Boletín UNAM-DGCS-0652
DEMANDAN INCLUIR
LOS DERECHOS SOCIALES EN LOS TRATADOS
DE LIBRE COMERCIO
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Así lo afirmó Jorge Witker, del IIJ de la UNAM, quien consideró que llegó
el momento de comenzar a exigir en estos acuerdos la defensa del trabajo,
educación, alimentación y vivienda
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La experiencia de los tratados específicos de cooperación en materia de
trabajo se diluyó, debido al cambio de giro en la política económica y laboral
de Estados Unidos
Los derechos económicos y sociales deben
incorporarse a los tratados de libre comercio, de otra forma será imposible
avanzar hacia el desarrollo y crecimiento con equidad, afirmó Jorge Witker, del
Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Al globalizarse los derechos humanos, indicó,
en la firma de estos convenios internacionales debe exigirse la defensa de
estas garantías que incluyen trabajo, educación, alimentación y vivienda.
Al dictar la ponencia "Derechos económicos
y sociales en el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA)", el
jurista destacó que en la actualidad la experiencia de los tratados específicos
de cooperación en materia de trabajo se ha diluido debido al cambio de giro en
la política económica y laboral de Estados Unidos.
En este sentido, agregó, el convenio referente
a la materia laboral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
no ha demostrado ser un instrumento real de protección al empleo y a los
trabajadores.
Durante su participación en el Seminario
Internacional "Derecho Comparado del Trabajo", realizado en el
auditorio "Héctor Fix Zamudio" de la UNAM, el investigador señaló que
al ALCA le quedan dos años de negociaciones, por lo cual se debe pensar y definir
bien qué tipo de proceso va a seguir.
"Si va a ser simplemente un área de
preferencias arancelarias que comprenda 34 países –32 latinoamericanos más
Estados Unidos y Canadá– o va a constituir un proceso de integración
mayor".
En este contexto, subrayó que el ALCA no debe
propiciar que la liberación de los mercados de bienes y servicios, así como de
inversiones y derechos de propiedad intelectual, conduzcan a una mera
integración corporativa, desintegrando de paso a las economías nacionales y a las
pequeñas y medianas empresas.
Tampoco debe impedir que los gobiernos
nacionales fomenten políticas mediante las cuales se fortalezca la demanda
interna y dependan por completo de los mercados externos, mencionó.
Y no puede permitir que se extienda y profundice
el desempleo como una pandemia implacable, a la par de la multiplicación sin
medida de las maquilas y zonas francas donde los trabajadores sean
discriminados salarialmente, enfatizó.
Subrayó que este acuerdo no debe postular que
la agricultura, sector esencial para la mayoría de los países de ALCA, quede
expuesta a una competencia ruinosa frente al poderío tecnológico y subsidiado
de las corporaciones transnacionales de alimentos.
Por lo tanto, el ALCA no debe ser sólo un
proceso de integración mercantil alejado de las necesidades sociales y
culturales del área americana. Debe aspirar a establecer un fondo compensatorio
regional aportado por Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de apoyar a las
regiones y países más empobrecidos, finalizó Jorge Witker.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Los derechos
económicos y sociales deben incorporarse a la dinámica de los tratados de libre
comercio, afirmó Jorge Witker, del IIJ de la UNAM, al dictar la conferencia
"Derechos económicos y sociales en el Acuerdo de Libre Comercio para las
Américas".
Foto 2
Jorge Witker, Patricia Kurczyn y Néstor de Buen, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, luego de su participación en el Seminario Internacional de "Derecho Comparado del Trabajo".