15:00 hrs. Junio 27 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0574

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

MÉXICO NO ESTÁ EN LA ANTESALA DEL INFIERNO O AL BORDE DE LA DEBACLE ARGENTINA: LORÍA DÍAZ

 

 

·        El economista de la UNAM señaló que el deslizamiento del dólar no es causa de preocupación

·        México vive un ambiente de estabilidad macroeconómica, pero con muy escaso crecimiento

·        No se ahuyentará la inversión extranjera, afirmó

 

El deslizamiento del dólar frente al peso no es motivo de preocupación ni de pánico, y quien diga que  esto es la antesala  del infierno, de la debacle o de llegar a una situación similar a la que sucede en Argentina, no tiene idea, afirmó el  economista de la UNAM, Eduardo Loría  Díaz de Guzmán.

 

En el marco del Seminario de Política Industrial organizado por la Facultad de Economía (FE) con el tema "Inversión Extranjera en México", Loría sostuvo que  México vive un  ambiente de estabilidad macroeconómica, pero con muy escaso crecimiento.

 

Afirmó que el hecho de que el dólar se deslizara de 9.7 a alrededor de 10 pesos, "es algo bueno y no representa motivo de preocupación o de pánico".

 

En la sala Multimedia "Octavio Gudiño Aguilar" de la FE, el especialista aseveró que incluso el   tipo de cambio  debería estar  a 10.50, "para ser de mayor equilibrio".

 

Respecto a la política económica actual, indicó que son necesarios consensos más claros entre el Ejecutivo y el Legislativo. "Lo malo es que si de aquí a diciembre no se aprueban reformas, el año próximo no va a ocurrir porque es año electoral”. Advirtió que habrá una mayor "parálisis" y menor crecimiento económico de no darse estos cambios.

 

Desde su óptica, hay varios problemas urgentes, como los costos laborales crecientes, frente a otros países que los tienen decrecientes, lo que significa que estamos perdiendo competitividad.

 

Una reforma laboral, apuntó el catedrático,  trataría  de bajar los costos laborales, no reduciendo salarios, sino aumentando productividad.

 

Por otro lado, indicó que la actual situación económica de México no ahuyentará la inversión extranjera directa en el territorio nacional, pues los flujos de inversión extranjera  son fluctuantes, no lineales.

 

Desde 1993, cuando empezaron a haber problemas sociopolíticos en el país, la inversión extranjera directa no se ha reducido, ha crecido en forma más o menos estable, "y no hay elementos que indiquen que puede caer; quizá no siga creciendo a ciertos ritmos si no se aplican reformas estructurales o por eventos catastróficos, pero de ninguna manera habría reducción".

 

Se espera, informó, que la inversión extranjera en México este año sea de 14 mil millones de dólares, suficiente para financiar el déficit de cuenta corriente.

 

Desde 1994, la inversión extranjera de cartera en México es mínima, no representa más del 15 o 20  por ciento del total de la inversión extranjera, de ahí que no le afectará porque no tiene el poder de hacer corridas especulativas, ni de detener el tipo de cambio, ni de provocar burbujas especulativas.

 

La inversión extranjera directa, la que produce bienes y servicios, tiene aspectos positivos porque trae tecnología, genera empleos, ayuda a compensar el desequilibrio  de cuenta corriente, y es la que permite  reducir costos laborales, aunque tiene perjuicios que son las remisiones de utilidades, lo que presiona la balanza de pagos.

 

La inversión extranjera directa que entrará este año va a ser equivalente a lo que se pagará por los servicios factoriales, de la deuda externa, y lo que se paga por remisión de utilidades a las empresas, más o menos correspondería a lo que va a entrar este año de inversión extranjera directa, por eso aminora el problema del sector, externó.

 

El año pasado, la inversión extranjera tuvo un comportamiento totalmente anómalo porque incluyó la venta de algunos bancos, finalizó.

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

Los economistas  Eduardo Loría  Díaz de Guzmán y Luis Miguel Galindo abordaron el tema de la inversión extranjera en México, durante el Seminario de Política Industrial en la Facultad de Economía.

 

 

Foto 2

Eduardo Loría, economista de la UNAM expuso que el deslizamiento del dólar frente al peso es algo bueno, no es motivo de preocupación ni de pánico.