13:30 hrs. Julio 25 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0673

Ciudad Universitaria

 

 

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DESCENTRALIZACIÓN, LA MEJOR VÍA PARA FORTALECER EL FEDERALISMO: DE LA FUENTE

 

 

·        El rector de la UNAM advirtió que sería peligroso ceder a la tentación que volver a esquemas centralistas

·        Inauguró el Coloquio "Federalismo fiscal, federalismo social", organizado por el Seminario sobre la Cuestión Social

 

 

La descentralización es la expresión más clara del fortalecimiento del federalismo en nuestro país, afirmó hoy el rector Juan Ramón de la Fuente, quien dijo que lejos de echar para atrás los avances de la federalización de los servicios debe profundizarse en ellos.

 

Sostuvo que se requiere fortalecer a los congresos locales y a los ayuntamientos, para que la participación social encuentre mecanismos de expresión y de corresponsabilidad, en esas instancias que todavía tienen un potencial extraordinario.

 

Al inaugurar el Coloquio "Federalismo fiscal, federalismo social", organizado por el Seminario sobre la Cuestión Social, de la Facultad de Economía (FE), precisó que la idea de tener un gobierno federal es el reconocimiento de la heterogeneidad de los más de dos mil 400 municipios que hay en el país, pues sin esa diversidad, la idea de organización federalista no tendría sentido.

 

El reto del federalismo social y del fiscal, recalcó, es tener ayuntamientos sólidos, vigorosos, maduros y más eficientes, no ineficientes, débiles y corruptos.

 

Ante el subsecretario de Análisis y Prospectiva de Desarrollo Social, Miguel Székely Pardo; el director de la FE, Roberto Escalante; el coordinador del Seminario, Rolando Cordera, y la coordinadora de Humanidades, Olga Hansberg, el rector dejó en claro que la respuesta no está en las secretarías del Ejecutivo, sino en los congresos y mecanismos locales de fiscalización y seguimiento.

 

Señaló que el gobierno debe seguir "desprendiéndose de ese afán centralista que además no contribuye en nada al desarrollo de la vida democrática en México". Para ello, sostuvo, es necesario revitalizar el pacto federal, a fin de que las instancias locales y estatales cumplan a cabalidad con sus funciones.

 

En el auditorio de la Coordinación de Humanidades, De la Fuente advirtió que la tentación de volver a esquemas de control centralista es grande. "Aceptando que aunque fuera con buena fe, esa tentación de dar marcha atrás a los avances, sobre todo en el federalismo social, es peligrosa".

 

Insistió en que sólo con una clara convicción federalista se darán mejores respuestas a las necesidades locales y regionales, además de definir y redefinir las instancias de participación y decisión.

 

De no aceptarse que la parte fundamental para el desarrollo social es trasladar la toma de decisiones al lugar donde están los problemas, lo que implica recursos y responsabilidades, no avanzaremos más de lo logrado como país y nación.

 

A pesar de los rezagos, las grandes lagunas y las limitaciones, externó que ha habido modelos que dieron resultados alentadores. "Lejos de cambiar en aras de tratar de ponerle un sello casi egoístamente propio a muchos programas sociales, habrá que reconocer que unos han funcionado mejor que otros". Dijo que no se trata de darle al país "borrón y cuenta nueva", sino, en un esquema de madurez política, reconocer por dónde los avances deben profundizarse y reorientarse.

 

En su exposición, el rector de la UNAM subrayó que el federalismo en México no es novedoso e implica, ante todo, dos conceptos fundamentales: nuestra independencia y nuestra soberanía.

 

Los dos grandes componentes que definen la estructura del gobierno en México han sido la división de poderes y, como su complemento, el federalismo, entendido como la definición y el establecimiento de un gobierno federal que reconoce la soberanía de los estados, el principio de municipio libre.

 

A través de un pacto federal, explicó, se establece un concepto de Gobierno y de Estado que es el que nos ha permitido transitar durante los últimos casi dos siglos.

 

Propuso revisar si el pacto federal suscrito hace 180 años tiene vigencia y qué modificaciones podrían agregarse para darle todavía una mayor vigencia en un nuevo contexto de desarrollo nacional y de interdependencia internacional.

 

De la Fuente consideró necesario rescatar y redefinir el concepto mismo de federalismo mexicano como herramienta constitucional y reflejo de dos vocaciones y decisiones que la nación mexicana tomó a partir de que México se convirtió en un país independiente.

 

Resaltó que si el pacto federal no se sostiene como el eje fundamental del trabajo gubernamental, junto con el otro principio de la división de poderes, en los momentos que se viven y con los cambios internos y el influjo de fuerzas internacionales, la viabilidad del Estado-nación del país entrará en un grave predicamento.

 

Por su parte, el subsecretario de Análisis y Prospectiva de Desarrollo Social, Miguel Székely Pardo, indicó que el desarrollo social y el combate a la pobreza no son temas donde sólo el gobierno federal tenga injerencia y responsabilidad, sino debe ser compartida entre los tres niveles, por lo que se tienen que ver en torno al federalismo.

 

Por la naturaleza del federalismo en materia de política social, si no hay acciones coordinadas en los tres órdenes de gobierno cualquier impacto de sus acciones individuales tendrá un efecto más limitado que si trabajan en forma conjunta.

 

Entre las acciones del gobierno federal, agregó, está la redistribución de recursos en el territorio nacional, entre entidades federativas, para compensar rezagos y economías a escala. Se trata de actividades que no pueden realizar otros niveles gubernamentales.

 

En el caso de los gobiernos estatales, dijo, tienen actividades muy claras a desempeñar. Su autonomía en política social les permite tener un papel fundamental en este aspecto, además de las economías a escala.

 

Al referirse a los municipios, el funcionario comentó que tienen una razón de ser por estar más cerca y conocer mejor las necesidades y problemas de la población. De esta manera, pueden hacer frente a ellos de manera más eficiente, mientras el gobierno federal difícilmente puede tratar en forma diferenciada a los más de dos mil 400 municipios del país, porque en muchas ocasiones es una operación demasiado costosa.

 

Es impensable, puntualizó, la política social sin la intervención de los tres actores de gobierno. Hoy, la coyuntura es la redefinición del papel de cada uno de ellos en términos de este modelo, con sus ventajas y limitaciones.

 

Mencionó tres temas claves para la política social: el económico, porque sin recursos no se puede desarrollar este esquema; el diseño de la estrategia, campo en el que el avance es menor, pero sin él no puede funcionar, y el rubro democrático, referente a la capacidad institucional de estados y municipios para ser actores centrales de la política social.

 

 

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Roberto Escalante, director de la Facultad de Economía; Rolando Cordera, coordinador del Seminario Universitario sobre la Cuestión Social; Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM; Miguel Székely, subsecretario de Desarrollo Social, y Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades, durante la inauguración del Coloquio "Federalismo fiscal, federalismo social"