14:30 hrs. Junio 26 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0571

Ciudad Universitaria

 

 

SIN ADICCIÓN AL TABACO NI AL ALCOHOL, LA MAYORÍA DE LOS ALUMNOS DE NUEVO INGRESO DE LA UNAM

 

·        El 88% de los bachilleres y el 70% del nivel superior no consumen tabaco ni han ingerido bebidas alcohólicas

·        El Examen Médico de Admisión de la Universidad Nacional incluyó a 29 mil 141 estudiantes de bachillerato y 17 mil 216 de licenciatura

 

 

El 88% de los alumnos del bachillerato y 70% del nivel superior no consumen tabaco ni han ingerido bebidas alcohólicas, reveló el Examen Médico de Admisión (EMA) realizado a estudiantes de ambos grados que ingresaron a la Universidad Nacional durante el periodo 2001–2002.

 

El estudio, que incluyó a 29 mil 141 estudiantes de bachillerato y a 17 mil 216 de licenciatura, dio a conocer que del 12% de los alumnos fumadores del nivel medio superior, el 57% lo asocia con el consumo de alcohol.

 

Mientras, del 30% de los consumidores de tabaco en el nivel profesional, el 70% también refiere la misma asociación.

 

Uno de los principales factores de riesgo del tabaquismo entre la comunidad estudiantil son los amigos, ya que 45% de los bachilleres que tiene ese hábito lo obtuvo por invitación o imitación; en tanto, en licenciatura representa el 23%.

 

Para atender cada uno de estos factores, la Dirección General de Servicios Médicos de la UNAM cuenta con tres estrategias: educación para la salud; detección y prevención de riesgos, y atención del daño. Se pretende que los jóvenes no fumadores se mantengan al margen y que los consumidores abandonen el tabaco.

 

La principal estrategia de educación para la salud es el proyecto de “Habilidades para vivir”, el cual tiene como base diez aspectos fundamentales para formar estudiantes con estilos de vida sanos: conocimiento de sí mismo, empatía, comunicación efectiva, pensamiento crítico, creativo, resolución de problemas, manejo de sentimientos y emociones, así como de tensiones, relaciones interpersonales y toma de decisiones.

 

Dicho proyecto pretende prevenir conductas sexuales de alto riesgo, el rechazo de pares y la delincuencia y conducta criminal; retrasar la edad de inicio del uso del alcohol y la marihuana; enseñar a controlar la ira; mejorar conductas relacionadas con la salud y la autoestima, así como el desempeño académico. Este concepto está tomado de la ingeniería y es aplicado al ámbito del desarrollo humano.

 

La segunda estrategia está diseñada para identificar y prevenir riesgos en accidentes y violencia, adicciones, salud sexual y reproductiva; trastornos de la alimentación y psicoafectivos, además de enfermedades crónicas, con lo cual se trabaja con estrategias de educación individual, grupal o comunitaria.

 

La Coordinación Institucional Universitaria de Programas y Servicios de Salud, conformada por 11 dependencias relacionadas entre sí por su  injerencia en la salud, en el estudio del comportamiento humano, en la medicina y la academia, tiene como objetivo apoyar los  proyectos orientados al desarrollo integral del estudiante.

 

En resumen, la Dirección General de Servicios Médicos tiene como objetivo formar individuos que al enfrentarse a una situación de adversidad y exponerse a factores de riesgo, tengan la capacidad de utilizar los aspectos protectores que les permitan sobreponerse, crecer y desarrollarse en forma adecuada.

 

 

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