06:00 hrs. Julio 23 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0659

Ciudad Universitaria

 

 

VICTOR MANUEL ULLOA ARELLANO

OSCAR BARREIRO PERERA

ISAAC CHERTORIVSKY

HECTOR DOMINGUEZ ALVAREZ

JUAN JOSE PEREZ

ELENA SANDOVAL ESPINOZA

ALFONSO GOMEZ NAVARRO

Pies de fotos al final del boletín 

DEMANDAN AUMENTO DE PRESUPUESTO FEDERAL A INSTITUCIONES PÚBLICAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR

 

·        Integrantes de Fundación UNAM y el Patronato Universitario participaron en “El debate por la UNAM” organizado por la CECU

·        Catedráticos de esta casa de estudios dijeron que se deben redoblar esfuerzos para la obtención de recursos adicionales

 

Miembros de Fundación UNAM y el Patronato Universitario destacaron la necesidad de que se mantenga el apoyo financiero gubernamental a las instituciones públicas de educación superior, mientras académicos sugirieron se realicen esfuerzos adicionales para elevar los recursos propios.

 

Los catedráticos e integrantes de los dos órganos universitarios participaron en “El debate por la UNAM”, que se desarrolló en las distintas entidades de la máxima casa de estudios, organizado por la Comisión Especial del Consejo Universitario para el Congreso Universitario (CECU).

 

En el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), Alfonso Gómez Navarro, académico de la Facultad de Contaduría y Administración (FCyA), al participar en la mesa ”El presupuesto de la UNAM”, afirmó que los recursos que aporta el gobierno federal a la UNAM son insuficientes, mientras que los ingresos que la institución obtiene por otros medios, sin comprometer su autonomía y/o su carácter público, son limitados.

 

Sin embargo, señaló que estos recursos se pueden aprovechar mejor con políticas de optimización del gasto. Resaltó que sólo con asignaciones federales es posible resolver los problemas presupuestales, bajo mejores condiciones de control sobre su rendimiento. Esto no implica eliminar otras alternativas de financiamiento.

 

Por su parte, Elena Sandoval Espinoza, directora Ejecutiva de la Fundación UNAM, puntualizó que la Universidad Nacional vive uno de sus momentos más difíciles en materia financiera. El techo presupuestal tiende a estacionarse, como reflejo de la crisis económica del Estado y las opciones exploradas en el pasado para allegarse más recursos son políticamente inviables, además de que sus efectos directos sobre las finanzas universitarias son en realidad reducidos.

 

Consideró necesario buscar mecanismos de asignación presupuestal  que respondan a los objetivos centrales de mejoramiento académico de la institución, así como encontrar puntos de confluencia entre los requerimientos básicos de la comunidad y formas de cooperación que resulten congruentes para convertirse en formas permanentes y novedosas de participación comunitaria.

 

En su intervención, Héctor Domínguez Álvarez, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, expuso que a pesar de los avances logrados por muchas dependencias en el campo de los recursos financieros, es necesario fortalecer el binomio evaluación–asignación de estos fondos, sobre todo por la situación de estrechez en este campo que encara la Universidad desde hace años.

 

Subrayó que se requiere enriquecer la tarea de asignación presupuestal, tanto en el ámbito institucional como hacia el interior de cada dependencia, valiéndose del auxilio de indicadores y criterios académicamente sustentados. Además, en épocas de estrechez económica, los recursos institucionales deben canalizarse a reforzar las funciones o áreas sustantivas que pueden generar los extraordinarios.

 

En su oportunidad, el catedrático de la FCyA, Juan José Pérez Castañeda,  destacó que no obstante el crecimiento del presupuesto en términos reales y la buena evolución de los ingresos extraordinarios, se debe continuar con la obtención de un financiamiento federal mayor que permita garantizar la viabilidad y crecimiento de la educación superior del país.

 

A ello se suma la necesidad de elevar la asignación a la UNAM, sobre todo por la demanda de educación que se tendrá en los próximos años. También, incrementar los recursos propios, en especial el derivado de los servicios y productos.

 

 

Educación superior y su financiamiento, en el Instituto de Astronomía

 

En el Instituto de Astronomía se realizó la mesa redonda “Perspectivas para el financiamiento de la educación pública superior en el país”. Al respecto, los participantes coincidieron en señalar en que el apoyo gubernamental es indispensable.

 

Oscar Barreiro Perera, director general de Control e Informática del Patronato Universitario de la UNAM, recalcó también que, ante los recursos limitados para atender la demanda educativa, se impone un ejercicio serio, al más alto nivel, que incorpore, entre otros, los siguientes puntos: respetar la meta de cobertura de la educación básica al 100% y atraer mayores recursos fiscales para apoyar la de nivel superior, en detrimento de otros sectores no prioritarios.

