06:00 hrs. Agosto 03 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0702

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

SÓLO EL 30 POR CIENTO DE LAS FRANQUICIAS EN MÉXICO ES DE CAPITAL NACIONAL

 

·        El 66% pertenece a inversiones norteamericanas, destacó Cristina Alba, de la Facultad de Contaduría y Administración

·        Por el número de éstas, México ocupa el octavo lugar en el mundo y el segundo en América Latina, apuntó la académica

·        Aunque son una fuente de empleo, representan una importante fuga de divisas, agregó

 

 

Sólo el 30% de las franquicias establecidas en México son de capital nacional, el 66% pertenece a inversionistas norteamericanos y el 4% restante proviene de España, Brasil y Holanda, entre otros, señaló María Cristina Alba Aldave, académica de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA).

 

En la actualidad, indicó, las franquicias representan una nueva manera de organización del proceso mundial de comercialización que se insertó en los mercados al hacer crecer las empresas por medio del dinero ajeno.

 

Sin embargo, acotó, si consideramos que un mercado de este tipo es maduro cuando el 80% de sus sucursales son de capital nacional, el país está totalmente alejado de este concepto, incluso más que otros de Latinoamérica. “En Brasil, el 95% de estos negocios son de origen nacional, 67% en Argentina y el 46% en Venezuela”.


 

Si se cuantifica el número de franquicias, México ocupa el octavo lugar a escala mundial y el segundo en América Latina. “Se estima que en el año 2000 existían 20 mil puntos de venta y una facturación de 10 mil millones de dólares anuales”.

 

Una sola franquicia no ofrece muchos empleos, pero “si consideramos que en promedio entre las grandes, pequeñas y chicas, hay alrededor de nueve personas por unidad de negocio, éstas representan una importante fuente de trabajo”.

 

Los principales giros son de comida rápida extranjera -hamburguesas, pizzas o sushi-, restaurantes y bares. Estos rubros representan el 21%, mientras que el de la comida rápida nacional, representa sólo el 2.5%; indicó.

 

También tienen gran injerencia en áreas como servicios empresariales y automotrices, cada una de las cuales participa con 6.2%, abundó.

 

Este tipo de negocios, señaló, significa menor probabilidad de quiebra, pueden vender más barato y no tienen que hacer una promoción exclusiva para sus productos.

 

Según cifras proporcionadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, destacó, una empresa tiene un 70% de posibilidad de fracaso en cinco años, mientras en el mismo periodo una franquicia sólo corre el 20% de riesgo.

 

Al invertir en un sistema comprobado, con un nombre y una marca reconocidas, la posibilidad de cierre o quiebra es menor, porque se trata de un producto con demanda, que la mayoría de las veces resulta redituable, subrayó.

 

Se trata de una forma de hacer negocios en donde los dueños de la franquicia (franquiciantes) en lugar de gastar en sucursales venden un nombre a una persona (franquiciatario) que nunca va a ser dueña del negocio, pero sí la encargada de pagar la nómina, el local y además tendrá que dar regalías a la firma matriz.


 

Sin embargo, lo ideal sería fomentar y ayudar a que existan más franquicias nacionales, porque las extranjeras, además de representar una importante fuga de divisas, ofrecen muchas desventajas.

 

Por ejemplo, los franquiciatarios con frecuencia se enfrentan con contratos redactados de manera deficiente en la forma y en el fondo. De hecho, éstos pueden presentar algunas cláusulas que no se adecuen al marco legal vigente en nuestro país y por lo tanto no es posible exigir su cumplimiento.

 

Alba Aldave explicó que en cuanto a la circular de oferta de franquicia, aunque el reglamento de la Ley de Propiedad Industrial exige su entrega, muchas veces no se proporciona y cuando se hace, algunas no tienen nada de contenido y sólo hacen un anuncio promocional que señala cuándo se constituyó como empresa, dónde está y cuántas sucursales tiene la franquicia.

 

En realidad esta circular debe contener información sobre la tecnología utilizada, los estados financieros, la situación económica, las deudas, el porcentaje de crecimiento, el retorno de la inversión y los manuales operativos, puntualizó.

 

Por ello, si se piensa invertir en una unidad de negocio es preciso hablar con quien ya tiene una franquicia para asesorarse y saber en qué condiciones la adquirió, si no hay demora en la entrega de materiales, si el franquiciante es una persona con ética y si realmente el franquiciatario está recuperando su inversión tal y como lo esperaba, finalizó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

 

Foto 1

 

En México, el 66% de las franquicias pertenece a inversiones norteamericanas, destacó María Cristina Alba, de la Facultad de Contaduría y Administración

 

 

 

Foto 2

 

Las franquicias se insertaron en los mercados mundiales a través del concepto de hacer crecer las empresas por medio del dinero ajeno, destacó María Cristina Alba, de la FCyA de la UNAM