precio del producto de importación, el que le ponga el ININ seguramente será menor al del importado en cerca del 50%, y si se produce a gran escala podría exportarse.

 

Los países que podrían interesarse en adquirirlo son: Estados Unidos, Costa Rica, Guatemala, Colombia y Cuba, se precisa en la tesis en que se basa la investigación.

 

Los resultados de la tesis de Alanís Morales, quien desde hace 12 años trabaja en el tema, fueron presentados en el V Congreso Internacional de Aplicaciones de la Radiación y de los Radioisótopos, celebrado en Bolonia, Italia, el pasado mes de junio.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Juan Manuel Navarrete Tejero, investigador de la Facultad de Química de la UNAM, dirigió la tesis de doctorado de José Alanís Morales sobre el método para producir yodo 131, que es utilizado en el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades de la glándula tiroides.

 

 

FOTO 2

 

La elaboración del yodo 131 representa el arranque de una industria nacional, pues ese elemento se importa, aseguró Juan Manuel Navarrete Tejero.