14:00 hrs. Junio 19 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0546

Ciudad Universitaria

 

 

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LA SISMICIDAD CONTINUA EVITA TERREMOTOS  DE GRAN MAGNITUD

 

·        El geólogo Sergio Almazán Esqueda explicó que se trata de un proceso natural de nuestro planeta, el cual no debe alarmarnos

·        En el museo Universum dijo que además de tomar acciones como la alerta sísmica, es necesario fomentar una cultura de prevención entre la gente

 

Es deseable que tiemble continuamente, porque así se libera de forma gradual la energía que guarda la Tierra. De otra forma, puede descargarse de manera brusca y producir terremotos, aseguró el geólogo Sergio Almazán Esqueda.

 

Durante la conferencia “El suelo se mueve: tectónica de placas” que se llevó a cabo en el Museo de las Ciencias, Universum, explicó que a pesar de que hasta la fecha resulta imposible predecir un temblor, se sabe perfectamente que la Tierra seguirá temblando, como lo ha hecho desde siempre, porque se trata de un proceso natural que no debe alarmarnos.

 

Recordó que nuestro país se ubica sobre placas tectónicas que al chocar entre ellas producen sismos. Por ello, si sabemos que seguirá temblando, debemos vigilar que la construcción de casas, oficinas, escuelas, etcétera, se realicen bajo reglamentos apropiados para zonas sísmicas y, en especial, tenemos que saber cómo comportarnos ante un temblor.

 

Precisó que medidas como la alerta sísmica han funcionado, pero además es necesario fomentar la cultura de la prevención y evitar alarmar a la gente.

 

Aseguró que la teoría de que se espera un temblor más fuerte que el registrado en 1985, es una noticia alarmista, porque vivimos en una zona sísmica, lo que quiere decir que seguirá temblando, aunque desconocemos la magnitud de cada evento sísmico.

 

Almazán precisó que las placas tectónicas se mueven unas con respecto de otras y ese movimiento es el que transforma continuamente la faz de la Tierra. En específico, nuestra ciudad, se ve afectada por la Norteamericana, la de Cocos y la del Pacífico.

 

Los epicentros de los terremotos en México se sitúan en las costas de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, principalmente, porque la placa de Cocos se introduce por debajo de la Norteamericana.

 

El geólogo explicó que hasta ahora sólo es posible monitorear los movimientos de las placas y estar al pendiente de ellos. De esa forma se establece si se ha liberado energía o no, como sucede en la Brecha de Guerrero, donde hace muchos años no se registran movimientos. Esos datos merecen focos de atención (no de alarma), para prever un posible terremoto de mayores dimensiones.

 

Dijo que los movimientos sísmicos se registran en todo el mundo y hay ocasiones en que se presentan con semejanzas de tiempo en diversas partes. Ello se debe a que el planeta se acomoda y cuando sucede un temblor es factible que ocurra otro en otra parte y que ambos estén relacionados de alguna manera.

 

El también divulgador de la ciencia mencionó que los movimientos telúricos producen ondas, de las cuales unas viajan más rápido que otras (primarias). “En eso se basa la metodología de predecir, no en el sentido de establecer qué día o semana temblará, sino de detectar en el subsuelo algún movimiento y prepararnos con segundos de anticipación”.

 

Finalmente, señaló que en México existen excelentes instrumentos sísmicos, pero “nos gustaría tener más”. Sin embargo, debido a que el país no ha atravesado por momentos económicos buenos, la tecnología se queda un poco rezagada. En contraparte, se cuenta con investigadores de gran valía.

 

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El geólogo Sergio Almazán Esqueda, en el Museo Universum, dijo que hasta la fecha resulta imposible predecir un terremoto, pero se sabe que seguirá temblando porque se trata de un proceso natural de nuestro planeta.