15:00 hrs. Julio 25 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0674

Ciudad Universitaria




MANUEL GIL ANTÓN

MARTINIANO ARREDONDO

JESUS AGUIRRE CARDENAS

ANTONIO PEÑA

ELODIA GOMEZ

GRACIELA RODRIGUEZ

Pies de fotos al final del boletín

 

SE REQUIEREN CAMBIOS EN EL CONSEJO UNIVERSITARIO Y EN LA JUNTA DE GOBIERNO

 

·        Académicos hablaron de la conformación, elección y atribuciones del máximo órgano colegiado de la UNAM

·        Se aseguró que los integrantes de la Junta no reciben consigna u orientación en sus decisiones

·        También se habló de la gestión administrativa en las universidades

 

Académicos, investigadores y funcionarios universitarios se pronunciaron por buscar nuevas formas de elección de los integrantes del Consejo Universitario, por modificar las atribuciones y estructura de la Junta de Gobierno de la UNAM, así como en favor de la transformación de los actuales esquemas administrativos de las instituciones de educación superior.

 

Al hablar sobre la “Conformación, elección y atribuciones del Consejo Universitario”, en el auditorio del Instituto de Investigaciones Filológicas, Elodia Gómez, consejera universitaria de la Facultad de Arquitectura, señaló que el Consejo Universitario (CU) ha sufrido el embate de voces que lo atacan y que han tratado de descalificarlo en su actuación, al describirlo como órgano ilegal, ilegítimo y sin auténtica representación.

 

Empero, acotó, no es posible que desaparezca porque en él se escuchan “todas las voces”. Lo que se necesita es fortalecerlo mediante la inclusión de sectores no considerados y el establecimiento de espacios de participación de la comunidad. También debe evitarse la formación de grupos de poder y el corporativismo, así como otorgar a los consejeros los apoyos que requieren para cumplir cabalmente con su labor.

 

Graciela Rodríguez, catedrática y ex directora de la Facultad de Psicología, señaló que para la posible reforma del CU debe tomarse en consideración el perfil requerido para las tareas que desarrollarán los consejeros.

 

Además de su conocimiento disciplinario, añadió, se necesita actitud de apertura y negociación, así como la toma de decisiones acordes con las necesidades de la UNAM; tampoco debe descartarse la evaluación de su desempeño, ni la preparación y actualización acerca de los instrumentos legales y criterios de interpretación de los mismos.

 

El ex director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Antonio Peña, dijo que la decisión de renovar el Consejo Universitario debería ir en el sentido de hacerlo más pequeño, selecto y cuidadoso, y con integrantes mejor preparados.

 

Planteó la disyuntiva de continuar con una elección democrática de representantes o “escoger a los mejores”. Los consejeros deben asumir el cargo por invitación, es decir, el Colegio de Directores los seleccionaría de las propuestas surgidas de la comunidad, tomando en cuenta los antecedentes y logros académicos. “Hay que establecer criterios más estrictos para definir quién tiene derecho a participar en la dirección de la vida de esta Universidad”.

 

La Junta de Gobierno

 

En la mesa redonda “Conformación, elección y atribuciones de la Junta de Gobierno”, llevada a cabo en el auditorio José J. Rojo de la Facultad de Odontología, se habló de la necesidad de reformar a esta instancia universitaria, pero también quedó de manifiesto que sus integrantes no reciben consigna u orientación en sus decisiones.

 

Axel Didriksson, investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad, dijo que como estructura de gobierno y como parte de un conglomerado organizacional e institucional, la Junta pertenece al pasado, porque ya no responde a la necesaria innovación académica que se requiere en esta casa de estudios.

 

Para que la UNAM realice una efectiva y comprensiva reforma académica e institucional, agregó, se requiere transmutar la Junta dentro de un proceso que haga posible su desaparición como tal, que será el mismo que transforme a la propia institución.

 

Por su parte, Jesús Aguirre Cárdenas, coordinador del programa de maestría y doctorado en Arquitectura de la UNAM, afirmó que durante el tiempo que perteneció a la Junta de Gobierno nunca recibió consigna u orientación para tomar decisiones, “siempre se me permitió actuar con toda libertad y así lo hice”.

 

Resaltó que en la Junta el comportamiento de sus integrantes es muy parejo, “trabajamos muy bien, todos damos nuestra opinión con libertad, aunque no siempre nos ponemos de acuerdo”

 

Se requiere transformar los esquemas administrativos

 

Durante la mesa redonda “La gestión administrativa en las universidades”, académicos sostuvieron que es indispensable transformar los actuales esquemas administrativos que rigen las instituciones de educación superior.

 

Manuel Gil Antón, de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, aseveró que existen tres obstáculos estructurales para que la gestión administrativa sea eficaz en las instituciones de educación superior. El primero, duplicar el gasto para que las cosas funcionen, y con ello terminar con el concepto entronizado de que la condición óptima de un trabajador es lograr el máximo posible de beneficios, haciendo el menor esfuerzo laboral.

 

Segundo, que las universidades se regulan por la Ley Federal del Trabajo bajo el esquema obrero-patronal, cuando debería reconocerse la peculiaridad de instituciones que son autónomas por ley, lo que sólo deja dos salidas: enfrentar conflictos periódicos o pactar un sin fin de prestaciones, imposibles de cumplir. Tercero, utilizar de manera más racional los recursos que se nos asignan.

 

Martiniano Arredondo, del Centro de Estudios Sobre la Universidad, señaló que en el momento actual el sistema nacional de planeación de la educación superior está agotado; el énfasis en dicha tarea ha sido desplazado a partir de los años 90 por la evaluación.

 

En el Centro de Lenguas Extranjeras añadió que no pueden soslayarse las tendencias, tanto a nivel nacional como internacional y, en ocasiones las presiones, para que las universidades públicas adopten un modelo organizacional homogéneo, utilizado en lo general en Estados Unidos. En este sentido, se estarían orientando hacia el mercado.

 

Las dos últimas mesas fueron interrumpidas cuando pequeños grupos de personas de manera desordenada y con gritos irrumpieron en el momento en que el segundo ponente, en cada caso, exponía sus puntos de vista.

 

 

-- o0o --

 

Foto 1

 

Antonio Peña, Graciela Rodríguez y Elodia Gómez Maqueo calificaron como indispensable seleccionar de forma idónea a los representantes del máximo órgano colegiado de la UNAM, durante la mesa “Conformación, elección y atribuciones del Consejo Universitario”.

 

 

FOTO 2

 

Axel Didriksson, investigador del Centro de Estudios Sobre la Universidad, y José Aguirre Cárdenas, coordinador del Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura –en segundo y cuarto lugar, respectivamente–, participaron en la mesa redonda ”Conformación, elección y atribuciones de la Junta de Gobierno”, en el marco de “El debate por la UNAM”

 

 

Foto 3

 

Ruiz de Chávez, Manuel Gil Antón y Martiniano Arredondo participaron en la mesa redonda “La gestión administrativa en las universidades”, realizada en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la UNAM