Boletín UNAM-DGCS-0503
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
LA PRODUCCIÓN DEL
CAMPO BAJÓ DEL 15% AL 6% DEL PIB
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Yolanda Trápaga Delfín y Antonio Gazol Sánchez, de la FE, señalaron que
hoy el sector pierde peso e importancia dentro de la economía nacional
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Trápaga Delfín puntualizó que los recursos naturales para la producción
agrícola se encuentran en clara tendencia de agotamiento
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Se propone una política que tenga como eje el mercado interno y no el
mundial
México carece de una política agrícola, lo que
le ha hecho perder importancia dentro de la economía nacional, toda vez que en
los años 60 representaba el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y hoy sólo es de alrededor del 6%, señalaron
Yolanda Trápaga Delfín y Antonio Gazol Sánchez, de la Facultad de Economía (FE).
El campo mexicano, dijo Yolanda Trápaga durante
la conferencia “El sector agrícola mexicano: perspectivas de crecimiento”,
organizada por la FE, es el sector que menos aporta a la economía nacional y
por ello se le resta importancia.
La economista universitaria propuso el diseño
de una política que tenga como eje el mercado interno y no el mundial,
estructurada con programas rurales que conduzcan a actividades de
transformación del producto primario del campo.
"Hay que reconstruir encadenamientos
productivos y aprovechar las tecnologías locales en el manejo de recursos
naturales al tiempo de reconstituir mercados regionales para dinamizar un
crecimiento con desarrollo, al mismo tiempo de estimular la agricultura urbana
para lograr la seguridad alimentaria de los pobres urbanos".
Puntualizó que los recursos naturales dedicados
a la producción agrícola tienden al agotamiento, pues conducen a la depredación
de los recursos por su uso extractivo, y la aplicación de tecnología pobre e
inadecuada en un contexto de libre mercado.
Además, agregó, la pérdida de la cobertura
vegetal, la permanente deforestación, el crecimiento desmedido de la población
y la escasez permanente de agua ponen al sector en una situación delicada.
Por esa razón, dijo, las regiones más
capitalizadas y de vocación exportadora, como Sinaloa, han sido declaradas en
estado de emergencia por la sequía que padecen, y la situación tiende a
agravarse en la región norte del país, la más eficiente en términos
comerciales.
Refirió que la insuficiencia del vital líquido
obligará a los agricultores a llevar a cabo una reconversión de sistemas de
riego para pagar la deuda de agua que el país tiene con Estados Unidos y además
porque las presas están a un mínimo de su capacidad.
Para que el campo mexicano sea rentable se
requiere de subsidios y ventas anuales por un millón de dólares, como ocurre en
Estados Unidos.
El modelo económico neoliberal en México ha
provocado la concentración de la riqueza en los grandes productores y la
expulsión de los pequeños campesinos que, aunque envían remesas de su trabajo
como inmigrantes en Estados Unidos, estos recursos no se aplican en el campo.
Dicha política inserta a los productores
mexicanos en una lógica de total subordinación mundial en mercados de materias
primas sin valor agregado, mismos que tienden a la saturación y al desplome de
los precios con un sólo socio comercial que fija precios, calidades y
condiciones, "todo ello, a costa del mercado interno y del bienestar de
los agricultores".
En ese contexto, acotó que los programas
sectoriales resultan erráticos porque no obedecen a una política general,
"sólo surgen para tapar hoyos".
En términos sociales, dijo, el modelo económico
neoliberal aplicado al agro deja tres alternativas a la gran mayoría de los
productores: emigrar con la ventaja de las remesas; los narcocultivos que
también generan divisas y, en última instancia, la guerrilla,
"externalidad negativa".
Gazol Sánchez acotó que la crisis del sector
agropecuario es innegable y tiene un largo periodo de gestación que se
identifica con el de la sustitución de la producción por las importaciones y el
proteccionismo.
En rigor, dijo, hubo un proceso de imposición
del excedente agrícola a favor del sector industrial, y un mayor apoyo a la urbanización
del país, a costa del campo.
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Foto 1
Antonio Gazol
Sánchez y Yolanda Trápaga, académicos de la Facultad de Economía de la UNAM,
consideraron que desde hace tres décadas México carece de una política
agrícola.
Foto 2
Yolanda Trápaga,
economista de la UNAM, apuntó que el sector agrícola nacional se considera sin
importancia, pues es el que menos divisas aporta a la economía mexicana.