Boletín UNAM-DGCS-0510
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
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Afirmó Juan Carlos Zenteno, investigador de la Facultad de Medicina de
la UNAM
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El también especialista del Servicio de Genética del Hospital General de
México aclaró que la cifra puede ser mayor, ya que muchos padres ocultan la
situación
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Dictó la conferencia Aspectos genéticos de las anomalías del desarrollo
genital en humanos, en la Facultad de Química
Al menos una de cada 500 personas en el mundo
sufre anomalías genitales, señaló Juan Carlos Zenteno, investigador de la Facultad
de Medicina de la UNAM y del Servicio de Genética del Hospital General de
México.
Sin embargo, esa cifra puede quedar corta ya
que muchos padres -por vergüenza– mantienen dicha situación como un secreto de
familia, lo que propicia existan muchos enfermos que no han sido tratados,
agregó el especialista durante la conferencia Aspectos genéticos de las
anomalías del desarrollo genital en humanos, en el Auditorio "B" de
la Facultad de Química de esta casa de estudios.
Si los llevan a consulta cuando tienen 12 o 13
años, hay muchas complicaciones que no es posible mejorar. Ya no es el momento
para hacer correcciones quirúrgicas ni tratamientos, y el niño tiene secuelas
psicológicas importantes, enfatizó.
Para los médicos lo más difícil, en esos casos,
es llegar a un diagnóstico preciso, de ahí la importancia de analizar este tipo
de malformaciones para detectar si son hereditarias, es decir, si pueden
transmitirse a otras generaciones. "Sabiendo qué tipo de enfermedad es
–declaró– podemos dar asesoramiento genético adecuado a los padres".
De hecho, explicó, se trata de enfermedades
parecidas a un labio y paladar hendido, "son malformaciones en otro
nivel", las cuales se pueden corregir si se atienden a tiempo, para que el
paciente lleve una vida social normal y tenga capacidad sexual y reproductiva
satisfactoria.
De las más de 50 anomalías del desarrollo
genital existentes, añadió, hay sólo una que se puede prevenir a través de dar
tratamiento médico a la madre: el crecimiento del clítoris debido a un bloqueo
enzimático que lleva a una alta producción de andrógenos.
Si mediante estudios genéticos sabemos que la
niña está en riesgo, podemos dar un medicamento que bloquee la producción de
andrógenos antes de que aumente el clítoris, indicó.
Consideró también que el tratamiento de estas
malformaciones debe ser multidisciplinario, es decir, con participación del
genetista, el endocrinólogo pediatra, el psicólogo y los trabajadores sociales,
quienes deberán ayudar no sólo al afectado, sino a los padres del mismo.
Asimismo, el investigador sostuvo que debe
haber asesoramiento genético, no únicamente decirle a los papás: "su hijo
tuvo esta enfermedad, ya se le corrigió y tiene que hacer esto"; también
hay que informar a la pareja los riesgos que corre, sobre todo si es joven, de
tener otro hijo con esa enfermedad, "y esto sólo se sabe si tenemos claro
cómo se transmite".
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PIES DE FOTO
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A nivel mundial, una de cada 500
personas sufre algún tipo de anomalía del desarrollo genital, indicó Juan Carlos
Zenteno, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM y del Servicio de
Genética del Hospital General de México
Juan Carlos Zenteno, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM y del Servicio de Genética del Hospital General de México, al explicar los aspectos genéticos de las anomalías del desarrollo genital en humanos, en la Facultad de Química