06:00 hrs. Junio 17 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0538

Ciudad Universitaria

 

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LA CORRUPCIÓN DAÑA A PAÍSES EN DESARROLLO Y A LOS  INDUSTRIALIZADOS

 

·       Surge especialmente en los sistemas democráticos, aseguró María Eugenia Campos, de la FCPyS

·       Sus efectos se sienten en los ámbitos: moral, económico, social y político

·       México ocupa el lugar 56 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, de un total de 85 naciones

 

La corrupción surge especialmente en los sistemas democráticos y constituye una plaga que afecta a los países en desarrollo y a los industrializados, afirmó la catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, María Eugenia Campos.

 

La socióloga  explicó que esta práctica negativa repercute en toda la estructura social: el tipo de democracia, la administración  pública, los partidos políticos, la empresa, la educación, la familia y, por tanto, produce diversos efectos en los ámbitos moral, económico, social y político.

 

En la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, donde dictó la conferencia Corrupción en México: Análisis y Definiciones  Socioeconómicas”, precisó que una de las consecuencias de este fenómeno es que destruye la democracia al desbaratar a sus principales  instituciones.

 

La corrupción está presente donde la ciudadanía tiene un alto grado de participación en las decisiones de Estado, y tiende a percibir a los que ostentan el poder como potenciales agentes corruptos, poniendo en duda la credibilidad del sistema, explicó.

 

En la Sala de Videoconferencias “Ricardo Torres Gaitán” de la FE, indicó que dentro de los efectos  que puede producir la corrupción en el ámbito social y político, se encuentra el aumento de desconfianza que posee la ciudadanía en sus representantes, lo que afecta a las instituciones encargadas  de  impartir justicia y garantizar la seguridad ciudadana.

 

Recordó que según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPdC) de 1998 de la Organización No Gubernamental “Transparencia Internacional”,  México ocupa el lugar 56 en el mundo de un total de 85 países.

 

El puntaje del IPdC de 1998 se refiere a las percepciones del grado de corrupción visto por los empresarios analistas de riesgo y público en general, en una escala entre 10 (sumamente íntegro) y 0 (sumamente corrupto), donde México obtuvo un 3.3

 

El IPdC muestra que la corrupción no es percibida como una plaga  exclusiva de los países en desarrollo, ya que muchos de Europa Central y Oriental y algunos de Latinoamérica tienen puntajes muy bajos, y algunos países industrializados tienen puntuaciones que revelan un grave problema de corrupción.

 

Otro costo político de la corrupción es que crea “cinismo popular” e inestabilidad en el régimen político, indicó la profesora de la FCPyS.

 

Se produce un alejamiento entre el ciudadano y las instituciones y ello hace de la corrupción un proceso rápido, ya que en la medida en que se afianza el distanciamiento se hace más difícil restablecer una relación de confianza, apuntó.

 

Otro efecto importante es el costo económico que genera la corrupción en un país, expresado en la pérdida de recursos, lo que trae como consecuencia  que los bienes públicos no estén  al servicio de los más necesitados.

 

La corrupción, dijo, es el abuso del poder público en beneficio privado, pero  también es una realidad en el mundo privado, tanto en el ámbito de las empresas,  como en las instituciones de la sociedad.

 

Señaló  que pueden distinguirse cuatro elementos que caracterizan a la corrupción: la transgresión de una norma, la búsqueda de un beneficio privado, que surge dentro del ejercicio de una función asignada, y el individuo intenta siempre encubrir su comportamiento.

 

La corrupción directa, abundó, es aquella en que ocurre un aprovechamiento directo de su función por parte de una autoridad pública, privada o individuo particular, para obtener un beneficio, y dentro de ésta se encuentra el abuso de poder, la apropiación de bienes privados o públicos, el enriquecimiento ilícito, la extorsión, el favoritismo y el nepotismo.

 

Existe también la corrupción mediada, cuando el beneficio particular proviene de un tercero. Dentro de esta categoría está el tráfico de influencias, el soborno, el clientelismo político y las malas prácticas electorales.

Otros tipos de corrupción son el manejo indebido u ocultamiento de información,  y el lavado de dinero, concluyó.

 

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Dentro de los efectos que puede producir la corrupción en el ámbito social y político se encuentra el aumento de la desconfianza de la ciudadanía en sus representantes, mencionó María Eugenia Campos, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

 

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María Eugenia Campos, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales afirmó que la corrupción es el abuso del poder público en beneficio privado, aunque también es una realidad en el ámbito empresarial y en las instituciones de la sociedad. La acompaña el economista Román Millán.