15:30 hrs. Julio 18 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0644

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

 

LA UNAM, OBLIGADA A REALIZAR SUS FUNCIONES CON EFICIENCIA Y CALIDAD: JAIME MARTUSCELLI

 

·        Para ello, la evaluación y la rendición de cuentas representan un imperativo moral y la exigencia social que deben cumplirse para fortalecer su legitimidad, señaló el secretario de Servicios a la Comunidad Universitaria

·        Armando Labra, secretario Técnico del Consejo de Planeación de la UNAM, expuso que se debe contribuir a los propósitos esenciales de la Universidad mediante un proceso de planeación moderno que sirva para la toma de decisiones coherentes en plazos razonables

 

Por su papel estratégico en el país, la UNAM debe realizar sus funciones con el mayor grado de eficiencia y calidad posibles e informar a la sociedad de las acciones que realiza y el uso de sus recursos. Para ello, la evaluación y la rendición de cuentas representan un imperativo moral y una exigencia social que debe cumplirse para fortalecer su legitimidad, afirmó el secretario de Servicios a la Comunidad Universitaria, Jaime Martuscelli Quintana.

 

Al participar en el Primer encuentro institucional de responsables de planeación, con el tema “Retos de la evaluación en la UNAM: la perspectiva del Consejo de Planeación”, el funcionario universitario puntualizó que la cultura de la rendición de cuentas significa demostrar con hechos el cumplimiento de las acciones que se tenían programadas en los términos y tiempos estipulados, más allá de simplemente reunir un cúmulo de información y hacerlo público en forma periódica.

 

Señaló que se trata de poner a la disposición de la sociedad lo que de manera cotidiana se realiza para demostrar no sólo la transparencia de las acciones, sino la eficiencia y eficacia con que se utilizan los recursos que la sociedad le confía como institución pública.

 

La puesta en vigor de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, resaltó, crea la obligación de mantener a disposición de la ciudadanía un considerable conjunto de información.

 

En el Salón de Actos del Palacio de Minería, Martuscelli Quintana explicó que la evaluación es una actividad indisolublemente ligada al proceso educativo y es parte fundamental de las tareas docentes, de investigación o de difusión de la ciencia y la cultura.

 

En la UNAM, especificó, la evaluación recorre diversos caminos y atiende criterios distintos. Por ejemplo, la del desempeño académico se realiza según la Legislación Universitaria; los consejos académicos de área evalúan programas y actividades docentes de la dependencia, y los planes de estudio son revisados por las facultades y escuelas cuando se pretende introducir una modificación o se reserva para el Consejo Universitario la creación de nuevos planes.

 

Desde 1990, agregó, se impulsa la cultura de la evaluación individual a través de estimular la productividad del trabajo académico por medio del Programa de Incentivos de Desempeño (PRIDE), además de las permanentes evaluaciones externas, como la del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a los programas de estudio de posgrado y proyectos de investigación.

 

Jaime Martuscelli puntualizó que es un enorme reto atender la complejidad de la Universidad para su evaluación. De ahí la necesidad de que este proceso tenga cada vez mayor legitimidad mediante la ampliación de la participación en los cuerpos colegiados y entre la comunidad de cada dependencia o entidad.

 

En un proceso de reforma, la evaluación adquirirá relevancia de primer orden para la elaboración de diagnósticos cualitativos y cuantitativos que articulen las funciones sustantivas, objetivos, servicios y actores, además de atender los rasgos institucionales particulares para perfilar el proyecto de cambio, acotó.

 

Reiteró la urgencia de fortalecer la coordinación de las actividades de planeación y evaluación en la UNAM para la sistematización y homogenización de los aspectos generales y formales que deben ser considerados por las diversas dependencias.

 

Tanto Jaime Martuscelli como el secretario Técnico del Consejo de Planeación de la UNAM, Armando Labra Manjares, coincidieron en la necesidad de que se le dé mayor relevancia al área de difusión cultural, para reflejar el impacto de una de las actividades sustantivas de la UNAM.

 

Labra Manjarrez expuso que se debe contribuir a los propósitos esenciales de la Universidad, mediante un proceso de planeación moderno que sirva para la toma de decisiones coherentes en plazos razonables.

 

Planteó la urgencia de perfeccionar el andamiaje para apoyar la reforma en curso, para lo cual se requiere contribuir a la estrategia de descentralización de las funciones universitarias; articular y hacer compatibles las diferentes metodologías y enfoques de planeación; completar el ciclo de seguimiento, evaluación y financiamiento, enriquecidas con la rendición de cuentas y consolidar la autonomía universitaria como compromiso cotidiano permanente.

 

Precisó que en el ámbito nacional hay cuatro tipos de factores que plantean exigencias a los responsables de formular y conducir la política universitaria: económicos, sociales, educativos y políticos.

 

En el primer rubro, durante las últimas dos décadas el modelo educativo se subordinó a las políticas de ajuste y reforma neoliberales, lo que significó recursos decrecientes para la educación superior y deterioro de las finanzas de las universidades públicas.

 

En materia social, se registra un grave rezago en la cobertura de la educación superior, dado que sólo dos de cada 10 jóvenes mexicanos, entre 19 y 23 años,  tienen acceso a este nivel de enseñanza. Tan sólo en Chiapas y Quintana Roo, la cobertura es de uno de cada diez. En tanto, en los países industrializados alcanza a 9 de cada 10.

 

Labra Manjarrez añadió que en México la participación de la matrícula de enseñanza superior, dentro de todo el sistema educativo nacional es de apenas 7%, cuando la media de los países europeos es del 16%.

 

En el rubro educativo, dijo que la UNAM reporta importantes esfuerzos para mejorar la equidad educativa, elevar la calidad y fortalecer el desarrollo institucional, siendo necesario evaluar los avances; y en lo político, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública abre nuevos cauces al desarrollo democrático del país, plantea nuevas exigencias a las instituciones, pues enfrentan la obligación legal de sujetar cada vez más su comportamiento y desempeño al escrutinio público.

 

En el contexto institucional, Armando Labra precisó que los retos de la planeación, concebidos como un proceso dinámico, requieren cambios en siete rubros fundamentales: la renovación del marco normativo de la planeación; la revisión del aspecto conceptual de la planeación aplicada a la UNAM; institucionalizar la planeación y la evaluación mediante un sistema integrado de ambas; apoyar la reforma de la institución, dado que con o sin Congreso, resulta impostergable.

 

Asimismo, es necesario ampliar las capacidades financieras de la Universidad; fortalecer la cultura de la evaluación y la rendición de cuentas, y aplicar la planeación como instrumento de defensa y garantía de la autonomía.

 

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Jaime Martuscelli secretario de Servicios a la Comunidad Universitaria de la UNAM, consideró que la máxima casa de estudios, por su papel estratégico en el país, debe realizar sus funciones con el mayor grado de eficiencia y calidad posibles e informar a la sociedad de las acciones que realiza y el uso de sus recursos

 

Foto 2

 

El secretario Técnico del Consejo de Planeación de la UNAM, Armando Labra, indicó que en el ámbito nacional existen cuatro factores que plantean exigencias a los responsables de formular y conducir la política universitaria: económicos, sociales, educativos y políticos

 

Foto 3

 

Los funcionarios de la UNAM, Armando Labra y Jaime Martuscelli, secretarios técnico del Consejo de Planeación y de Servicios a la Comunidad Universitaria, respectivamente, al término de su participación en el “Primer encuentro institucional de responsables de planeación”, efectuado en al Palacio de Minería