Boletín UNAM-DGCS-0511
Ciudad Universitaria
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El grueso de la población no reconoce las diferencias entre la izquierda
y la derecha, señaló la investigadora Julia Isabel Flores
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Las nuevas generaciones intentan desvincularse de estas ideologías y
sólo se expresan a favor de la democracia, sostuvo
La mayoría de los mexicanos no se autodefine
políticamente como de izquierda o derecha, sino en favor o en contra del
gobierno, ya que esta capacidad sólo la tienen ciudadanos con alto nivel de
escolaridad, reveló Julia Isabel Flores, del
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Recalcó que los ciudadanos con mayor nivel de
estudios distinguen correctamente las tendencias de los Partidos Revolucionario
Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, pero el resto de
la población “podría ubicar al PRD a la derecha, y al PAN a la izquierda”.
De esta manera, para el grueso de la población la izquierda significa estar en
contra del gobierno y la derecha a favor, señaló la académica
durante la conferencia Democracia: Izquierda y Derecha, en la sede del Programa de
Posgrado en Ciencia Política y Social de la UNAM.
Añadió que precisamente porque no funcionan
estos términos entre el total de los mexicanos, existen contradicciones.
Ejemplificó que en esa óptica podría decirse que la gente que votó por el jefe
de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, no necesariamente lo ubica
dentro de la izquierda.
Comentó que los jóvenes se manifiestan fuera de
las ideologías, rechazan utilizar
estos términos y sólo se expresan a favor de la democracia.
Los mexicanos, como los italianos, ejemplificó,
también tienden a ser desconfiados y las únicas instituciones dignas de
credibilidad son la escuela, seguida de la iglesia, el Ejército, el Instituto
Federal Electoral y la Comisión
Nacional de Derechos Humanos.
Mientras tanto, el húngaro Janos Simon, experto
en Ciencia Política y Transición, dio a conocer algunas percepciones actuales
entre los ciudadanos de ese país, quienes desde un punto de vista histórico dan
un alto valor a llevar una vida tranquila y a que el Estado no intervenga en la
privacidad de las personas.
Indicó que en la sociedad húngara existe un
grupo importante que vota por el partido que promete más.
El pasado, dijo, vive aún en la conciencia de
los húngaros por sus experiencias privadas, a pesar de que en Hungría se vive
ya en un mercado libre.
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