13:00 hrs. Junio 17 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0539

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de fotos al final del boletín

LA UNIDAD PET-CICLOTRÓN PERMITE DETERMINAR CON MUCHA PRECISIÓN ENFERMEDADES Y TERAPIAS

 

·       Hasta el momento ha atendido a pacientes tanto del DF como del interior de la República, la mayoría de ellos en el área de oncología

·       Diagnósticos precisos y terapias adecuadas, los resultados: Nora Kerik, jefa de la Unidad

·       Por primera vez en México, el PET es capaz de hacer un diagnóstico diferenciado entre demencias causadas por Alzheimer, multiinfarto o alcoholismo

 

La Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, primera de su tipo en Latinoamérica, trabaja con éxito en la atención de pacientes, en su mayoría enfermos de cáncer, quienes gracias a los estudios ahí realizados han obtenido un diagnóstico preciso que les permite determinar la terapia adecuada.

 

Nora Kerik, jefa de la Unidad inaugurada en enero de este año, aseguró que la Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) “nos deja mirar a distancia, observar elementos que otros estudios no pueden ver”. De ahí sus ventajas para realizar diagnósticos precisos no sólo en el área de oncología, sino de neurología y cardiología.

 

Kerik mencionó que los médicos que tienen conocimiento de estos estudios confían en ellos y de forma constante envían a sus pacientes. Hasta finales de mayo se atendieron alrededor de 40, de los cuales 90 por ciento pertenecen a oncológica (cáncer de mama, colon, ovario, pulmón, esófago, entre otros) y el resto a neurología y cardiología.

Para el diagnóstico de cáncer –que también puede ser de cabeza y cuello, tiroides, abdomen y pelvis, así como linfomas y melanomas malignos (piel)- se cuenta con imágenes de alta resolución. Así, es posible diferenciar lesiones primarias y evaluar etapas pre-terapéuticas, como también detectar enfermedad metastásica residual (presencia de metástasis o propagación de un foco canceroso en un órgano distinto de aquel en que se inició).

 

Además, es factible hacer una valoración después del tratamiento y detectar la recurrencia del mal, difícil de determinar por cualquier otro estudio, añadió Kerik. El PET proporciona imágenes tridimensionales y es muy sensible.

 

Al referirse a los casos registrados en el área oncológica mencionó que se encontró una invasión de la enfermedad en un paciente que iba a ser operado de cáncer de colon y dos metástasis en hígado. Las lesiones eran grandes y múltiples, por lo cual la cirugía se suspendió y se cambió por una quimioterapia más agresiva.

 

En otro caso, una señora joven con cáncer de mama a quien no se le había podido determinar la ubicación de metástasis por medio de resonancias y tomografías, recibió un diagnóstico acertado: su existencia en el esternón, lo que permitirá atacarlo.

 

Kerik relató que otra persona, procedente del interior de la República, se sometió al PET porque sentía una “bolita” en el cuello, a pesar de que otros estudios habían dado resultados normales. El estudio mostró múltiples metástasis, diagnóstico que sólo fue posible gracias a la emisión de positrones.

 

En el área de neurología, precisó la especialista, el PET provee imágenes con resolución espacial tridimensional en diferentes cortes, como el axial, coronal o sagital, útiles para enfermedades cerebro-vasculares, tumores cerebrales, epilepsia, traumas y alteraciones psiquiátricas.

 

Pero no sólo eso; el PET es capaz de hacer un diagnóstico diferenciado entre demencias causadas por Alzheimer, multiinfarto o alcoholismo, por primera vez en México. Además puede anticipar el tratamiento hasta en dos años para los pacientes con Alzheimer. Entre quienes padecen epilepsia, el estudio determina con exactitud el foco epileptógeno antes de una cirugía (exclusivamente en niños).

 

Asimismo, se puede determinar necrosis cerebral, complicación en los pacientes que reciben radioterapia, la cual hasta ahora no era posible establecer.

 

En cardiología, las aplicaciones del PET son el establecimiento de la viabilidad miocárdica (si el tejido está vivo) y perfusión miocárdica (medición en milímetros, por segundo y por gramo del flujo sanguíneo en el corazón), de utilidad para saber si un paciente es candidato a un by pass, por ejemplo.

 

En una hora de estudio, mencionó Nora Kerik, ayudamos tanto al enfermo como al médico. La capacidad de atención de la Unidad PET-Ciclotrón es entre ocho y diez personas al día.

 

El funcionamiento

 

Kerik explicó que la tomografía por emisión de positrones consta de dos partes: el sistema tomográfico analítico (o detector) y el ciclotrón, donde se generan los radioisótopos (isótopos radiactivos o elementos químicos que poseen el mismo número de protones y distinto número de neutrones).

 

En el mundo sólo existen alrededor de 350 ciclotrones; en la Unidad universitaria se producen cuatro radioisótopos (carbono 11, nitrógeno 13, oxígeno 15 y flúor 18, con vidas medias de 20, 10, 2 y 110 minutos, respectivamente) que son inocuos y al ser introducidos en el cuerpo de los pacientes son localizados por los 18 mil detectores de la cámara del PET, cuya resolución es tan alta que ubica lesiones de cuatro milímetros.

 

Uno de los marcadores más usados es la fluoro-deoxiglucosa (FDG), es decir, el flúor 18 marcado con glucosa. “Debido a que la fuente de energía de la célula cancerígena es la glucosa, la sustancia es capturada por ese tipo de células cuando se le inyecta al paciente”.

 

Entonces, el enfermo emite la radiación y la cámara capta los fotones (luz); de los detectores pasa a un amplificador donde se convierte en corriente eléctrica, se digitaliza y se obtiene una imagen de los diferentes planos del cuerpo y en tercera dimensión.

 

El PET valora cuantitativamente parámetros biológicos, tales como niveles de oxigenación tisular, actividad enzimática e índices de metabolismo celular, a diferencia de otros estudios de imagenología donde se observa sólo la anatomía.

 

Para no interferir con la glucosa radiactiva en el estudio, el paciente debe consumir una dieta hiperprotéica un día antes y llegar en ayunas; de acuerdo con lo que se requiera, se le puede suministrar un laxante. Por ejemplo, se le inyecta el FDG y 45 minutos después pasa al tomógrafo. En un tiempo igual se obtienen los resultados.

 

Ante la adquisición de equipos PET en hospitales del sector salud y privados, la UNAM comenzará la venta de radiación (FDG, viable por su vida media). Asimismo, se comenzaron proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales.

 

El trabajo de la Unidad PET-Ciclotrón es ya muy significativo. Su labor social se incrementará en cuanto se firmen los convenios de colaboración con el sector salud que permitan a pacientes de escasos recursos acceder a sus beneficios; además de la próxima venta de radiación y la puesta en marcha de proyectos de investigación en pro  de la medicina y del país.

 

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Foto 1

 

Nora Kerik, jefa de la Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, mencionó que hace falta difundir información sobre la utilidad de este centro entre la comunidad médica y la sociedad en general

 

 

Foto 2

 

La Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, trabaja con éxito en la atención de pacientes, en su mayoría enfermos de cáncer, quienes gracias a los estudios ahí realizados han obtenido un diagnóstico preciso, lo cual les permite recibir una terapia adecuada

 

 

Foto 3

 

Hasta ahora, en la Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM, se han atendido alrededor de 40 casos, de los cuales 90% pertenecen a diversos tipos de cáncer