Boletín UNAM-DGCS-0595
Ciudad Universitaria
MÉXICO HA PERDIDO
EL LIDERAZGO DEL DESARROLLO URBANO EN LATINOAMÉRICA
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Carlos Morales Schechinger, secretario
académico del PUEC, dijo que en nuestro país se ha dado marcha atrás a la
propiedad comunal de la tierra
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Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades,
inauguró el Segundo Seminario Internacional “Reformas al suelo urbano”
México ha perdido el liderazgo
latinoamericano en muchas cuestiones de desarrollo urbano, y después de 10 años
de las reformas jurídicas que permitieron la reprivatización del suelo, los
resultados han sido “bastante modestos”, afirmó Carlos Morales Schechinger,
secretario académico del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad
(PUEC).
En el marco del II Seminario
Internacional “Reformas al suelo urbano. Aciertos, desaciertos y retos”, inaugurado
por Olga Hansberg, coordinadora de Humanidades de la UNAM, mencionó que la
figura del ejido, impulsada por nuestro país, era vista en toda Latinoamérica
como una gran oportunidad para el control de las ciudades, así como para la
dotación barata de suelo para los pobres; sin embargo, en la actualidad se ha
dado marcha atrás a la propiedad comunal de la tierra.
En la última década, México,
junto con Perú, han introducido elementos en su legislación que permiten la
reprivatización de esas tierras, muchas de las cuales se encuentran en la
periferia de las ciudades y en áreas ambientales muy sensibles.
En dichas reformas subyace la
idea de que un mercado desregulado asignará la tierra de forma adecuada entre
los diversos usos, y que esto servirá como garantía de un sistema financiero
más activo, incorporando a amplias masas de pobres al crédito formal, al
mejoramiento de la vivienda y a otros beneficios similares.
No obstante, la irregularidad de los asentamientos
urbanos (característica de América Latina) la han padecido ambos países antes,
durante y después de las reformas, y todo indica que ese fenómeno se seguirá
registrando, si no se emprenden cambios de otra naturaleza.
En ambas naciones se han
emprendido importantes programas de regularización, que incluso han alcanzado
fama mundial. Empero, en opinión del especialista, han sido excesivos, al grado
de otorgar seguridad jurídica a la irregularidad, tendencia que debe ser
modificada.
Debemos aprender de las
experiencias externas; estamos dormidos en los “laureles de la regularización”,
pero se requiere ver al futuro y no sólo tratar de ordenar el pasado.
En el Auditorio de la
Coordinación de Humanidades, Morales Schechinger recordó que en las últimas
décadas del siglo XX, muchas naciones latinoamericanas iniciaron reformas
referentes al suelo urbano.
Por ejemplo, en Argentina y El
Salvador, el marco jurídico privilegia a la propiedad privada; aunque en el
caso del segundo la legislación incluye la función social del suelo y se ha fortalecido
el libre mercado.
Ambos países adoptaron la
convicción de que, a través de ese sistema, se haría la asignación racional de
usos del suelo y la competencia propiciaría que bajaran los precios del
recurso, permitiendo a grandes masas de la población tener acceso al mismo.
Sin embargo, los resultados en
esas naciones han sido los contrarios. Sus ciudades se han dispersado y
registran altos costos en su infraestructura, ocupando terrenos de calidad
ambiental delicada.
Además, se ha generado una gran
segregación social, e incluso, los precios del suelo han subido. Las
expectativas no se cumplieron, sostuvo el especialista.
En sentido contrario están
Colombia, Brasil y Cuba, países que ocupan un lugar de avanzada en la materia.
El primero tiene desde hace tiempo una legislación que sí aplica en materia de
captura de plusvalías para los propietarios.
En el segundo -donde está por
cumplirse un año de la expedición del estatuto de la ciudad, hito en la
legislación urbana a escala mundial-, se logra el equilibrio entre la función
social y la propiedad privada de la tierra.
Finalmente, el tercero, luego
de tener una propiedad extensa en manos de la nación, ha permitido el
acercamiento de los capitales de inversión extranjeros, con lo cual se hace de
recursos por concepto de renta del suelo que se destinan a programas sociales.
El manejo del suelo, opinó
Morales Schechinger, no puede ser dejado enteramente ni al Estado ni a la
iniciativa privada. Es necesario un punto intermedio, como ocurre en estas tres
naciones.
Al inaugurar el Seminario,
Olga Hansberg Torres mencionó que a ese encuentro acude un selecto grupo de
ponentes y comentaristas, especialistas en el tema del suelo urbano, de gran
trascendencia para el futuro de las ciudades del continente.
La funcionaria expuso que
estas reuniones forman parte de un amplio proyecto de investigación, formación
y discusión sobre el tema que desarrolla el PUEC, que se cristalizaron en la
firma de un convenio de colaboración con el Lincoln Institute of Land Policy,
en febrero de 2001, del cual surgió otro programa de formación de estudiantes
especializados en el tema.
“Con actividades como ésta, la
Universidad Nacional cumple con su compromiso de investigar los grandes temas
de la realidad nacional, de formar gente en las disciplinas científicas afines,
de fomentar un debate de ideas y de difundir los resultados a la sociedad en su
conjunto”.
El encuentro, concluyó,
servirá para desarrollar un mejor conocimiento científico sobre el proceso de
las reformas jurídicas al suelo y contribuirá con propuestas para que las
ciudades funcionen mejor en beneficio de la sociedad.
Durante su intervención,
Manuel Perló, director del PUEC, recordó que hace un año se efectuó la primera
versión del seminario con el tema “Mercados del suelo”. Entonces quedó claro
que era necesario darle continuidad a la reunión y mantener una discusión
permanente.
El tema elegido para esta
ocasión es el análisis del régimen de propiedad del suelo en las ciudades de
América Latina, evaluando los aciertos, desaciertos y retos que presenta.
“Decidimos retomar el tema
porque este año se cumple una década de las importantes reformas
constitucionales sobre propiedad ejidal que se llevaron a cabo en México, las
cuales han tenido un impacto muy importante sobre el suelo urbano”.
Señaló que se ha hecho poco
análisis de lo que ha sucedido en este lapso. Por ello, “hemos querido abordar
este tema, que se discutirá bajo una perspectiva comparativa latinoamericana”.
Uno de los propósitos del Seminario
es abordar lo que ha pasado en el continente, por qué se han dado cambios en
las legislaciones de los países y a qué factores de tipo político, estructural
y social responden. Asimismo, evaluar si se trata de experiencias con saldos
positivos, si están en fase de transición o si deben modificarse.
En el acto inaugural también
estuvo Antonio Azuela, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y
miembro del comité directivo del Lincoln Institute of Land Policy, quien habló
del surgimiento y desarrollo de este organismo con sede en Cambridge,
Massachusetts.
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