Boletín UNAM-DGCS-0715
Pies de fotos al final del boletín
SIN RAZONES
PATOLÓGICAS, EL USO DE JUGUETES ERÓTICOS
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Prejuicios morales o religiosos han impedido la experimentación erótica,
la seducción y el uso del propio cuerpo, sostuvo Selma González Serratos
·
La académica de la Facultad de PsIcología consideró que su uso obedece
al gusto particular de los individuos, no a cuestiones de necesidad
Recurrir a los juguetes eróticos dentro de las
relaciones sexuales de ninguna manera obedece a la presencia de patologías en
los individuos; por el contrario, su uso puede traer placer y beneficios a la
salud sexual, afirmó Selma González Serratos, académica de la Facultad de
Psicología.
Comentó que existen parejas con dificultades
para mantener una plena relación sexual, por lo que usan algún tipo de juguete
para provocar el autoerotismo.
El problema existe cuando se hacen patológicas
las conductas por situaciones sociales relacionados con las creencias
religiosas y de procreación; es entonces cuando este tipo de ayudas son
catalogadas como enfermizas o anormales, pero “la sexualidad no es ni normal ni
anormal, es lo que hagamos de ella”, agregó.
Sin embargo, la moral religiosa rechaza este
tipo de implementos porque considera antinatural todo acto sexual que no derive
en la reproducción. Enfatizó que esto “no permite abrirnos no sólo a los
juguetes, sino a la experimentación
erótica, a la seducción, al uso del propio cuerpo, de la mirada, de los cinco
sentidos”.
Selma González, quien pertenece a la
Coordinación de los Centros de Servicios
a la Comunidad Universitaria y al Sector Social, dijo que el empleo de
estos artículos podría ser saludable porque puede llevar al gozo y éste, a la
salud sexual.
Sin embargo, agregó que no se trata de promover
los juguetes sexuales, sino de promover lo que les produzca a las personas placer. El empleo de los
juguetes sexuales no obedece a cuestiones de necesidad sino de gusto, subrayó.
Se pronunció también porque las parejas se den
la oportunidad de conocer algunas cosas que son totalmente inocuas y que pueden
resultar muy divertidas.
Asimismo, apuntó que el uso de los juguetes
sexuales puede considerase incluso como didáctico, bajo un programa o terapia
en particular.
Comentó que en diversas ocasiones las personas
usan sábanas, prendas, cremas o perfumes y no lo consideran como juguetes.
Para diversos grupos sociales en distintas
épocas, lo sexual ha tenido algo de tabú y por eso es agradable, porque es
misterioso, pero no hay mayor problema si la gente quiere o no hablar de ello,
concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 1
Selma González
Serratos, académica de la Facultad de Psicología, opinó que el uso de juguetes
eróticos no obedece a ninguna clase de patología.
FOTO 2
El problema de
los juguetes eróticos radica en hacer patológicas las conductas por acuerdos
sociales, opinó Selma González Serratos, de la Facultad de Psicología de la
UNAM.