Boletín UNAM-DGCS-0547
Ciudad Universitaria
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Especialistas consideran que carece de
especificidad
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Fausto Hernández Trillo, Gerardo Ezquivel,
Edgar Amador y Luis Miguel Galindo hablaron en la mesa redonda “Aspectos
Macroeconómicos del Pronafide 2002-2006”, organizada por la Facultad de
Economía
El Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide) 2002-2006 adolece
de especificidades, evade temas fundamentales y, de entrada, está fracasando en su presentación, afirmó el
economista Fausto Hernández Trujillo.
Al participar en la Mesa
Redonda “Aspectos Macroeconómicos del
Pronafide”, organizada por la facultad de Economía de la UNAM, el especialista
del Centro de Investigación y Docencia Económica (Cide) advirtió que la “venta“ del documento se ha
concentrado en la advertencia: “si no hacemos esto, nos fregamos”, y con ello,
advirtió, de entrada desde la
presentación estamos fracasando.
Hernández Trujillo sentenció
que, al igual que otros programas presentados desde 1983, continúan presentes los verbos infinitivos
mejorar, abatir, crecer, implementar, “pero no nos dicen cómo”.
Asimismo, criticó la ausencia de análisis serio sobre la pobreza y de un programa sobre las
micro y pequeñas empresas que generan el 75 por ciento de los empleos del país
y contribuyen con un 25 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB).
Por su parte, el economista del Colegio de México,
Gerardo Ezquivel, comparó al Pronafide
con la premier de “Toy Story 3”, tras señalar que aunque tiene aspectos
interesantes y novedosos con respecto a programas similares, tiene omisiones.
En cuanto a lo novedoso,
resaltó el concepto del PIB potencial que, por primera vez, se incorpora a la
discusión y es crucial, pero existen omisiones como la de una reforma del sistema financiero mucho más radical.
Resaltó que la banca de
fomento “es un desastre, un hoyo negro” que no atiende el hecho de que las
pequeñas y medianas empresas no tienen acceso al financiamiento.
Consideró que hay dos temas
fundamentales en el documento: el primero es que se plantean dos escenarios, el
estructural y el inercial, y el segundo, que está basado en la coherencia del
modelo económico.
Muchas de las reformas
propuestas son tan profundas y estructurales que su efecto se va a notar en
muchos años, aunque el documento no dice en cuánto contribuyen las reformas
educativa y la fiscal, no dice qué debe ser prioritario y a qué ponerle la
mayor atención, aunque se infiere que la más importante parece ser la última.
En su oportunidad, el director
de Stone and McCarthy Research Associates, Edgar Amador, señaló que el objetivo
del Pronafide es explicar cómo se va a financiar el crecimiento durante los
próximos cinco años y pone los puntos fundamentales para su discusión.
Indicó que el programa hace un
diagnóstico acertado sobre el problema fiscal de México y la necesidad de hacer
reformas para lograr mayor crecimiento.
Sin embargo, añadió, adolece
de problemas de perspectiva, no le da su lugar a los riesgos de la deflación,
al estar el país en una recesión demasiado larga.
Apuntó que, adicionalmente, en
el documento hace falta la coordinación con el Banco de México, y si bien, precisó, la pobreza es un problema económico de falta de financiamiento,
en el Pronafide no se indica cómo se va a
abatir.
Hace un diagnóstico correcto,
pone las variables relevantes, pero le hace falta mucho por explicar cómo esas
reformas que están pidiendo van a lograr el crecimiento que proponen, no queda
claro, dijo.
Luis Miguel Galindo, profesor
de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que la esencia de la discusión
parte de si es sostenible este programa a largo plazo; cuáles son las
variables fundamentales; la necesidad
de la reforma estructural, y la ausencia
de análisis de variables como son el tipo de cambio, tasas de interés,
situación de la pequeña y mediana industria, entre otros puntos fundamentales,
para poder determinar si este programa es correcto y puede aplicarse, concluyó.
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