06:00 hrs. Julio 14 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0627

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de foto al final del boletín

INACEPTABLE SUPONER QUE LOS TRANSGÉNICOS ESTÁN LIBRES DE RIESGOS: AGUSTÍN LÓPEZ MUNGUÍA

 

·        Ningún comestible en la historia de los sistemas de salud pública ha sido tan rigurosamente analizado como los transgénicos, aseveró el investigador del Instituto de Biotecnología

·        En la actualidad, los cultivos genéticamente manipulados se limitan al maíz, la soya, al algodón y la canola, destacó

·        Preocupa que esos productos provoquen alguna reacción alérgica

 

Es inaceptable suponer que los alimentos transgénicos no impliquen riesgos para el consumidor; de hecho, ningún comestible en la historia de los sistemas de salud pública ha sido tan rigurosamente analizado como los de este tipo, afirmó Agustín López Munguía, del Instituto de Biotecnología de la UNAM.

 

Es importante destacar, dijo, que en la actualidad los cultivos transgénicos se limitan sólo al maíz, la soya, el algodón y la canola. El año pasado hubo poco más de 50 hectáreas sembradas, la mayoría de ellas en Estados Unidos.

 

Agregó que “una de las principales preocupaciones sobre estos productos agrícolas es que la gente pueda manifestar alguna alergia a ellos”.

 

Quienes sostienen esta hipótesis olvidan que la relación con cada tipo de comida es personal, por lo cual cada individuo sabe qué alimentos le convienen y cuáles no, indicó.

 

Cuando hablamos de biotecnología de alimentos necesariamente hay que referirse a riesgos; sin embargo, todas las actividades humanas conllevan algún peligro, añadió el especialista al participar en la mesa redonda “Presente y futuro de los alimentos transgénicos en México”, realizada en el Foro de Química de Universum.

 

López Munguía mencionó: “la biotecnología ha estado con nosotros desde siempre. En la actualidad, sería difícil no encontrar algún elemento de la biotecnología formando parte de nuestra alimentación cotidiana. Basta con revisar todos los aditivos utilizados en la industria alimentaria, como es el caso de la enzima, empleada para coagular la leche y obtener el queso”.

 

Esta proteína, explicó, se obtenía del estómago de las terneras, pero gracias a la ingeniería genética ya no es necesario sacrificar a estos animales.

 

Otro ejemplo, abundó, es el caso de la cerveza; gracias a la biotecnología moderna se han creado levaduras modificadas con las cuales es posible producir cervezas ligeras y de buen sabor.

 

Por su parte, Aída Martínez, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, consideró que la ingeniería genética podría ser una herramienta poderosa para tener una agricultura sustentable, aunque resulte un poco dañina para el medio ambiente.

 

Refirió que este desarrollo puede analizarse a partir de dos enfoques: el agronómico, en el cual se ha tratado de trabajar con plantas que presentan resistencia a enfermedades, incluso herbicidas, a fin de favorecer la producción en campos. Se ha probado además su resistencia en medios ambientes adversos, como suelos altamente salinos, con baja disponibilidad de nutrientes, o en condiciones frías.

 

Otra orientación que se da a los alimentos transgénicos es la de buscar la manera de producir plantas de mejor calidad, con mayor tiempo de vida en el anaquel, o bien, con alto contenido vitamínico, agregó.

 

Una legislación adecuada para este rubro debe contemplar, además de la protección de la salud del consumidor, la garantía de que los pequeños productores reciban los beneficios de esta tecnología.

 

Sin embargo, subrayó, no debemos importar los reglamentos, sino diseñarlos de acuerdo con nuestras necesidades. No olvidemos que este es un país biodiverso, por lo cual se impone protegerlo, así como posibilitar el desarrollo de la biotecnología que requerimos para sacarle todo su potencial, dijo.

 

Finalmente, Julieta Fierro, directora general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, recalcó que la ingeniería genética aplicada de las plantas aporta muchos beneficios pero, como cualquier tecnología con un potencial tan alto, presenta riesgos sociales, económicos y ecológicos

 

La población mexicana debe estar informada sobre esta tecnología para poder participar de manera activa en la reglamentación que se hace en torno a la investigación, cultivo y consumo de productos transgénicos, concluyó.

 

 

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Foto 1

La ingeniería genética podría ser una herramienta poderosa para tener una agricultura sustentable y poco dañina para el medio ambiente.

 

Foto 2

La biotecnología ha estado con nosotros desde siempre, formando parte de nuestra alimentación cotidiana, tal es el caso de la enzima utilizada para coagular la leche y obtener el queso.