21:00 hrs. Junio 24 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0562

Ciudad Universitaria

Pies de fotos al final del boletín

 

 

 ADVIERTEN SOBRE RIESGOS POR ENDURECIMIENTO LEGAL

 

·        Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, inauguró los trabajos de las Terceras Jornadas Sobre Justicia Penal

·        Pena de muerte y cadena perpetua, entre los elementos que distraen a la sociedad, acotó

 

La discusión de temas como el establecimiento de la pena de muerte, la cadena perpetua o la disminución de la edad penal, constituyen elementos para distraer la atención de la sociedad sobre los problemas realmente de fondo del país, afirmó el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Diego Valadés.

 

Consideró como un riesgo que en una sociedad como la mexicana, y en un momento de inseguridad como el que se vive, se den respuestas de endurecimiento legal y se consideren como vía posible  para satisfacer las expectativas legítimas de los ciudadanos.

 

"No caigamos nunca en eso; no hagamos de la norma penal un instrumento para alcanzar objetivos de política social que no le  corresponden", señaló al inaugurar las Terceras Jornadas Sobre Justicia Penal, en las instalaciones del IIJ.

 

Añadió que la seguridad que México necesita, debe obtenerse a través de otros instrumentos, sin aumentar el orden de las medidas punitivas, sino haciendo más eficaz la actividad del Estado para combatir la impunidad. Así, dijo, es como se puede hacer efectiva la justicia penal.

Enfatizó que en el caso de la justicia penal en nuestro país, podemos observar que ésta se convierte -progresiva y peligrosamente- en un poderoso argumento político, pues  se considera que es a partir de reformas legislativas como se puede alcanzar una serie de objetivos con relación a los cuales no se aplican acciones contundentes y formas eficaces de organización de los esfuerzos colectivo e institucional.

 

Por otro lado, indicó que desde la perspectiva de la llamada economía neoliberal, el delito también se ha convertido en una variable del desarrollo.

 

Ejemplificó que las últimas cifras aportadas sobre el tema en Estados Unidos, correspondientes a 1999, señalan que en virtud de la existencia del delito hubo necesidad de invertir 35 mil millones de dólares para su combate.

 

La inversión se aplicó en la adquisición de armamento, equipo, desarrollo de tecnología y contratación de personal en diferentes áreas. Con lo que la rentabilidad del delito, para efectos del desarrollo económico, es muy elevada, añadió.

 

El jurista sostuvo que las consideraciones de tipo económico tienen también impacto en las políticas criminales de los Estados y por ende en las prácticas legislativas. Frente a ello expuso que tenemos que estar muy atentos para que los propósitos de justicia penal no se vean distorsionados por reformas que resulten incompletas o se impida la maduración para rendir frutos.

 

Diego Valadés precisó que la legislación penal ha sido objeto de una  total renovación en los últimos 20 años, aunque en ocasiones la urgencia o la impaciencia determinen la frecuencia de la reforma.

 

Por ello insistió en que hay que tener mucho cuidado con los espejismos, pues el país se llenó de ellos en el siglo XIX, cuando consideró que era  posible -a través de la reforma sucesiva e incluso de la sustitución de sus textos constitucionales- alcanzar lo que la decisión de la sociedad y la vocación de sus protagonistas no conseguía.

 

Entonces al papel en el que estaba inscrita la norma constitucional, se le transfirió toda la suma de esperanzas y la carga de expectativas de una Nación que quería organizarse republicana y democráticamente.

 

"En realidad, cuando la norma está disociada de la realidad, o cuando simplemente la reformamos dentro de un proceso ritual de cambio considerando que es suficiente para alcanzar los objetivos colectivamente anhelados, estamos incurriendo en un grave error", advirtió el especialista en derecho constitucional.

 

En el evento estuvieron presentes, entre otros, los juristas Sergio García Ramírez, Marco Antonio Díaz de León y Olga Islas, entre otros.

 

Marco Antonio Díaz de León, de la Academia Mexicana de Ciencias penales se refirió al nuevo Código Penal del Distrito Federal  en sus seis primeros artículos, los cuales establecen por primera vez en el ámbito local una enunciación de los llamados  principios y garantías penales

 

Reconoció que en estos seis dispositivos legales se observan situaciones que ya están plasmadas en la Constitución de la República, pero esto es un avance para el sistema penal porque el litigante o juez no tendrá que estar consultando a la Carta Magna tratando de interpretar los principios que  rigen a materia penal.

 

.

-o0o-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sergio García Ramírez, investigador de este centro universitario, inauguraron las Terceras Jornadas sobre Justicia Penal.

 

Foto 2

 

Los investigadores universitarios Olga Islas, Diego Valadés y Sergio García Ramírez, durante las Terceras Jornadas sobre Justicia Penal en donde se inició el análisis del nuevo Código Penal para el Distrito Federal.