06:00 hrs. Agosto 09 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0715

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

SIN RAZONES PATOLÓGICAS, EL USO DE JUGUETES ERÓTICOS

 

·        Prejuicios morales o religiosos han impedido la experimentación erótica, la seducción y el uso del propio cuerpo, sostuvo Selma González Serratos

·        La académica de la Facultad de PsIcología consideró que su uso obedece al gusto particular de los individuos, no a cuestiones de necesidad

 

Recurrir a los juguetes eróticos dentro de las relaciones sexuales de ninguna manera obedece a la presencia de patologías en los individuos; por el contrario, su uso puede traer placer y beneficios a la salud sexual, afirmó Selma González Serratos, académica de la Facultad de Psicología.

 

Comentó que existen parejas con dificultades para mantener una plena relación sexual, por lo que usan algún tipo de juguete para provocar el autoerotismo.

 

El problema existe cuando se hacen patológicas las conductas por situaciones sociales relacionados con las creencias religiosas y de procreación; es entonces cuando este tipo de ayudas son catalogadas como enfermizas o anormales, pero “la sexualidad no es ni normal ni anormal, es lo que hagamos de ella”, agregó.

 

Sin embargo, la moral religiosa rechaza este tipo de implementos porque considera antinatural todo acto sexual que no derive en la reproducción. Enfatizó que esto “no permite abrirnos no sólo a los juguetes, sino a la  experimentación erótica, a la seducción, al uso del propio cuerpo, de la mirada, de los cinco sentidos”.

 

Selma González, quien pertenece a la Coordinación de los Centros de Servicios  a la Comunidad Universitaria y al Sector Social, dijo que el empleo de estos artículos podría ser saludable porque puede llevar al gozo y éste, a la salud sexual.

 

Sin embargo, agregó que no se trata de promover los juguetes sexuales, sino de promover lo que les produzca a  las personas placer. El empleo de los juguetes sexuales no obedece a cuestiones de necesidad sino de gusto, subrayó.

 

Se pronunció también porque las parejas se den la oportunidad de conocer algunas cosas que son totalmente inocuas y que pueden resultar muy divertidas.

 

Asimismo, apuntó que el uso de los juguetes sexuales puede considerase incluso como didáctico, bajo un programa o terapia en particular.

 

Comentó que en diversas ocasiones las personas usan sábanas, prendas, cremas o perfumes y no lo consideran como juguetes.

 

Para diversos grupos sociales en distintas épocas, lo sexual ha tenido algo de tabú y por eso es agradable, porque es misterioso, pero no hay mayor problema si la gente quiere o no hablar de ello, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 1

 

Selma González Serratos, académica de la Facultad de Psicología, opinó que el uso de juguetes eróticos no obedece a ninguna clase de patología.

 

 

 

FOTO 2

 

El problema de los juguetes eróticos radica en hacer patológicas las conductas por acuerdos sociales, opinó Selma González Serratos, de la Facultad de Psicología de la UNAM.