06:00 hrs. Junio 20 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0548

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de foto al final del boletín

 

DESPROPORCIONADA LA DISTRIBUCIÓN DEL PIB EN EL MUNDO

 

·        El 80% del PIB lo consume el 20% de la población, coincidieron Guillermo Campos y Luis René Quintana

·        Los académicos de la Escuela Nacional de Trabajo Social también señalaron que para analizar la participación política se debe revisar la actuación social y ciudadana

 

En el mundo el 80% del producto interno bruto (PIB) lo consume el 20 por ciento de la población y el 20 por ciento restante del PIB lo consume el otro 80 por ciento de los individuos, y México tiene una distribución bastante cercana a este promedio internacional.

 

Coincidieron en lo anterior los académicos de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Guillermo Campos Covarrubias y Luis René Quintana Guerra, quienes también indicaron que para analizar la participación política se deben revisar la actuación social y ciudadana.

 

La primera, explicaron, permite comprender la relación de la sociedad con el Estado y sienta las bases para consolidar una comunidad civil fortalecida que busca elevar su nivel y calidad de vida con la actuación de los grupos que la integran.

 

Durante el ciclo de conferencias Participación social, ciudadana y política, los catedráticos universitarios precisaron que por medio de esta colaboración se construye y fortalece el tejido social y se ratifica el derecho de los sujetos a ser los protagonistas del desarrollo de sus propias localidades.


En el auditorio Manuel Sánchez Rosado de la ENTS, Campos Covarrubias explicó que la participación ciudadana tiene razón de ser en función de los individuos capaces de incidir en su entorno, con acciones que tienden a mejorar su nivel y calidad de vida.

 

Sus acciones ayudan a establecer relaciones diferentes con el Estado y generan un sentido de compromiso, responsabilidad, pertenencia y arraigo social en el espacio donde se está participando, indicó el también secretario general de la ENTS.

 

La participación social, dijo, debe entenderse como el involucramiento de los individuos con el compromiso responsable en la toma de decisiones y en las acciones que conllevan al logro de los objetivos comunes.

 

La colaboración ciudadana se manifiesta en un proceso de interrelación del Estado con la sociedad, sobre todo en un régimen  democrático, subrayó Quintana Guerra.

 

Con la intervención ciudadana, agregó, se pone en práctica el restablecimiento de los derechos ciudadanos para participar en la toma de decisiones, lo que lleva implícito el reconocimiento de los ciudadanos como sujetos sociales.

 

Asimismo, abundó Quintana Guerra, las leyes en materia de participación ciudadana son determinantes para que las personas de manera individual o colectiva hagan uso de los mecanismos e instrumentos de cooperación que son regulados por el Estado.

 

Al referirse a la participación política, el académico universitario explicó que esta es una de las formas de control de la intervención social.

 

Abundó: “cuando la colectividad ha alcanzado espacios públicos -donde el Estado aparece como rector tomando cartas en el asunto y logra establecer mecanismos de control y límites de los actos, el hecho se transforma en participación política”.

 

Esta participación política es la institucionalización de la cooperación social formalmente estructurada. En este contexto, está fuera de dudas que la participación política sea un objetivo clave de las instituciones democráticas, concluyó.

 

 

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PIES DE FOTO

 

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La participación social es fundamental para entender la relación de  la  sociedad con el Estado, indicó el académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Guillermo Campos Covarrubias

 

 

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A través de la participación social, ciudadana y política se construye y fortalece el tejido social, expuso el catedrático Luis René Quintana Guerra