14:30 hrs. Junio 13 de 2002


Boletín UNAM-DGCS-0529

Ciudad Universitaria

 

 

 

Pies de fotos al final del boletín

 

FOCO ROJO DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL, LA SECUNDARIA: ROBERTO RODRÍGUEZ

 

·        El integrante del Instituto de Investigaciones Sociales informó que 50% de los alumnos no concluye esos estudios

·        En México se destina a educación más recursos que a cualquier otro rubro del gasto público, 5.2% del PIB; sin embargo, hay rezagos

·        Los principales retos que enfrenta la educación pública en el país son: el federalismo educativo, el analfabetismo, la educación para los adultos y la capacitación para el trabajo

 

La secundaria es el foco rojo del sistema educativo nacional, ya que aproximadamente el 50% de los alumnos de ese nivel no la concluye, por lo que se requiere impulsar una política más agresiva de apoyo a los estudiantes de ese nivel, aseguró Roberto Rodríguez Gómez-Guerra, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

Reconoció que en los últimos años se han aplicado algunas acciones como la certificación por conocimientos y la impartición de educación secundaria en todos los centros de trabajo; sin embargo, “se necesita una secundaria que sea el umbral para despegar hacia los niveles superiores”.

 

Consideró que los principales retos que enfrenta la educación pública en México son: el federalismo educativo, el analfabetismo, la educación para los adultos, y la capacitación para el trabajo.

 

Al participar en el seminario “Más allá del hardware: El factor humano para potenciar el proceso educativo”, organizado por la FES Cuautitlán y la asociación civil UNETE, comentó que “la secundaria es un nivel que no se ha modernizado de la misma manera que la primaria”.

 

Ello se debe a que la provisión de materiales educativos es todavía insuficiente, las tecnologías han llegado menos rápido que a la primaria y el déficit de formación magisterial todavía es muy grande”.

 

El también presidente del Observatorio Ciudadano de la Educación aseveró que el reto político es claro: apostar por el sistema y la tradición normalista, con lo que ello implique y los pactos que sería necesario establecer con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, o voltear a las universidades como instancias de formación de maestros.

 

En la Unidad de Seminarios “Doctor Ignacio Chávez” de la UNAM, el investigador universitario comentó que en México se ha definido a la educación como la prioridad de las políticas sociales. A ella se destinan más recursos que a cualquier otro rubro del gasto público, 23% del gasto público neto, que equivale al 5.2% del PIB del país.

 

Añadió que las cifras que muestran la evolución en el tiempo y la situación actual de la acción del Estado en materia educativa “son elocuentes”. En los últimos 50 años, el sistema educativo se multiplicó por diez, al pasar de poco más de tres millones de estudiantes a casi 30 millones.

 

Sin embargo, a pesar de la inversión gubernamental y de la sociedad en el sistema educativo, persisten rezagos muy importantes, “síntomas de una deficiente preparación que cruza por todos los niveles educativos y, lo más grave, una situación marcada por la heterogeneidad y la inequidad”.

 

Roberto Rodríguez explicó que en materia de federalismo educativo se ha avanzado de manera importante en los últimos años, no obstante, falta un amplio camino por recorrer.

 

Es fundamental poner énfasis en la transferencia a los estados no de los recursos ni las potestades para el control de la base magisterial, sino de los contenidos curriculares y la organización de los sistemas educativos. “No habrá políticas de Estado en la materia hasta que no se resuelva el tema de la Federación y se planteen y concreten los pactos que se requieren al respecto”.

 

Uno de los grandes rezagos de la educación, abundó, son las desigualdades en la provisión de los servicios educativos a las entidades. Hay enormes brechas entre los estados más pobres en lo económico, como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, y los más ricos.

 

Opinó que se debe combatir el analfabetismo a través de distintas formas, en el terreno de educación para los adultos y a través de los programas compensatorios.

 

La mitad de la población indígena no sabe leer y escribir, y en ese sector se genera una especie de círculo vicioso de la pobreza; la desigualdad económica produce desigualdad educativa y viceversa. El secreto es plantear formas apropiadas para romper el círculo vicioso.

 

Informó que en 1960 el analfabetismo era del 20%, y en la actualidad es de 5 o 6%. Además, después de 1960 no ha habido un solo programa que se plantee como meta desterrar el analfabetismo.

 

Por otro lado, añadió que por medio de la capacitación para el trabajo se busca atacar, por un lado, el rezago en la formación básica y, por otro, se pretende preparar a la población con fines laborales.

 

Roberto Rodríguez puntualizó que “los temas del acceso a la educación no son un problema solamente técnico sino también de carácter político y social”.

 

 

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PIES DE FOTO

 

Foto 1

 

A pesar de la inversión gubernamental y de la sociedad en el sistema educativo, hay rezagos importantes, síntomas de una deficiente preparación que cruza todos los niveles educativos, aseguró Roberto Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

 

Foto 2

 

Al participar en el seminario “Más allá del hardware”, el investigador universitario Roberto Rodríguez destacó que en los últimos 50 años el sistema educativo nacional se multiplicó por diez, al pasar de poco más de tres millones de estudiantes a casi 30 millones.