Boletín UNAM-DGCS-0702
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SÓLO EL 30 POR CIENTO DE LAS FRANQUICIAS EN MÉXICO ES DE CAPITAL NACIONAL
· El 66% pertenece a inversiones norteamericanas, destacó Cristina Alba, de la Facultad de Contaduría y Administración
· Por el número de éstas, México ocupa el octavo lugar en el mundo y el segundo en América Latina, apuntó la académica
·
Aunque son una fuente de empleo, representan
una importante fuga de divisas, agregó
Sólo el 30% de las franquicias
establecidas en México son de capital nacional, el 66% pertenece a
inversionistas norteamericanos y el 4% restante proviene de España, Brasil y
Holanda, entre otros, señaló María Cristina Alba Aldave, académica de la
Facultad de Contaduría y Administración (FCA).
En la actualidad, indicó, las
franquicias representan una nueva manera de organización del proceso mundial de
comercialización que se insertó en los mercados al hacer crecer las empresas
por medio del dinero ajeno.
Sin embargo, acotó, si
consideramos que un mercado de este tipo es maduro cuando el 80% de sus
sucursales son de capital nacional, el país está totalmente alejado de este
concepto, incluso más que otros de Latinoamérica. “En Brasil, el 95% de estos
negocios son de origen nacional, 67% en Argentina y el 46% en Venezuela”.
Si se cuantifica el número de
franquicias, México ocupa el octavo lugar a escala mundial y el segundo en
América Latina. “Se estima que en el año 2000 existían 20 mil puntos de venta y
una facturación de 10 mil millones de dólares anuales”.
Una sola franquicia no ofrece
muchos empleos, pero “si consideramos que en promedio entre las grandes,
pequeñas y chicas, hay alrededor de nueve personas por unidad de negocio, éstas
representan una importante fuente de trabajo”.
Los principales giros son de comida
rápida extranjera -hamburguesas, pizzas o sushi-, restaurantes y bares. Estos
rubros representan el 21%, mientras que el de la comida rápida nacional,
representa sólo el 2.5%; indicó.
También tienen gran injerencia
en áreas como servicios empresariales y automotrices, cada una de las cuales
participa con 6.2%, abundó.
Este tipo de negocios, señaló,
significa menor probabilidad de quiebra, pueden vender más barato y no tienen
que hacer una promoción exclusiva para sus productos.
Según cifras proporcionadas por el
Departamento de Comercio de Estados Unidos, destacó, una empresa tiene un 70%
de posibilidad de fracaso en cinco años, mientras en el mismo periodo una
franquicia sólo corre el 20% de riesgo.
Al invertir en un sistema
comprobado, con un nombre y una marca reconocidas, la posibilidad de cierre o
quiebra es menor, porque se trata de un producto con demanda, que la mayoría de
las veces resulta redituable, subrayó.
Se trata de una forma de hacer negocios
en donde los dueños de la franquicia (franquiciantes) en lugar de gastar en
sucursales venden un nombre a una persona (franquiciatario) que nunca va a ser
dueña del negocio, pero sí la encargada de pagar la nómina, el local y además
tendrá que dar regalías a la firma matriz.
Sin embargo, lo ideal sería
fomentar y ayudar a que existan más franquicias nacionales, porque las
extranjeras, además de representar una importante fuga de divisas, ofrecen
muchas desventajas.
Por ejemplo, los
franquiciatarios con frecuencia se enfrentan con contratos redactados de manera
deficiente en la forma y en el fondo. De hecho, éstos pueden presentar algunas
cláusulas que no se adecuen al marco legal vigente en nuestro país y por lo
tanto no es posible exigir su cumplimiento.
Alba Aldave explicó que en
cuanto a la circular de oferta de franquicia, aunque el reglamento de la Ley de
Propiedad Industrial exige su entrega, muchas veces no se proporciona y cuando
se hace, algunas no tienen nada de contenido y sólo hacen un anuncio
promocional que señala cuándo se constituyó como empresa, dónde está y cuántas
sucursales tiene la franquicia.
En realidad esta circular debe
contener información sobre la tecnología utilizada, los estados financieros, la
situación económica, las deudas, el porcentaje de crecimiento, el retorno de la
inversión y los manuales operativos, puntualizó.
Por ello, si se piensa
invertir en una unidad de negocio es preciso hablar con quien ya tiene una
franquicia para asesorarse y saber en qué condiciones la adquirió, si no hay
demora en la entrega de materiales, si el franquiciante es una persona con
ética y si realmente el franquiciatario está recuperando su inversión tal y
como lo esperaba, finalizó.
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PIES DE FOTO
Foto 1
En México, el 66% de las franquicias pertenece a
inversiones norteamericanas, destacó María Cristina Alba, de la Facultad de
Contaduría y Administración
Foto 2
Las franquicias se insertaron en los mercados mundiales a través del concepto de hacer crecer las empresas por medio del dinero ajeno, destacó María Cristina Alba, de la FCyA de la UNAM