17:00 hrs. Julio 25 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0675

Ciudad Universitaria

 

 

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NO DEBE TRASTOCARSE EL CARÁCTER PÚBLICO DE LOS SERVICIOS DE SALUD : JOSÉ NARRO

 

·        Sería una regresión y no un adelanto, advirtió el coordinador de la Reforma Universitaria

·        La federalización de la educación fue un proceso bueno, reconoció Olac Fuentes Molinar

·        Participaron en el coloquio "Federalismo fiscal, federalismo social”, organizado por la FE de la UNAM

 

No será por la vía de trastocar el carácter público de los servicios de salud como se podrá avanzar en la materia. Esto sería una regresión y no un adelanto. Cobrar por un servicio que hoy no cuesta a la población, no sólo debe cuestionarse, sino rechazarse con contundencia, afirmó José Narro Robles, coordinador para la Reforma Universitaria de la UNAM.

 

Durante su participación en el coloquio “Federalismo Fiscal, Federalismo Social”, organizado por la Facultad de Economía (FE), el ex subsecretario federal del ramo agregó que "tal parece que muchos no conocen y, por tanto, no entienden la realidad de nuestro país".

 

Al referirse a la experiencia de la descentralización de los servicios de salud en México, dijo que ésta debe estudiarse a fondo, pues hay cosas que aprender del ejercicio; así como existen asuntos que se deben profundizar y otros que sin duda se deben corregir. "Pero lo único que no puede hacerse es ignorarla o dejar que por la vía del tiempo se descomponga".

 

En este sentido, subrayó que la descentralización de los servicios de salud es irreversible, "a menos que se quiera desconocer la pertinencia del proceso; a menos que se pretenda regresar a un pasado superado y por mucho".

 

Alertó que desde la trinchera de la academia parecería claro que el proceso debe seguir su rumbo. En contraposición con quienes hace tres lustros planteaban el fin de la historia, algunos nuevos analistas y funcionarios parecen sostener que es el inicio de la misma, como si no hubiera un largo y sinuoso camino previamente recorrido, indicó.

 

Narro Robles enfatizó que no se debe dejar de invertir en salud, pues "no es posible perder lo alcanzado; no tenemos siquiera derecho a ponerlo en riesgo. Al respecto, se requiere más que discursos, más que promocionales en los medios de comunicación; mucho más que buenas ideas o espléndidos planteamientos teóricos", sentenció.

 

Lo que se requiere en parte, apuntó, son recursos financieros, así como de nueva cuenta identificar a la salud como una de las prioridades nacionales y tratar al ramo programático como tal. "Se puede y se debe", aseveró.

 

Recordó que entre 1994 y 2000, el número de médicos y enfermeras de la Secretaría de Salud se incrementó en casi 37 mil, cifra que representa un crecimiento del 43%, al tiempo que el presupuesto de la Secretaría de Salud aumentó en 71% en términos reales, entre 1995 y 1999.

 

Durante su exposición, el ex subsecretario de Salud identificó algunos de los pendientes en materia de descentralización en este sector. Planteó el desarrollo de acciones de evaluación para identificar el punto en el que se encuentra el proceso, y así tener claridad de lo que funcionó y lo que debe  reforzarse, es decir, pendientes y logros.

 

También consideró necesario avanzar en la única acción que no se concluyó en su totalidad, es decir, la transferencia completa de todos los aspectos laborales.

 

Por otra parte, dijo, debe hacerse un planteamiento para conseguir algo que desde hace 20 años se concibió y que parcialmente se alcanzó entre 1985 y 1987, y que durante tres lustros se ha quedado en el expediente de los asuntos por resolver: la descentralización del programa IMSS-Solidaridad.

 

Al respecto, apuntó que los servicios estatales están maduros, y sin duda cuentan con la capacidad para tomar la responsabilidad. "En esto tenemos una asignatura pendiente que, sin duda, más tarde o temprano se deberá cubrir", aseveró.

 

Agregó que otro aspecto a revisar es el de una posible desconcentración de funciones, recursos, atribuciones y responsabilidades a las jurisdicciones y a los hospitales, unidades médicas que se pudieran definir.

 

El proceso descentralizador, dijo, de ninguna manera puede concluir en la capital, en los estados, debe continuar, en el caso de la salud, a las jurisdicciones sanitarias e involucrar también a los municipios.

 

Expuso que otros aspectos por atender son los de capacitación y formación de recursos humanos y el de la asignación de mayores recursos financieros, “pues las necesidades son evidentes y deben atenderse”.

 

Durante su participación en la mesa "Las experiencias de descentralización  en salud  y educación", Olac Fuentes Molinar, de la Fundación SNTE, expuso que la federalización de la educación en México fue un proceso bueno, un  avance irreversible, por lo que cualquier medida contraria sería absurda.

 

Sin embargo, reconoció, que se requiere la evaluación a fondo y el relanzamiento de los compromisos y de su intención. El problema no es tanto que haya cuestiones que no fueron previstas, sino que no se cumple mucho de lo que está en la agenda.

 

La transferencia de la operación de los servicios educativos a los gobiernos de los estados fue gigantesca y compleja, proceso en el que estuvieron involucrados 35 millones de estudiantes, 700 mil maestros y miles de planteles escolares, agregó.

 

Asimismo, Fuentes Molinar dijo que hace diez años, antes de la descentralización el 71 por ciento de la matrícula de educación básica era atendida por la federación, mientras que el 20 por ciento estaba bajo la responsabilidad estatal y el resto por los particulares.

 

En su oportunidad, Guillermo Ortiz Solalinde, secretario de Salud del estado de México, señaló que en uno de los factores limitantes del proceso de descentralización de los servicios de salud y educación es el presupuesto, pues no se establecieron mecanismos para apoyar  su crecimiento.

 

"Era volar en el aire, porque no se generó un federalismo presupuestal donde se empezaran a buscar las fórmulas de redistribución de participaciones para que los estados recaudaran más y pudieran hacerse cargo de los servicios de salud y educación", apuntó.

 

La consecuencia, concluyó, es que con los años los recursos y los servicios se deterioraron, además de que la presión de la demanda que tienen los estados para los servicios de salud son tremendas, particularmente en entidades con crecimiento rápido.

 

 

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Guillermo Ortiz Solalinde, secretario de Salud del estado de México, señaló que uno de los factores limitantes del proceso de descentralización de los servicios de salud y educación es el presupuesto.