Boletín UNAM-DGCS-0648
NO SON CAUSA DE LA CRISIS ECONÓMICA LAS EMPRESAS DE ESTADO NI LOS
SINDICATOS
·
Alfonso Bouzas, académico del IIEc, negó que
las direcciones gremiales o la corrupción sindical sean las causas de México
·
Participó en el Seminario Internacional de
Derecho Comparado del Trabajo, en la
UNAM
Las empresas de Estado no son
la perdición de la economía, ni los sindicatos y la corrupción que hay en ellos
la causa de la crisis que se vive en México, señaló el académico del Instituto
de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Alfonso Bouzas Ortiz, quien
negó que las direcciones de estos gremios sean perversas.
El investigador del IIEc
sostuvo que si en algún espacio ha habido una “más o menos vida sindical” es en
las empresas grandes, donde hay negociación.
Mientras, en la pequeña y
mediana industrias, así como en las transnacionales, antes de establecer la
empresa el patrón realiza el contrato colectivo y decide con quién lo celebra.
Al participar en la mesa
redonda, “Derechos colectivos: negociación colectiva”, del Seminario
Internacional de Derecho Comparado del Trabajo, moderada por el abogado laboral
Néstor de Buen Lozano, el especialista en asuntos sindicales señaló que el
grave problema que se vive en México es el control de los sindicatos.
A los del apartado “B”,
explicó, porque la inconstitucionalidad de la ley burocrática fue reconocida a
destiempo, y a los del “A” por el esquema corporativo político en el que hubo
un recambio de espacios de poder entre gobierno y sindicatos.
Y se preguntó: ¿quién es el
titular del derecho de asociación y del derecho de contratación colectiva?
De las causas de la crisis
económica, comentó que “los diferentes saqueadores del país”, como los
delincuentes de “cuello blanco”, nada tuvieron que ver con las dinámicas
sindicales.
Por su parte, el abogado Jorge
Olvera Quintero indicó que la negociación colectiva está inserta en la noción
de los derechos de los trabajadores.
El derecho del trabajo,
apuntó, no es medio ni instrumento para hacer la revolución proletaria, sino un
sistema de normas para regular la lucha de clases a fin de evitar la
explotación humana.
Lograr una empresa eficiente,
rentable y permanente implica una planeación democrática en el seno de las mismas,
es decir, exige la concurrencia de toda la comunidad laboral, pues sin ello la
justicia distributiva es una quimera, acotó.
El especialista en derecho
Carlos Planck coincidió con Néstor de Buen en el sentido de que la huelga es un
derecho colectivo y no la suma de individuos.
Agregó que el contubernio
entre los líderes sindicales y los patrones dio como resultado un “verdadero
desastre” en el país. Este esquema de complicidad provocó un inequitativo
reparto de la riqueza.
Dejó en claro que, hasta el
momento, no se ha desmantelado el esquema corporativista ni de populismo, por
lo que hoy se debe buscar un cambio para lograr el equilibrio laboral en un
amplio esquema de negociación colectiva.
-oOo-