06:00 hrs. Julio 21 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0652

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

DEMANDAN INCLUIR LOS DERECHOS SOCIALES   EN LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO

 

·        Así lo afirmó Jorge Witker, del IIJ de la UNAM, quien consideró que llegó el momento de comenzar a exigir en estos acuerdos la defensa del trabajo, educación, alimentación y vivienda

·        La experiencia de los tratados específicos de cooperación en materia de trabajo se diluyó, debido al cambio de giro en la política económica y laboral de Estados Unidos

 

Los derechos económicos y sociales deben incorporarse a los tratados de libre comercio, de otra forma será imposible avanzar hacia el desarrollo y crecimiento con equidad, afirmó Jorge Witker, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

Al globalizarse los derechos humanos, indicó, en la firma de estos convenios internacionales debe exigirse la defensa de estas garantías que incluyen trabajo, educación, alimentación y vivienda.

 

Al dictar la ponencia "Derechos económicos y sociales en el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA)", el jurista destacó que en la actualidad la experiencia de los tratados específicos de cooperación en materia de trabajo se ha diluido debido al cambio de giro en la política económica y laboral de Estados Unidos.

 

En este sentido, agregó, el convenio referente a la materia laboral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no ha demostrado ser un instrumento real de protección al empleo y a los trabajadores.

 

Durante su participación en el Seminario Internacional "Derecho Comparado del Trabajo", realizado en el auditorio "Héctor Fix Zamudio" de la UNAM, el investigador señaló que al ALCA le quedan dos años de negociaciones, por lo cual se debe pensar y definir bien qué tipo de proceso va a seguir.

 

"Si va a ser simplemente un área de preferencias arancelarias que comprenda 34 países –32 latinoamericanos más Estados Unidos y Canadá– o va a constituir un proceso de integración mayor".

 

En este contexto, subrayó que el ALCA no debe propiciar que la liberación de los mercados de bienes y servicios, así como de inversiones y derechos de propiedad intelectual, conduzcan a una mera integración corporativa, desintegrando de paso a las economías nacionales y a las pequeñas y medianas empresas.

 

Tampoco debe impedir que los gobiernos nacionales fomenten políticas mediante las cuales se fortalezca la demanda interna y dependan por completo de los mercados externos, mencionó.

 

Y no puede permitir que se extienda y profundice el desempleo como una pandemia implacable, a la par de la multiplicación sin medida de las maquilas y zonas francas donde los trabajadores sean discriminados salarialmente, enfatizó.

 

Subrayó que este acuerdo no debe postular que la agricultura, sector esencial para la mayoría de los países de ALCA, quede expuesta a una competencia ruinosa frente al poderío tecnológico y subsidiado de las corporaciones transnacionales de alimentos.

 

Por lo tanto, el ALCA no debe ser sólo un proceso de integración mercantil alejado de las necesidades sociales y culturales del área americana. Debe aspirar a establecer un fondo compensatorio regional aportado por Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de apoyar a las regiones y países más empobrecidos, finalizó Jorge Witker.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Los derechos económicos y sociales deben incorporarse a la dinámica de los tratados de libre comercio, afirmó Jorge Witker, del IIJ de la UNAM, al dictar la conferencia "Derechos económicos y sociales en el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas".

 

Foto 2

 

Jorge Witker, Patricia Kurczyn y Néstor de Buen, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, luego de su participación en el Seminario Internacional de "Derecho Comparado del Trabajo".