Boletín UNAM-DGCS-0673
DESCENTRALIZACIÓN,
LA MEJOR VÍA PARA FORTALECER EL FEDERALISMO: DE LA FUENTE
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El rector de la UNAM advirtió que sería peligroso ceder a la tentación
que volver a esquemas centralistas
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Inauguró el Coloquio "Federalismo fiscal, federalismo social",
organizado por el Seminario sobre la Cuestión Social
La descentralización es la expresión más clara
del fortalecimiento del federalismo en nuestro país, afirmó hoy el rector Juan
Ramón de la Fuente, quien dijo que lejos de echar para atrás los avances de la
federalización de los servicios debe profundizarse en ellos.
Sostuvo que se requiere fortalecer a los
congresos locales y a los ayuntamientos, para que la participación social
encuentre mecanismos de expresión y de corresponsabilidad, en esas instancias
que todavía tienen un potencial extraordinario.
Al inaugurar el Coloquio "Federalismo
fiscal, federalismo social", organizado por el Seminario sobre la Cuestión
Social, de la Facultad de Economía (FE), precisó que la idea de tener un
gobierno federal es el reconocimiento de la heterogeneidad de los más de dos
mil 400 municipios que hay en el país, pues sin esa diversidad, la idea de
organización federalista no tendría sentido.
El reto del federalismo social y del fiscal,
recalcó, es tener ayuntamientos sólidos, vigorosos, maduros y más eficientes,
no ineficientes, débiles y corruptos.
Ante el subsecretario de Análisis y Prospectiva
de Desarrollo Social, Miguel Székely Pardo; el director de la FE, Roberto
Escalante; el coordinador del Seminario, Rolando Cordera, y la coordinadora de
Humanidades, Olga Hansberg, el rector dejó en claro que la respuesta no está en
las secretarías del Ejecutivo, sino en los congresos y mecanismos locales de
fiscalización y seguimiento.
Señaló que el gobierno debe seguir
"desprendiéndose de ese afán centralista que además no contribuye en nada
al desarrollo de la vida democrática en México". Para ello, sostuvo, es
necesario revitalizar el pacto federal, a fin de que las instancias locales y
estatales cumplan a cabalidad con sus funciones.
En el auditorio de la Coordinación de
Humanidades, De la Fuente advirtió que la tentación de volver a esquemas de
control centralista es grande. "Aceptando que aunque fuera con buena fe,
esa tentación de dar marcha atrás a los avances, sobre todo en el federalismo
social, es peligrosa".
Insistió en que sólo con una clara convicción
federalista se darán mejores respuestas a las necesidades locales y regionales,
además de definir y redefinir las instancias de participación y decisión.
De no aceptarse que la parte fundamental para
el desarrollo social es trasladar la toma de decisiones al lugar donde están
los problemas, lo que implica recursos y responsabilidades, no avanzaremos más
de lo logrado como país y nación.
A pesar de los rezagos, las grandes lagunas y
las limitaciones, externó que ha habido modelos que dieron resultados
alentadores. "Lejos de cambiar en aras de tratar de ponerle un sello casi
egoístamente propio a muchos programas sociales, habrá que reconocer que unos
han funcionado mejor que otros". Dijo que no se trata de darle al país
"borrón y cuenta nueva", sino, en un esquema de madurez política,
reconocer por dónde los avances deben profundizarse y reorientarse.
En su exposición, el rector de la UNAM subrayó
que el federalismo en México no es novedoso e implica, ante todo, dos conceptos
fundamentales: nuestra independencia y nuestra soberanía.
Los dos grandes componentes que definen la
estructura del gobierno en México han sido la división de poderes y, como su
complemento, el federalismo, entendido como la definición y el establecimiento
de un gobierno federal que reconoce la soberanía de los estados, el principio
de municipio libre.
A través de un pacto federal, explicó, se
establece un concepto de Gobierno y de Estado que es el que nos ha permitido
transitar durante los últimos casi dos siglos.
Propuso revisar si el pacto federal suscrito
hace 180 años tiene vigencia y qué modificaciones podrían agregarse para darle
todavía una mayor vigencia en un nuevo contexto de desarrollo nacional y de
interdependencia internacional.
De la Fuente consideró necesario rescatar y
redefinir el concepto mismo de federalismo mexicano como herramienta
constitucional y reflejo de dos vocaciones y decisiones que la nación mexicana
tomó a partir de que México se convirtió en un país independiente.
Resaltó que si el pacto federal no se sostiene
como el eje fundamental del trabajo gubernamental, junto con el otro principio
de la división de poderes, en los momentos que se viven y con los cambios
internos y el influjo de fuerzas internacionales, la viabilidad del
Estado-nación del país entrará en un grave predicamento.
Por su parte, el subsecretario de Análisis y
Prospectiva de Desarrollo Social, Miguel Székely Pardo, indicó que el
desarrollo social y el combate a la pobreza no son temas donde sólo el gobierno
federal tenga injerencia y responsabilidad, sino debe ser compartida entre los
tres niveles, por lo que se tienen que ver en torno al federalismo.
Por la naturaleza del federalismo en materia de
política social, si no hay acciones coordinadas en los tres órdenes de gobierno
cualquier impacto de sus acciones individuales tendrá un efecto más limitado
que si trabajan en forma conjunta.
Entre las acciones del gobierno federal,
agregó, está la redistribución de recursos en el territorio nacional, entre
entidades federativas, para compensar rezagos y economías a escala. Se trata de
actividades que no pueden realizar otros niveles gubernamentales.
En el caso de los gobiernos estatales, dijo,
tienen actividades muy claras a desempeñar. Su autonomía en política social les
permite tener un papel fundamental en este aspecto, además de las economías a
escala.
Al referirse a los municipios, el funcionario
comentó que tienen una razón de ser por estar más cerca y conocer mejor las
necesidades y problemas de la población. De esta manera, pueden hacer frente a
ellos de manera más eficiente, mientras el gobierno federal difícilmente puede
tratar en forma diferenciada a los más de dos mil 400 municipios del país,
porque en muchas ocasiones es una operación demasiado costosa.
Es impensable, puntualizó, la política social
sin la intervención de los tres actores de gobierno. Hoy, la coyuntura es la
redefinición del papel de cada uno de ellos en términos de este modelo, con sus
ventajas y limitaciones.
Mencionó tres temas claves para la política
social: el económico, porque sin recursos no se puede desarrollar este esquema;
el diseño de la estrategia, campo en el que el avance es menor, pero sin él no
puede funcionar, y el rubro democrático, referente a la capacidad institucional
de estados y municipios para ser actores centrales de la política social.
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Pie de foto
Roberto Escalante, director
de la Facultad de Economía; Rolando Cordera, coordinador del Seminario Universitario
sobre la Cuestión Social; Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM; Miguel
Székely, subsecretario de Desarrollo Social, y Olga Hansberg, coordinadora
de Humanidades, durante la inauguración del Coloquio "Federalismo fiscal,
federalismo social"