14:30 hrs. Julio 19 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0648

Ciudad Universitaria

 

 

 

NO SON CAUSA DE LA CRISIS ECONÓMICA LAS EMPRESAS DE ESTADO NI LOS SINDICATOS

 

·        Alfonso Bouzas, académico del IIEc, negó que las direcciones gremiales o la corrupción sindical sean las causas de México

·        Participó en el Seminario Internacional de Derecho Comparado del Trabajo,  en la UNAM

 

Las empresas de Estado no son la perdición de la economía, ni los sindicatos y la corrupción que hay en ellos la causa de la crisis que se vive en México, señaló el académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Alfonso Bouzas Ortiz, quien negó que las direcciones de estos gremios sean perversas.

 

El investigador del IIEc sostuvo que si en algún espacio ha habido una “más o menos vida sindical” es en las empresas grandes, donde hay negociación.

 

Mientras, en la pequeña y mediana industrias, así como en las transnacionales, antes de establecer la empresa el patrón realiza el contrato colectivo y decide con quién lo celebra.

 

Al participar en la mesa redonda, “Derechos colectivos: negociación colectiva”, del Seminario Internacional de Derecho Comparado del Trabajo, moderada por el abogado laboral Néstor de Buen Lozano, el especialista en asuntos sindicales señaló que el grave problema que se vive en México es el control de los sindicatos.

 

A los del apartado “B”, explicó, porque la inconstitucionalidad de la ley burocrática fue reconocida a destiempo, y a los del “A” por el esquema corporativo político en el que hubo un recambio de espacios de poder entre gobierno y sindicatos.

 

Y se preguntó: ¿quién es el titular del derecho de asociación y del derecho de contratación colectiva?

 

De las causas de la crisis económica, comentó que “los diferentes saqueadores del país”, como los delincuentes de “cuello blanco”, nada tuvieron que ver con las dinámicas sindicales.

 

Por su parte, el abogado Jorge Olvera Quintero indicó que la negociación colectiva está inserta en la noción de los derechos de los trabajadores.

 

El derecho del trabajo, apuntó, no es medio ni instrumento para hacer la revolución proletaria, sino un sistema de normas para regular la lucha de clases a fin de evitar la explotación humana.

 

Lograr una empresa eficiente, rentable y permanente implica una planeación democrática en el seno de las mismas, es decir, exige la concurrencia de toda la comunidad laboral, pues sin ello la justicia distributiva es una quimera, acotó.

 

El especialista en derecho Carlos Planck coincidió con Néstor de Buen en el sentido de que la huelga es un derecho colectivo y no la suma de individuos.

 

Agregó que el contubernio entre los líderes sindicales y los patrones dio como resultado un “verdadero desastre” en el país. Este esquema de complicidad provocó un inequitativo reparto de la riqueza.

 

Dejó en claro que, hasta el momento, no se ha desmantelado el esquema corporativista ni de populismo, por lo que hoy se debe buscar un cambio para lograr el equilibrio laboral en un amplio esquema de negociación colectiva.

 

 

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