Boletín UNAM-DGCS-0539
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
·
Hasta el momento ha atendido a pacientes
tanto del DF como del interior de la República, la mayoría de ellos en el área
de oncología
·
Diagnósticos precisos y terapias adecuadas,
los resultados: Nora Kerik, jefa de la Unidad
· Por
primera vez en México, el PET es capaz de hacer un diagnóstico diferenciado
entre demencias causadas por Alzheimer, multiinfarto o alcoholismo
La
Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, primera de su tipo
en Latinoamérica, trabaja con éxito en la atención de pacientes, en su mayoría
enfermos de cáncer, quienes gracias a los estudios ahí realizados han obtenido
un diagnóstico preciso que les permite determinar la terapia adecuada.
Nora
Kerik, jefa de la Unidad inaugurada en enero de este año, aseguró que la
Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) “nos deja
mirar a distancia, observar elementos que otros estudios no pueden ver”. De ahí
sus ventajas para realizar diagnósticos precisos no sólo en el área de
oncología, sino de neurología y cardiología.
Kerik
mencionó que los médicos que tienen conocimiento de estos estudios confían en
ellos y de forma constante envían a sus pacientes. Hasta finales de mayo se
atendieron alrededor de 40, de los cuales 90 por ciento pertenecen a oncológica
(cáncer de mama, colon, ovario, pulmón, esófago, entre otros) y el resto a
neurología y cardiología.
Para el
diagnóstico de cáncer –que también puede ser de cabeza y cuello, tiroides,
abdomen y pelvis, así como linfomas y melanomas malignos (piel)- se cuenta con
imágenes de alta resolución. Así, es posible diferenciar lesiones primarias y
evaluar etapas pre-terapéuticas, como también detectar enfermedad metastásica
residual (presencia de metástasis o propagación de un foco canceroso en un
órgano distinto de aquel en que se inició).
Además,
es factible hacer una valoración después del tratamiento y detectar la
recurrencia del mal, difícil de determinar por cualquier otro estudio, añadió
Kerik. El PET proporciona imágenes tridimensionales y es muy sensible.
Al
referirse a los casos registrados en el área oncológica mencionó que se
encontró una invasión de la enfermedad en un paciente que iba a ser operado de
cáncer de colon y dos metástasis en hígado. Las lesiones eran grandes y
múltiples, por lo cual la cirugía se suspendió y se cambió por una
quimioterapia más agresiva.
En otro
caso, una señora joven con cáncer de mama a quien no se le había podido
determinar la ubicación de metástasis por medio de resonancias y tomografías,
recibió un diagnóstico acertado: su existencia en el esternón, lo que permitirá
atacarlo.
Kerik
relató que otra persona, procedente del interior de la República, se sometió al
PET porque sentía una “bolita” en el cuello, a pesar de que otros estudios
habían dado resultados normales. El estudio mostró múltiples metástasis,
diagnóstico que sólo fue posible gracias a la emisión de positrones.
En el
área de neurología, precisó la especialista, el PET provee imágenes con
resolución espacial tridimensional en diferentes cortes, como el axial, coronal
o sagital, útiles para enfermedades cerebro-vasculares, tumores cerebrales,
epilepsia, traumas y alteraciones psiquiátricas.
Pero no
sólo eso; el PET es capaz de hacer un diagnóstico diferenciado entre demencias
causadas por Alzheimer, multiinfarto o alcoholismo, por primera vez en México.
Además puede anticipar el tratamiento hasta en dos años para los pacientes con
Alzheimer. Entre quienes padecen epilepsia, el estudio determina con exactitud
el foco epileptógeno antes de una cirugía (exclusivamente en niños).
Asimismo,
se puede determinar necrosis cerebral, complicación en los pacientes que
reciben radioterapia, la cual hasta ahora no era posible establecer.
En
cardiología, las aplicaciones del PET son el establecimiento de la viabilidad
miocárdica (si el tejido está vivo) y perfusión miocárdica (medición en milímetros,
por segundo y por gramo del flujo sanguíneo en el corazón), de utilidad para
saber si un paciente es candidato a un by pass, por ejemplo.
En una
hora de estudio, mencionó Nora Kerik, ayudamos tanto al enfermo como al médico.
La capacidad de atención de la Unidad PET-Ciclotrón es entre ocho y diez
personas al día.
El
funcionamiento
Kerik
explicó que la tomografía por emisión de positrones consta de dos partes: el
sistema tomográfico analítico (o detector) y el ciclotrón, donde se generan los
radioisótopos (isótopos radiactivos o elementos químicos que poseen el mismo
número de protones y distinto número de neutrones).
En el
mundo sólo existen alrededor de 350 ciclotrones; en la Unidad universitaria se
producen cuatro radioisótopos (carbono 11, nitrógeno 13, oxígeno 15 y flúor 18,
con vidas medias de 20, 10, 2 y 110 minutos, respectivamente) que son inocuos y
al ser introducidos en el cuerpo de los pacientes son localizados por los 18
mil detectores de la cámara del PET, cuya resolución es tan alta que ubica
lesiones de cuatro milímetros.
Uno de
los marcadores más usados es la fluoro-deoxiglucosa (FDG), es decir, el flúor
18 marcado con glucosa. “Debido a que la fuente de energía de la célula
cancerígena es la glucosa, la sustancia es capturada por ese tipo de células
cuando se le inyecta al paciente”.
Entonces,
el enfermo emite la radiación y la cámara capta los fotones (luz); de los
detectores pasa a un amplificador donde se convierte en corriente eléctrica, se
digitaliza y se obtiene una imagen de los diferentes planos del cuerpo y en
tercera dimensión.
El PET
valora cuantitativamente parámetros biológicos, tales como niveles de
oxigenación tisular, actividad enzimática e índices de metabolismo celular, a
diferencia de otros estudios de imagenología donde se observa sólo la anatomía.
Para no
interferir con la glucosa radiactiva en el estudio, el paciente debe consumir
una dieta hiperprotéica un día antes y llegar en ayunas; de acuerdo con lo que
se requiera, se le puede suministrar un laxante. Por ejemplo, se le inyecta el
FDG y 45 minutos después pasa al tomógrafo. En un tiempo igual se obtienen los
resultados.
Ante la
adquisición de equipos PET en hospitales del sector salud y privados, la UNAM
comenzará la venta de radiación (FDG, viable por su vida media). Asimismo, se
comenzaron proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales.
El
trabajo de la Unidad PET-Ciclotrón es ya muy significativo. Su labor social se
incrementará en cuanto se firmen los convenios de colaboración con el sector
salud que permitan a pacientes de escasos recursos acceder a sus beneficios;
además de la próxima venta de radiación y la puesta en marcha de proyectos de
investigación en pro de la medicina y
del país.
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Foto 1
Nora Kerik, jefa
de la Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, mencionó que
hace falta difundir información sobre la utilidad de este centro entre la
comunidad médica y la sociedad en general
Foto 2
La Unidad
PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, trabaja con éxito en la
atención de pacientes, en su mayoría enfermos de cáncer, quienes gracias a los
estudios ahí realizados han obtenido un diagnóstico preciso, lo cual les
permite recibir una terapia adecuada
Foto 3
Hasta ahora, en
la Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, se han atendido
alrededor de 40 casos, de los cuales 90% pertenecen a diversos tipos de cáncer