 

Asimismo, las instituciones de educación superior deben redoblar esfuerzos para incrementar sus recursos propios, sin descuidar la esencia principal para la que fueron creadas, y distribuir los recursos disponibles a través de mecanismos de evaluación que privilegien los esfuerzos que desarrollan este tipo de instituciones en cuanto a calidad y eficiencia educativas.

 

Isaac Chertorivsky, presidente y fundador del Consejo Directivo de Fundación UNAM, señaló que existe un divorcio total entre la cantidad de gente que se prepara en México y las necesidades reales del país. Por ello, recomendó hacer los estudios pertinentes para saber de aquí a 25 años cuáles son los profesionales que se requieren en el país, en qué áreas y dónde. “Si amarramos, primero, la oferta a la demanda, entonces podremos preocuparnos de financiarnos bien”.

 

Por otro lado, dijo que en un país como el nuestro, con tal desigualdad, las aportaciones voluntarias y libres son aceptables. Concluyó que cada día es más difícil conseguir recursos para la enseñanza de todos los grados y en especial para el superior y una nación sin educación es un país sin futuro.

 

En su momento, Víctor Manuel Ulloa Arellano, jefe de la Sección Académica de Finanzas y Seguros Actuariales de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, aseguró que el financiamiento de las instituciones públicas de educación superior debe ser resultado de la participación coordinada del gobierno federal, el sector privado, organizaciones no gubernamentales, fundaciones de egresados y un sistema racional de cobro de servicios extraordinarios.

 

Precisó también que el motivo que justifica plenamente el financiamiento de la educación superior sea en mayor parte gubernamental es que los objetivos fundamentales de las instituciones educativas públicas del tercer nivel se enfocan a brindar beneficios sociales, que no pueden medirse directamente en términos monetarios.

 

Necesarias mayores aportaciones para la educación

 

En la mesa redonda “Perspectivas para el financiamiento de la Universidad”, que se llevó a cabo en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón, especialistas de las facultades de Economía y Filosofía y Letras coincidieron también en la necesidad de mayores aportaciones a la educación, pues la autonomía no significa ausencia de financiamiento estatal.

 

El académico de la Facultad de Economía (FE), Clemente Ruiz Durán, expresó que es indispensable repensar a la UNAM para llevar a cabo la reforma que requiere. En este panorama debe definirse el tipo de modelo educativo que habrá de dirigir el rumbo de esta casa de estudios.

 

Señaló que si se sigue el actual modelo de universidad estática de los años 90, se podrán realizar las mismas funciones con los presupuestos hasta ahora asignados. En cambio, si se decide por el esquema dinámico y se redimensiona la institución a su carácter nacional –propuesta de la década de los 70–, los recursos disponibles serán insuficientes.

 

Gerardo Fuji Gambero, profesor e investigador de economía, apuntó que en nuestro país es necesario destinar más recursos a la educación  superior. En la actualidad, el gasto público por estudiante es de alrededor de dos mil 200 dólares; en Alemania y Estados Unidos esta cifra asciende a nueve mil y 16 mil dólares, respectivamente.

 

Al referirse a las cuotas, agregó que este tema siempre causa inquietud, sobre todo porque se habla de discriminación a los alumnos de bajos ingresos, pero hay también un consenso generalizado en el sentido de que ningún sistema de esta naturaleza debe impedir el ingreso a la Universidad de estudiantes que tengan los méritos para ello, independientemente de sus recursos económicos.

 

Javier Torres Parés, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras, planteó que la autonomía universitaria no significa ausencia de financiamiento estatal o privado, sino la forma de producción del conocimiento en vías del avance académico y científico.

 

La crisis que hoy tenemos, en cuanto al financiamiento de la educación, es un problema de fondo que se agravó cuando el Congreso de la Unión, en 1992, aprobó reformas constitucionales que tuvieron como finalidad que el Estado financiera legalmente las instituciones privadas y limitara el aporte económico en las públicas.

 

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Foto 1

Héctor Domínguez y Elena Sandoval antes de su participación en la mesa "El presupuesto de la UNAM"

Foto 2

Óscar Barreiro Perera, Isaac Chertorivsky y Víctor Manuel Ulloa Arellano participaron en la mesa redonda "Perspectivas para el financiamiento de la educación pública superior en el país"

Foto 3

Clemente Ruiz, Gerardo Fuji y Javier Torres participaron en la mesa redonda "Perspectivas para el financiamiento de la Universidad", que se llevó a cabo en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón; coincidieron en la necesidad de mayores aportaciones a la educación, pues la autonomía no significa ausencia de financiamiento estatal.