06:00 hrs. Agosto 12 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0724

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

URGENTE, LA RENEGOCIACIÓN DEL TLC EN EL SECTOR AGRÍCOLA

 

·        En el 2009 se abrirán las fronteras a la importación de maíz y frijol y la producción nacional de esos cultivos podría desaparecer, afirmó Blanca Rubio

·        La producción agropecuaria no alcanza para satisfacer la demanda interna; no tenemos autosuficiencia ni soberanía alimentaria, explicó

 

Es indispensable renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) para retirar del acuerdo -en forma urgente- cultivos como el maíz y el frijol, pues de lo contrario, el agro nacional quedará devastado, aumentará la pobreza y se profundizará la dependencia alimentaria, aseguró la investigadora universitaria Blanca Rubio.

 

Alertó que la producción nacional de ambos cultivos puede desaparecer en el año 2009, cuando se concrete una apertura total a la importación de estos productos.

 

El campo mexicano, agregó, atraviesa por una difícil situación: la superficie cosechada de granos básicos pasó de 13.3 millones de hectáreas en 1990 a 11.9 en 2000.

 

La especialista del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM aseveró que la producción agropecuaria ya no alcanza a abastecer la demanda interna, pues desde 1990 crece al 1.6 por ciento, mientras que la tasa poblacional lo hace al 1.8. Paralelamente, más de la mitad de los ejidatarios rebasa ya los 50 años y de los 82 distritos de riego, sólo 40 están parcialmente  rehabilitados.

 

En México, explicó, no tenemos autosuficiencia ni soberanía alimentaria. Se importa el 95% de la soya de consumo. En arroz, la dependencia alcanza un 58.5%; en trigo, un 49%; en maíz, entre el 20 y el 25%, y en frijol, aunque la compra oficial es baja, este producto entra de manera ilegal. "Todo ello, mientras a los productores nacionales no hay quién les compre".

 

Explicó que en el marco de la firma del TLC (en 1994) se acordó que cultivos como el maíz y el frijol iban a tener 15 años a partir de esa fecha para alcanzar los mismos rendimientos respecto a los de los socios comerciales. Algo que no se ha hecho realidad, pues "estamos todavía más atrasados" que durante aquel  periodo.

 

En el 2009, advirtió la catedrática, se cumplirán los 15 años para la apertura total de las fronteras sobre esos cultivos y la consecuencia será un aumento de las importaciones, "lo que nos va a traer una fragilidad impresionante".

 

Sentenció que un país no puede darse el lujo de dejar su producción alimentaria básica a las fuerzas del mercado mundial, porque, ejemplificó, tan solo una sequía grave en Estados Unidos que le impidiera exportar "nos traería una situación de hambruna".

 

Rubio planteó otras medidas paralelas a la revisión del TLC, como poner coto a las grandes agroindustrias transnacionales para obligarlas a consumir  la producción interna, garantizar el respeto a  las cuotas de importación y fomentar con subsidio la producción nacional.

 

Señaló que el 30 de mayo del presente año se promulgó una Ley Agrícola en Estados Unidos que aumenta en 80% los subsidios directos a la agricultura, con un paquete de más de 180 mil millones de dólares, lo que contradice lo acordado en el mundo en torno a que los países desarrollados no incrementarían estos apoyos.

 

"Con este incremento, podría haber más elementos para demostrar que sí se están contraviniendo los acuerdos comerciales mundiales en términos de no incrementar los subsidios, y nosotros tendríamos razón en cerrar nuestras fronteras a la entrada de maíz y frijol", recalcó.

Expresó que si el mercado se inunda de productos extranjeros, los consumidores nacionales van a adquirir mercancías de mala calidad como el maíz amarillo, destinado a los animales; o el transgénico, que genera problemas de respuesta inmunológica a los humanos, sentenció.

 

Ejemplificó que en México se encuentra soya de Brasil, contaminada en aproximadamente un 7 por ciento con hongo. Se importa café de muy mala calidad de Vietnam, que luego se mezcla con producto nacional para la presentación soluble; se compra carne de Estados Unidos que tiene hasta tres meses de refrigeración.

 

A las agroindustrias, expuso, lo que les interesa es bajar los costos, y prefieren comprar maíz amarillo de Estados Unidos, por ser barato, aunque el  de color blanco que se produce en México es de mucho mejor calidad nutricional.

 

Desde su óptica, el gobierno mexicano es poco sensible a esta problemática "porque tiene la visión de que hay que convertir el campo en un agro de empresarios competitivos y eficientes, y lo demás hay que importarlo. Pero esta idea es muy corta políticamente porque pone en entredicho la soberanía alimentaria", consideró.

 

Rubio recalcó que el problema del campo no se debe a una falta de visión empresarial de los productores, sino a que el gobierno ha reducido los subsidios, al mismo tiempo que los precios  decrecen y se han abierto las fronteras a los productos, fundamentalmente estadounidenses, finalizó la investigadora universitaria.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Blanca Rubio, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que es indispensable una renegociación del TLC para retirar  cultivos fundamentales como el maíz y el frijol.

 

 

Foto 2

 

El agro mexicano  atraviesa por una difícil situación que se ilustra  con la caída de la superficie cosechada de granos  básicos de 13.3 millones de hectáreas en 1990, a 11.9 en el año 2000, señaló la investigadora Blanca Rubio.