Boletín UNAM-DGCS-0666
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LA UNAM REQUIERE
REALIZAR AJUSTES ACADÉMICOS, POLÍTICOS Y
SOCIALES: GLAZMAN NOWALSKI
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En ese sentido, el trabajo docente requiere
un tratamiento especial dentro del ámbito universitario, aseveró
·
Una buena parte de los académicos
universitarios desarrollan un trabajo más relacionado con su disciplina que con
las características de la propia docencia
En las condiciones actuales,
la calidad de universidad pública de la UNAM refiere una serie de
circunstancias exógenas que le demandan
realizar ajustes de carácter académico, político y social, los cuales,
de no llevarse a cabo, pondrían en severo peligro su sobrevivencia, afirmó
Raquel Glazman Nowalski, de la Facultad de Filosofía y Letras.
Por ello, señaló, requiere un
tratamiento especial dentro del ámbito universitario. "La tarea del
maestro ha extendido sus posibilidades en un rango muy amplio"; hoy tiene
una gran cantidad de obligaciones ineludibles que no pueden corresponder a la
improvisación.
Aunque se ha difundido una
idea simplificadora del quehacer docente que lo reduce a la exposición limitada
de un discurso más o menos preparado en el salón de clase, hoy esta labor hace
mayor referencia lo mismo a la diversificación de las tareas del maestro
–dentro y fuera del aula- que a la investigación como una labor ineludible.
Al dictar la conferencia
"Presente y futuro de la función docente", realizada en el marco del
ciclo “El debate por la UNAM”, Glazman Nowalsky consideró que en la actualidad
una buena parte de los académicos universitarios desarrollan un orden propio en
su trabajo, el cual está más relacionado con su disciplina que con las
características de la propia docencia.
De hecho, abundó, muchos de
ellos carecen de los conocimientos, habilidades y destrezas específicos
implicados en labores particulares que no se aprenden y desarrollan
automáticamente, tales como las relativas al currículum, la didáctica, la
investigación educativa o la evaluación.
En el auditorio de la
Coordinación de Humanidades, la especialista en didáctica destacó que, sin
embargo, los tiempos actuales, unidos a las presiones económicas a las que
están sometidas las universidades públicas, han determinado la tendencia hacia
el contrato de profesores de tiempo parcial por periodos limitados.
Hoy, indicó, por el salario
que las universidades pagan a un profesor de planta, pueden contratar hasta
cinco docentes de tiempo parcial, pero sin otorgarles los beneficios ni los
derechos de una plaza establecida.
Nuestro sistema universitario
ha generado la categoría de los maestros taxi, quienes reúnen su sueldo a
partir de la integración de horas-asignatura en diversos centros educativos
ubicados en distintos puntos de la ciudad.
Estos profesores, refirió, con
frecuencia no tienen identidad institucional. Se caracterizan por su falta de
sentido de pertenencia y las dificultades que entraña la indefinición de un
lugar de trabajo. Con estas condiciones, a los docentes les resulta
especialmente difícil desarrollar un trabajo para investigar o dar clases,
consideró.
Es por ello que cada vez más
los docentes se encuentran a merced de sus contratadores. "Su falta de
organización y la carencia de instancias sindicales de respaldo dificultan una
definición equilibrada en la relación laboral, a pesar de que las universidades
no pueden subsistir sin la existencia de buenos profesores", finalizó.
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Raquel Glazman Nowalski, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, al dictar la conferencia “Presente y futuro de la función docente”, señaló que muchos catedráticos carecen de los conocimientos, habilidades y destrezas específicos implicados en labores particulares los cuales no se aprenden y desarrollan automáticamente